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LA REVELACION DE JESUCRISTO - 14


Apocalipsis Capítulo 14


Ahora estamos mirando a la última semana de la profecía de las "Setenta Semanas" de Daniel (Dan. 9). Israel tiene siete años todavía, antes del establecimiento del Reino Mesiánico. Este comenzará con la aparición en la escena de los dos profetas (Ap. 11), en Israel,  profetizando por los primeros 3 años y medio.  Antes de su martirio a la mitad de la semana, sus palabras sellarán a 144.000 Judíos de Israel, siervos de Dios, quienes predicarán el "evangelio eterno".  Los versos 1 al 5 tratan con la identidad y con la tarea de los 144.000.  Los versos 6 al 13 tratan con el evangelio que ellos predicarán. Los eventos de estos 13 versos tomarán lugar después de la mitad de la semana.  El resto del capítulo (versos 14 al 20) trata con la preparación para la Batalla de Armagedón.

Los 144.000 Judíos Siervos de Dios

Verso 1:

"Después miré, y he aquí el Cordero estaba en pie sobre el monte de Sion, y con él 144.000, que tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente".

Interrumpiendo las visiones de la Bestia, las cuales continuarán y terminarán en visiones subsecuentes en el capítulo 17,  Dios dirigió los ojos de Juan a una visión en la cual 144.000 hombres Judíos fueron vistos de pie con el Cordero sobre el Monte de Sion.  Es importante comprender que esta visión no es en el cielo, sino en la tierra (como lo demuestra el verso 2). En otras palabras, Juan vio al Cordero con los 144.000 Judíos sobre el Monte de Sion (el terrenal), y no sobre el Monte Celestial y la Jerusalén Celestial, de la cual el Apóstol Pablo habló en Hebreos 12: 22-24 - "Sino que os habéis acercado al monte de Sion, a la ciudad del Dios vivo, Jerusalén la celestial, a la compañía de muchos millares de ángeles, a la congregación de los primogénitos que están inscritos en los cielos, a Dios el Juez de todos, a los espíritus de los justos hechos perfectos, a Jesús el Mediador del nuevo pacto, y a la sangre rociada que habla mejor que la de Abel".  Aquí, Dios está tratando, no con la Iglesia, sino con un grupo natural de 144.000 hombres Judíos.  Sabemos que en la cima del Monte de Sion está la Ciudad de Jerusalén.  Ambos, el Monte y la Ciudad, son las posesiones naturales atesoradas por los Judíos.

Ahora, los 144.000 Judíos parados junto con el Cordero en el Monte de Sion, habla de sus posiciones con su Mesías en ese lugar y en esa ciudad durante la Era de Regeneración, cuando Cristo Jesús ha de retornar para sentarse en el Trono de David. Ellos están sellados con "su nombre y el nombre de su Padre escritos en sus frentes" (NIV). En otras palabras, estos Judíos tienen la revelación del Señor Jesucristo, su Mesías, y por lo tanto poseen el NOMBRE de su Dios. El Nombre del Padre y el Nombre del Cordero son el mismo Nombre - YAH,  YAHWEH,  YAHSHUA {JOSHUA,  JESUS} (Salmo 68: 4).  Jesús dijo, "Yo he venido en el nombre de mi Padre" (Juan 5: 43).  

Versos 2 y 3:

"Y oí una voz del cielo como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno; y la voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas".

"Y cantaban un cántico nuevo delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes, y de los ancianos; y nadie podía aprender el cántico sino aquellos ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los de la tierra".

La atención de Juan ahora se tornó hacia arriba,  hacia el cielo, a una voz, "como estruendo de muchas aguas, y como sonido de un gran trueno",  hablando en el Cielo.  Sí, la Voz de Dios es divinamente dulce, aunque divinamente terrible.  En esa hora, después de que los Dos Testigos son muertos, los 144.000 Judíos serán como "la voz de muchas aguas" y como la Voz de Dios tronando sobre la tierra, cuando sean dispersados sobre toda la tierra, para proclamar el  "evangelio eterno" (vs. 6 al 13) por 1260 días.  Aunque hay otros Judíos que recibirán la revelación del Nombre de Jesucristo,  mientras los Dos Profetas profeticen, estos 144.000 Judíos son escogidos y ungidos del Señor,  como lo indica "un cántico nuevo" que ellos cantaban ante el Trono del Señor Dios, y el cual sólo ellos podían aprender.

{Nota: Algunos predicadores toman los primeros tres versos juntos y presentan una imagen en la que los 144.000 Judíos son levantados a la Jerusalén Celestial y que ellos están allí cantando una nueva canción.  Si ellos estudiaran las Escrituras cuidadosamente, son los arpistas en el Cielo los que están tocando el arpa y cantando el nuevo cántico, un cántico que sólo los 144.000 siervos Judíos podrían aprender y cantar en la tierra. ¿No es así con nosotros, verdaderos creyentes de Dios? ¿No tenemos un nuevo cántico en nuestros corazones, el cual el Espíritu Santo puso ahí para que nosotros aprendamos y cantemos desde el día en que nacimos de Su Espíritu?}

Versos 4 y 5:

"Estos son los que no se contaminaron con mujeres, pues son vírgenes.  Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero";

"Y en sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios".

"Pues son vírgenes" no significa que este grupo de 144.000 hombres Judíos son vírgenes naturales.  Muchos de ellos pueden estar casados y tener hijos.  Sin embargo, ellos son en verdad "vírgenes" espirituales a la Palabra espiritual de Dios, y siguen muy de cerca el liderazgo del Cordero de Dios.  Estos 144.000 Judíos no están contaminados con las "iglesias", referidas como "mujeres". Un verdadero Judío espiritual nunca creerá ni aceptará las doctrinas de las iglesias trinitarias denominacionales.  Aunque hay Judíos que son Cristianos, la mayoría de ellos considera al evangelio trinitario, predicado por las iglesias denominacionales,  como una tradición de la Iglesia Católica Romana. Los Judíos espirituales nunca aceptarán la doctrina de la Trinidad de Dios.  Ellos saben a QUIEN y QUE están adorando (ver Juan 4: 22).  Su falla en ver a Jesucristo como su Mesías se debe en gran medida a su ignorancia de las palabras de sus profetas y al cumplimiento de las Escrituras, concernientes a Cristo el Señor.  Pero pedirle que acepten a Jesucristo como la 'segunda Persona' y al Espíritu Santo como la 'tercera Persona' de la Deidad, es equivalente a practicar idolatría. Para ellos la doctrina de la Trinidad en sí misma, es paganismo y puede ser remontada hasta los días de Nimrod, el hijo de Cush,  hijo de Cam. Para los verdaderos Israelitas, solo hay un Dios: "Oye, oh Israel: el SEÑOR nuestro Dios, el SEÑOR uno es" (Deut. 6:4). "Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque Yo soy Dios, y no hay nadie más" (Is. 45: 22).  "¿Hay otro Dios aparte de Mí? No hay Dios sino Yo. No hay Fuerte; no conozco ninguno" (Is. 44: 8b).

En ese período del trato final de Dios con la nación de Israel, los 144.000 Judíos son especialmente redimidos de entre la humanidad y puestos aparte, como "primicias" para Dios y el Cordero.  Ellos son las "primicias" escogidas durante esta semana final de las Setenta Semanas de Daniel.  Ellos son sin culpa y fieles al testimonio que poseen de la revelación de Jesucristo y del "evangelio eterno",  que les fue ordenado predicar.  Ellos no recibieron estas cosas de las iglesias denominacionales, sino que las recibieron por la revelación del Espíritu Santo, a través de la predicación de los Dos Profetas.

Aunque muchos Judíos morirán como siervos fieles a la Palabra de Dios, en esa hora oscura en la que Satanás es encarnado en el Papa Romano (Ap. 6:11), los 144.000 Judíos serán mantenidos vivos por la mano de Dios a lo largo de los 3 años y medio de la Gran Tribulación. Estos 144.000 Judíos están ordenados para sustentar a la Mujer Israel, para predicar el "evangelio eterno" y para traer juicio sobre Misterio Babilonia.  El Espíritu del Cordero de Dios liderará y dirigirá sus acciones y pronunciaciones, hasta que el Señor Mismo retorne a la tierra para pelear en la Batalla de Armagedón y para establecer la Era de la Regeneración (Mateo 19: 28).  {Nota: Algunos predicadores están enseñando que los 144.000 Judíos serán asesinados entre los mencionados en Apocalipsis 6: 11.  Enseñar que los 144.000 Judíos morirán es contradecir a las Escrituras, las cuales demuestran que ellos están sellados por el Espíritu Santo para un propósito, por todo el período de 42 meses. Sin embargo, no sería equivocado decir que Dios también tiene un propósito para ellos en la Era de la Regeneración, tal vez como 'eunucos' espirituales, para servir en el 'Templo',  en donde Cristo Jesús y Su Esposa se sentarán y reinarán.  Considere las palabras de Juan el Bautista cuando dijo,  "El que tiene la esposa,  es el esposo;  mas el amigo del esposo, que está a su lado y le oye, se goza grandemente de la voz del esposo; así pues, este mi gozo está cumplido" (Juan 3: 29).}

El Evangelio Eterno

Versos 6 y 7:

"Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo",

"diciendo a gran voz:  Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas".

Este "evangelio eterno" que el ángel tiene que predicar alrededor del mundo es llevado a cabo a través del 'portavoz' de los 144.000 Judíos en la tierra.  El "evangelio eterno" o "evangelio eternal", no es un evangelio por la eternidad, sino por una época,  ("evangelio eterno", Gr. "evangelio aionios") - esa época (o período) de la Gran Tribulación. Además, este no es el Evangelio mensaje de Salvación, que la Iglesia del Dios Viviente posee ahora. El Evangelio que tenemos es "Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hechos 2:38). El Evangelio que los 144.000 Judíos predicarán "a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo", es "Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas".  Este no es sino el primero de los tres mensajes del "evangelio eterno"Este 'primer mensaje' despierta a la gente a adorar a Dios y sólo a Dios.  La humanidad apenas conoce al Verdadero Dios, el Creador del Cielo y la Tierra.  Este, además, es un mensaje que golpea contra el espíritu del Comunismo.  Observe que no habrá sanidad ni milagros, pero Dios vindicará a los 144.000 Judíos por motivo de Su Palabra.

Sí, durante la hora de la Gran Tribulación, el mundo escuchará la Palabra de Dios predicada por última vez.  El "evangelio eterno" será "buenas nuevas" para Israel y para todos los que están pasando a través del 'fuego' de la Gran Tribulación, porque declara que sus problemas pronto terminarán en el juicio y destrucción del Anticristo.  Los miembros de los 144.000 Judíos acompañarán a Israel, mientras ella huye de la ira del Anticristo a "su lugar" preparado por Dios (ver Ap. 12: 14). Allí, los 144.000 Judíos la alimentarán y le predicarán el "evangelio eterno".  Difícilmente habrá algún obstáculo, ya que muchos de ellos son capaces de hablar más de una lengua aparte de su lengua materna, siendo inmigrantes de otros países, después de la Segunda Guerra Mundial.  Además, como ciudadanos de ésos países, les es fácil regresar a ellos.

Verso 8:

"Otro ángel le siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del furor de su fornicación".

El 'segundo mensaje' del "evangelio eterno" habla contra la mujer, "Misterio Babilonia". Este hablará contra ese espíritu del Catolicismo Romano.  A causa de su avaro apetito, la Iglesia Católica ha conseguido que mucha gente se embriague con el vino pasional de sus falsas doctrinas. Esto es lo que una tercera parte de la gente del mundo está bebiendo hoy - falsas ideas religiosas, enseñanzas y filosofías de hombres, las cuales son básicamente Babilónicas y Romanas.  Pero los 144.000 Judíos predicarán realmente duro contra la Iglesia Católica y condenarán el sistema. Indudablemente, ellos traerán la atención del mundo hacia sus actos de asesinato de millones de personas,  durante los períodos de la Edad Media y de la Inquisición Española, al igual que torturará y matará otra vez, en esa hora.  Ellos expondrán todos sus hechos malvados del pasado, los cuales ella ha realizado contra los Judíos, contra los Cristianos y contra todos aquellos que no se sometieran a ella.  Finalmente, ellos proclamarán su caída y declararán el Juicio de Dios sobre ella.

Versos 9, 10 y 11:

"Y el tercer ángel los siguió diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen, y recibe la marca en su frente o en su mano",

"él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero";

"y el humo de su tormento sube por los siglos de los siglos. Y no tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que recibe la marca de su nombre".

Esta es la tercera y última fase del ministerio de los 144.000 Judíos. Observe la advertencia en el 'tercer mensaje'. Las consecuencias de adorar o identificarse con la Bestia o con su Imagen son graves.

Pero, ¿qué es la Bestia?  Es la primera Bestia de Apocalipsis capítulo 13, que ya hemos discutido. La Iglesia Católica Romana ha de montar sobre el sistema bestial, el que ha estado buscando destruir el Plan de Dios, desde el tiempo en que Dios hizo un pacto con Abraham concerniente a la Simiente Prometida. Esto ocurrirá cuando la Séptima Cabeza traiga a los Diez Cuernos (U.E.) juntos,  con la Iglesia Católica Romana gobernando todo el sistema. Sí, cuando la 'Madre Iglesia' comience a controlar el sistema bestial, eso será el Romanismo en su momento más fiero. 

Y,  ¿qué es su Imagen?  Es la Iglesia Ecuménica - el Concilio Mundial de Iglesias - que la segunda Bestia (de Ap. 13), la cual es el Americanismo-Protestante, creó para la primera Bestia.  Es creada con el poder de hablar y matar a aquellos que no estén en línea con el sistema de la Bestia.  Estas iglesias organizadas han caído demasiado bajo de la Palabra de Verdad y se han tornado mucho más como la Iglesia de Roma.  No es de extrañar que la Iglesia Romana sea,  más tarde,  revelada en Apocalipsis 17: 5 como "la Madre de las Rameras", ya que las iglesias apóstatas son verdaderamente sus "hijas rameras".

¿Entiendes lo de la Bestia y su Imagen? Ambos son diabólicos y anticristos en espíritu. Y aquellos que están identificados con ella y con su copa de oro de fornicación, también beberán de la copa del enojo de Dios, la cual El derramará sobre el sistema.  Esta es la retribución por su desobediencia y por sus hechos malignos (ver Jer. 51:7-8).  Esa es una razón de porqué nuestro Señor Jesucristo tiene que enviar un mensajero con un mensaje,  para llamar a Su Novia fuera del sistema y para restaurarla a la Fe de los Padres Apostólicos (ver Mal. 4:5-6).  Sólo entonces, ella podría ser preparada como una Esposa y estar lista para su translación a la Gran Cena de las Bodas del Cordero (Ap. 19:6-9).  Pero las Vírgenes Fatuas y otros Cristianos que han de perder el Rapto, serán despertados por el mensaje de los 144.000 Judíos - "Salid de ella,  pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas" (Ap. 18:4).  A fin de poder evitar el tener que enfrentarse a la ira de Dios, que es derramada sobre el sistema y los malvados bajo la Siete Copas al final de la Gran Tribulación, tienen que desvincularse completamente del sistema Babilónico de la Bestia Romana.  No habrá misericordia para todo aquel que "beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido vaciado puro {es decir, sin diluir con la gracia o misericordia de Dios}  en la copa de su indignación".

Verso 12:

"Aquí está la paciencia de los santos, los que guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús".

¿Quiénes son éstos "santos" quienes tan pacientemente resistieron al sistema Bestial y soportaron hasta el fin? Observe que "los", realmente se refiere a dos grupos diferentes de santos.  Los que guardan los "mandamientos de Dios" son los Judíos Fieles, que están por la Palabra de Dios; y los que guardan "la fe de Jesús" son los Cristianos que no serán del Rapto.  Estos dos grupos son los santos de la  "Gran Tribulación" que el Amado Juan vio en Apocalipsis 7: 9-10: "Después de esto miré, y he aquí una gran multitud, la cual nadie podía contar, de todas naciones y tribus y pueblos y lenguas, que estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas, y con palmas en las manos; y clamaban a gran voz,  diciendo:  La salvación pertenece a nuestro Dios que está sentado en el trono, y al Cordero".  Sus almas han de estar de pie ante los tronos de Cristo y de Su Esposa, y ellos también han de reinar con El mil años.  "Y vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar; y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían adorado a la bestia ni a su imagen, y que no recibieron la marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo mil años" (Ap. 20:4).

Verso 13:

"Y oí una voz que desde el cielo me decía:  Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor.  Sí, dice el Espíritu,  descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen".

Observe el período de tiempo.  La Gran Tribulación será un tiempo de gran sufrimiento. Además de los Judíos Fieles, habrá muchos Cristianos que se esforzarán laboriosamente bajo la Bestia, y que tendrán que entregar sus vidas como mártires para heredar el Reino de Dios. Las palabras insertadas aquí, son palabras de bendición y consolación para los mártires; que desde el momento en que ellos "mueren en el Señor",  "descansarán de sus trabajos; porque sus obras con ellos siguen". (Leer Lucas 23:43; 1 Cor. 15:58; 2 Cor. 5:6-8). Por lo tanto, comprendemos que nuestras almas permanecerán conscientes mientras descansemos (reposo o refrigerio) en el Señor, y que no nos volveremos inconscientes en la muerte,  según las enseñanzas de la doctrina de las 'almas durmientes'.

Preparación para la Batalla de Armagedón

Verso 14:

"Miré, y he aquí una nube blanca; y sobre la nube uno sentado semejante al Hijo del Hombre, que tenía en la cabeza una corona de oro, y en la mano una hoz aguda".

Comenzando desde este verso, el resto del capítulo pinta una imagen de juicio.  Nuestro Señor Jesucristo es visto comandando las varias fuerzas espirituales sobre la tierra, para llevar a cabo determinadas tareas para traer el Armagedón.  Esto es cerca del final de la Semana 70 de Daniel.  Aquí,  El es descripto una vez más como el Señor de Gloria, sentado en la nube (de gloria) con una corona de oro (de realeza) sobre su cabeza.  Esto revela que El recibió la autoridad de Su Padre, el Dios Todopoderoso, para reinar como Rey de reyes y Señor de señores (ver Mateo 28:18; 1 Tim.6:15).  El tiene una hoz aguda en Su mano, lista para juzgar y recolectar la cosecha de la tierra. 

Verso 15:

"Y del templo salió otro ángel, clamando a gran voz al que estaba sentado sobre la nube:  Mete tu hoz, y siega;  porque la hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura".

Observe que "la mies de la tierra está madura",  esto es, "la mies de la tierra se ha secado", lo cual significa que la cosecha está lista para la siega. El mundo de hoy es corrupto, degenerado, podrido, perverso y la tierra ya no sostendrá la clase de vida que Dios ha querido que sea. La humanidad se está secando y es estéril. 

Verso 16:

"Y el que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la tierra, y la tierra fue segada".

Con un movimiento de Su hoz sobre la tierra, la mies está segada y juntada.  Por supuesto, esta visión del Apóstol Juan aún debe ser cumplida.  Pero lo será cerca del final de los 3 años y medio de la Gran Tribulación.  Esto es,  cuando Cristo comandará los varios espíritus buenos y malos, que influencian la religión, la economía, la política y las fuerzas militares en el reino espiritual,  para traer su visión profética a cumplimiento.  Las emociones del mundo serán incitadas hacia la gran Batalla de Armagedón.  El movimiento de Su hoz sobre la tierra, soltará a los cuatro ángeles que están atados en el Río Eufrates, bajo el sonido de la Sexta Trompeta (Ap. 9:14; 7: 1).  Esto está en línea con lo que tomará lugar cuando la Sexta Copa es derramada sobre la tierra: "El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Eufrates; y el agua de éste se secó, para que estuviese preparado el camino a los reyes del oriente. Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso" (Ap. 16:12-14). 

Versos 17, 18 y 19:

"Salió otro ángel del templo que está en el cielo, teniendo también una hoz aguda".

"Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra, porque sus uvas están maduras".

"Y el ángel arrojó su hoz en la tierra, y vendimió la viña de la tierra, y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios".

{Nota: Algunos predicadores han interpretado estos últimos versos como refiriéndose a la parábola del Trigo y la Cizaña, en Mateo 13, y que la parábola será cumplida como está descrito aquí.  Los versos 14-16 son interpretados como refiriéndose a la recolección del trigo, y los versos 17-20 como la quema de la cizaña.  Luego hay otros que han tratado de armonizar las palabras de Juan el Bautista, concernientes al Trigo y a la Paja en Mateo 3:12 y Lucas 3:17, con estos versos.  Todas estas interpretaciones son completamente erróneas. En primer lugar, ningún trigo, ni cizaña, ni paja es mencionado aquí, ni siquiera es insinuado.  El trigo son los verdaderos creyentes de la Biblia, la cizaña son los falsos creyentes y los manufacturados, pero las uvas maduras (los únicos específicamente mencionados aquí) son las naciones impías, malvadas y perversas de las personas del mundo. El trigo es juntado dentro del granero, la cizaña es juntada para la quema, pero las uvas maduras son juntadas dentro del lagar (campo de batalla) para el pisoteo. Leer Joel 3:13.  Uvas maduras naturales solamente  son aptas para el lagar, donde son pisoteadas para hacer el vino.}

Después de que el mandato de Cristo se lleve a cabo, los racimos de uva de las viñas de la tierra estarán plenamente maduros.  La vendimia (mies) está lista y plena. Y los ángeles que son responsables de llevar a cabo la orden del Señor,  juntarán todas las viñas maduras y las echarán "en el gran lagar de la ira de Dios".  El ángel "que tenía poder sobre el fuego" va a purgar a fondo esta tierra y a librarla del pecado (ver Is. 24:1).  El "salió del altar", bajo el cual se encuentran "las almas de los que habían sido muertos por causa de la palabra de Dios y por el testimonio que tenían".  El está llevando a cabo la venganza de Dios (Ap. 6:9-10)

Verso 20:

"Y fue pisado el lagar fuera de la ciudad, y del lagar salió sangre hasta los frenos de los caballos, por mil seiscientos estadios".

Las proporciones de la escalada de este conflicto son inconcebibles. Este "gran lagar" o campo de batalla está afuera de la Ciudad de Jerusalén.  Este cubre el área desde Megido, en el norte (Zac. 12:11; Ap. 16:16), hasta Edom, en el sur (Is. 34:5-6; 63:1), una distancia de 1600 estadios o alrededor de 200 millas (320 kmts.), y desde el Mar Mediterráneo,  en el oeste, hasta los montes de Moab, en el este, una distancia de casi  100 millas (160 kmts.).  La Batalla de Armagedón cubre tres valles importantes encontrados en el campo de batalla, llamados, el Valle de Esdraelón,(el cual es parte del Valle de Jezreel), el Valle de Megido (Zac. 12:11) y el Valle de Josafat (Joel 3:2-12).  Y en el centro de toda la 'zona de guerra', estará la Ciudad de Jerusalén (Zac. 14:1-2).

Figuradamente hablando, Dios juntará todos estos racimos maduros de uvas deliciosas y los pondrá en ese gran campo de batalla, y con la facilidad de un pisador de uvas, las pisoteará para aplastar su sangriento 'jugo de vida' dentro del lagar. Sí, la tierra "se embriagará de sangre" (Is. 34:7).  Habrá, por lo menos, como 350 o 400 millones de hombres envueltos en esta gran batalla. La sangre, literalmente, fluirá en un gran volumen y los cuerpos muertos se apilarán (al menos hasta 5 pies - 1.50 mts. de altura), como es indicado por la frase "hasta los frenos de los caballos". (La mención de la palabra "caballo" no significa que caballos literales son usados en esta guerra. Los caballos de 'guerra', hoy, son bestias mecánicas).  Sí, habrá destrucción masiva y gran matanza, cuando Dios dé el mandato para la pelea de esta gran batalla:

"Proclamad esto entre las naciones, proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra.  Forjad espadas de vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces; diga el débil: Fuerte soy.  Juntaos y venid, naciones todas de alrededor, y congregaos; haz venir allí, oh SEÑOR, a tus fuertes. Despiértense las naciones, y suban al valle de Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones de alrededor.  Echad la hoz, porque la mies está ya madura.  Venid, descended, porque el lagar está lleno, rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos.  Muchos pueblos en el valle de la decisión; porque cercano está el día del SEÑOR en el valle de la decisión" (Joel 3:9-14).

Sí, como el Rey,  Cristo dará el mandato para la pelea de esta gran batalla:

"Tú, pues, profetizarás contra ellos todas estas palabras y les dirás: El SEÑOR rugirá desde lo alto, y desde su morada santa dará su voz; rugirá fuertemente contra su morada; canción de lagareros cantará contra todos los moradores de la tierra. Llegará el estruendo hasta el fin de la tierra, porque el SEÑOR tiene juicio contra las naciones; él es el Juez de toda carne; entregará los impíos a espada, dice el SEÑOR" (Jer. 25:30-31).

"Porque el día de la venganza está en mi corazón, y el año de mis redimidos ha llegado... Y con mi ira hollé los pueblos, y los embriagué en mi furor, y derramé en tierra su sangre"  (Is. 63:4,6).

En Apocalipsis capítulo 19, al Apóstol Juan le es dada una visión más amplia de este gran lagar, dentro del cual "la ira del Dios Todopoderoso" será derramada (Ap. 19:15).