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LA UNIDAD DE LOS HIJOS DE DIOS


'Mas no ruego solamente por estos, sino por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste. 

La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. 

Yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfectos en unidad, para que el mundo conozca que tú me enviaste, y que los has amado a ellos como a mí me has amado (Juan 17:20-23).


La Unidad de Dios se manifestó en Cristo. Orando al Padre, le rogó que todos Sus discípulos tengamos esa misma unidad. El Padre es Uno con Cristo, porque es el Hijo Unigénito que engendró en Su seno y Se auto reveló a Sí Mismo (Sal. 2:7 y Jn. 1:18).  La revelación profética del Espíritu Santo aquí, es que la unidad de los hijos de Dios es por medio del Espíritu de Cristo en ellos. 

El Espíritu de Cristo es el Padre y es el Hijo. Esta es la Unidad de Dios que se hizo carne en Jesús. 'Porque en Cristo habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad' (Col. 2:9). 

Jesús sabe perfectamente que la respuesta del Padre, es la gloria de Cristo en Su pueblo, así como fue y es con El eternamente. Y el Padre siempre le oyó. Sus discípulos conocieron y tuvieron al Padre y al Hijo en sus almas, porque Cristo se encarnó en ellos. La Unidad de Dios vivió en la persona y el cuerpo de cada uno. Eso produjo la unidad fraternal entre ellos y mostraron al mundo la respuesta divina al ruego de Jesús. Pero hoy, el pueblo creyente no se puede unir sin la revelación de Cristo en su corazón, porque la Unidad de Dios es Cristo Mismo. El dijo '...separados de mí nada podéis hacer' (Jn. 15:5). 

El Espíritu Santo verdadero nos está hablando hoy esta palabra de la Unidad de Dios. Digo el Espíritu Santo verdadero porque el credo trinitario romano es obra de otro espíritu, que ha inculcado a muchos que el Espíritu Santo de Dios es una tercera persona. 

La separación de la Divinidad en tres personas es el credo del espíritu trinitario.  El fin que persigue ese espíritu es impedir que los elegidos sean uno y tengan todos el mismo entendimiento de la Unidad de Dios, en sus mentes y corazones. Sabemos que es el diablo quien está detrás de eso, porque teme la unidad de los creyentes. Por eso, en el Nombre de Jesucristo te declaro pueblo de Dios, que el Espíritu Santo de la Biblia es el Unico Espíritu Eterno al cual oró Jesús. El no es tres espíritus en uno. El espiritu trinitario es un falso espíritu.

La obra del mismo ha sido imitar al Unico Dios Eterno. Pero no solo es el Unico Ser Supremo, sino que también es Uno en Sus oficios y funciones de Padre y de Cristo, el Hijo Unigénito. Es el Mismo Ser, no dos, ni tres personas (Dt. 6:4). No hay divisiones en Dios. El es absolutamente Uno, así como el hombre es un mismo ser, compuesto de alma, espíritu y cuerpo porque está hecho a la imagen y semejanza de Dios. Decir otra cosa es no tener revelación divina del Espíritu Santo Verdadero.

Si todos los creyentes somos uno con el Espíritu de Dios, de la misma forma que Jesucristo, entonces tenemos al Padre y al Hijo reinando y obrando la unidad fraternal en el corazón de cada uno (Jn. 14:23). Toda persona que no valora el ruego de Jesús en Juan 17 y no le interesa la unidad fraternal de los creyentes, es porque no tiene la gloria del Espíritu de Cristo en su corazón. 

Jesús dijo: 'La gloria que me diste, yo les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno'.

'La gloria que me diste', indica la plenitud de Dios en la Humanidad de Jesucristo. Dios le reveló que el Padre y el Hijo era el Espíritu de Cristo que moraba en El. Dicho de otra manera, Cristo es la Unidad de Dios. Por lo tanto, la gloria que  Jesús nos ha dado a Sus discípulos, al bautizarnos con el Espíritu Santo, es Cristo la Plenitud de Dios. Esto nos enseña que la respuesta del Padre a la oración de Jesús, es la unidad de nuestra mente humana con la mente de Cristo. 

Jesús hizo la petición al Padre, pero son los discípulos quienes tienen que poseer la respuesta. Si compartes el ruego de Jesús, no lo dejes ahí en el versículo. Tú y yo tenemos que procurar la respuesta del Padre, tomando por fe la mente de Cristo para ser llenos de la gloria de Dios. Cuando el Verdadero Espíritu Santo vive en ti y en mí, la evidencia es la mente de Cristo, porque tenemos revelación divina de la palabra escrita


CONCLUSION


La gloria de Su mente nos ha sido dada. Los hijos de Dios deben tomarla en posesión, así como Israel se apropió de la tierra prometida. Su mente nos revela la sabiduría, el amor y el poder de la Unidad de Dios para la unidad fraternal. La gloria de Jesús es revelarnos a Cristo. Es por medio de El formado en nuestra alma y espíritu, que experimentamos el amor sacrificial del Cordero y la unidad de los hijos de Dios. 

Marzo 2025

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