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LA REVELACION DE JESUCRISTO - 1

Apocalipsis Capítulo 1

Las Visiones de Juan en el Día de Señor

Verso 1:

"La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; y la declaró enviándola a su siervo Juan."

Verso 2:

"Que ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto".

El Libro del Apocalipsis, comienza con una clara declaración - "la revelación de Jesucristo que Dios le dio a él". Esta fue la revelación de Jesucristo y no la revelación de Juan. Es la revelación que el Dios Todopoderoso le ha dado a Su Hijo. ¿Por qué? (no cabe duda de que existe una relación especial entre el Dios Todopoderoso y el Señor Jesucristo). El Apocalipsis fue dado a Cristo Jesús para mostrarle a Sus siervos las cosas y eventos que deben tener lugar en breve - desde el momento de Juan, y el año era el 96 D.C.

Nuestro Señor Jesús envió y comunicó Su Revelación a través de un ángel a Juan, quien escribió todo lo que vio en sus visiones. Juan era el amado del Señor Jesucristo (Juan 13:23; 20:2). El es un tipo de la Amada (Novia) de Cristo. Independientemente de que le fue mostrado a Juan, todo debe ser revelado a Su Novia. Porque estamos viviendo en el tramo final del período de cierre de toda la dispensación de las Siete Edades de la Iglesia, tenemos el privilegio de ver una imagen más clara que la que los miembros de la Novia pudieran ver en cada una de las seis Edades de la Iglesia. Sí, ésta es la hora de la Revelación de Jesucristo a la Novia. Esta es la hora, no sólo para la Palabra, sino también para "el aceite y el vino" - de la unción y el estímulo de la revelación - del Espíritu Santo a la Palabra. Y ésta es la VIDA que no se puede herir (Ap. 6:6) .

Verso 3:

"Bienaventurado el que lee, y los que oyen las palabras de esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas; porque el tiempo está cerca".

El desarrollo de la Revelación de Jesucristo es para que entendamos y obedezcamos las palabras de profecía. Que podamos ser una luz en este mundo de oscuridad espiritual y siempre estar listos y preparados para el regreso de nuestro Señor. Muchos Cristianos están espiritualmente cegados por Satanás, quien ha entrado en la esfera de la Cristiandad religiosa desde el siglo IV, ¡y que ha sido venerado en las iglesias organizadas! Satanás es el dios de esta edad malvada.

Versos 4 , 5 y 6:

"Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz a vosotros, del que es y que era y que ha de venir, y de los siete espíritus de Dios que están delante de su trono;"

"y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre,"

"y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén”.

Observe que aquí hay tres saludos provenientes del área del Trono de los Cielos. El primero es del "que es y que era y que ha de venir". El segundo es de los "siete espíritus que están ante su trono". Y el tercero es el de "Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra".

El UNO "que es y que era y que ha de venir", es el Invisible Espíritu Eterno - Elohim, el Todopoderoso. El no tiene y nunca tuvo un principio, y nunca tendrá fin. El siempre es porque El siempre fue, y siempre será El - YO SOY. El es el Creador y el Padre de todas las creaciones. Pero "Jesucristo, quien es el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el príncipe de los reyes de la tierra" es el Hijo Unigénito de Elohim, Quien está vestido con toda Su autoridad (Mateo 28:18). El Hijo de Dios tuvo un principio. El nació de una virgen hace 2000 años, como una persona mortal con la misión de conquistar la muerte y el infierno. A través de la Obra de Redención de Dios, Jesucristo ha hecho posible para nosotros ser nacidos de nuevo hijos e hijas de Dios, y ser una raza real y sacerdotes, para servir a Su Dios y Padre, Quien es también nuestro Dios y Padre - "Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios" (Juan 20:17b). La única forma en que se puede nacer de nuevo y verdaderamente ser hijos e hijas de Dios, es por arrepentirnos de nuestros pecados, ser bautizados en agua en el Nombre del Señor Jesucristo para la remisión de los pecados, según la revelación declarada por los Apóstoles en la Iglesia Primitiva, y entonces vamos a recibir el don del Espíritu Santo. Considerando que la Sangre de Cristo se ocupa de la heredada naturaleza del "pecado original", el bautismo de agua remite los pecados en nuestras vidas. A continuación, hay que caminar en la luz del Evangelio de Jesucristo e ir a la perfección en Su Palabra y la Sangre de Cristo nos limpia de todos nuestros pecados (1 Juan 1:4-10).

Como el Hijo de Dios, Jesucristo nos ha declarado fielmente a todos nosotros de lo que había recibido del Padre y declaró siempre la verdad sobre sí mismo ante todos los hombres, incluso en la hora de Su muerte. Por lo tanto, como "el testigo fiel", El dio testimonio que podríamos creer las verdades apocalípticas que estaba a punto de revelarle a Juan. Amén. ¡Su fidelidad permanece por todas las generaciones!

Ahora, Jesús es el Primogénito de los muertos, lo que evidentemente significa que habrá otros, después de El, que serán regenerados de entre los muertos. Habrá un pueblo que, para su traslación, también tendrá el mismo cuerpo glorificado que Jesucristo tenía. Estos son los verdaderos miembros de la Novia (Cuerpo) de Cristo. Ellos son los reyes y sacerdotes en Su Reino, porque todos tienen acceso directo a El. Así como El venció y se sentó en el Trono de Su Padre, Sus santos vencerán y se sentarán con El en Su trono. (Ap. 3:21) El Rey y Su Esposa entonces reinarán en la tierra por mil años, después del cierre de la Gran Tribulación. El reino milenial de Cristo con Su Esposa es llamado la Era de la Regeneración  (Mateo 19:28).

En cuanto a los Siete Espíritus que están delante del Trono de Dios, ésta es la primera vez que leemos acerca de su presencia en el cielo. Sin embargo, el Profeta Zacarías hizo mención de ellos como los "ojos del Señor" (Zac. 4:10 - véase 3:9). Esto es un misterio. Por lo tanto debe decirnos algo. Recuerde que el Libro de Apocalipsis es el último de los 66 libros de la Biblia, y fue escrito alrededor del año 96 D.C.

Dios es Espíritu. El es UNO, no Siete ni Tres Espíritus (Trinidad). Entonces, ¿cuáles son esos Siete Espíritus?. Son, realmente, los atributos de Dios que se han manifestado a lo largo de los períodos de las Siete Edades de la Iglesia y la Semana 70 de la profecía de Daniel. Estos atributos se manifestaron a través de Siete Angeles Espirituales, poco después de que la Iglesia cayera en la impureza alrededor del año 53 D.C. En el Libro de Apocalipsis, encontramos que éstos Siete Espíritus (atribuidos o asignados a Siete Angeles) tienen siete tareas para cumplir, siete diferentes funciones a desempeñar, por así decirlo. En sus asignaciones, han sido identificados como: 1) SIETE ESTRELLAS en la mano derecha del SUMO SACERDOTE y JUEZ que camina en medio de los Siete Candeleros de Oro. 2) SIETE LAMPARAS ARDIENDO en los CANDELEROS. 3) SIETE SELLOS en la parte posterior del LIBRO SELLADO en la mano derecha del Todopoderoso. 4) SIETE CUERNOS y SIETE OJOS del CORDERO. 5) SIETE TRUENOS con el ANGEL PODEROSO. 6) SIETE TROMPETAS que sonarán después del Rapto de la Novia. 7) SIETE COPAS de la Ira de Dios que serán derramadas sobre la tierra entre el cierre de la Gran Tribulación y el Día del Señor. Y en dos de sus siete trabajos, como las SIETE ESTRELLAS y los SIETE TRUENOS, sus VOCES (audibles) son escuchadas por los Verdaderos Adoradores de Dios.

Verso 7:

"He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén".

Esta no es la venida de Cristo por Su Novia en el Rapto. El Rapto es un evento secreto para el mundo. Este es el Señor Jesucristo viniendo con Sus santos después de que hayan cenado en la Cena de Matrimonio del Cordero (véase Mateo 24:29-30; Ap. 19:11-21). Ellos vendrán montando sobre caballos blancos, y los ojos de Israel (los que le traspasaron) y todas las naciones de la tierra le verán y se angustiarán en gran manera, porque El habrá venido a juzgar al mundo. Esto tomará lugar al cierre de la Gran Tribulación, en la Batalla de Armagedón. Leer Zacarías cap. 14.

Verso 8:

"Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso".

Prestar mucha atención a éste versículo, en el que se pueden entender claramente dos términos, los que nos muestran la Unidad divina - todo lo que Dios es, está en Cristo Jesús. Esto te mostrará Quien es Dios, y Quien es Jesús; ellos son Un Dios. Observa la primera oración. "Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor," - el Señor está hablando de Su existencia en el TIEMPO. La eternidad no tiene tiempo; no tiene principio ni fin. Por lo tanto, cuando Elohim utiliza este término, El habla de la REVELACION de Sí mismo en la Persona de Jesucristo (Leer Juan 1). El Apóstol Pablo usó una declaración equivalente cuando escribió la oración "Jesucristo el mismo, ayer, hoy y por los siglos" "el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso", es usada por el Todopoderoso para enfatizarse a sí mismo como la única fuente ("círculo") de vida. Por lo tanto, El es YAHWEH, "EL ETERNO Y UNICO EXISTENTE EN SI MISMO".

Recuerde, Jesucristo tuvo un principio. El nació de una virgen, se crió como un niño y creció como un hombre (Lucas 2: 40,52). Pero Dios es Espíritu y siempre será Espíritu. El es invisible (1 Tim. 1:17; 6:16). El único modo en el que podemos ver a Dios es viendo Su obra (ver Juan 6: 28-29; 10:25, 36-38; 14:10-13). A la hora señalada, Jesús fue facultado por la Palabra de Dios. Esto pasó cuando fue bautizado en agua en el río Jordán. El Espíritu de Dios bajó del Cielo para morar en El. Esta fue la encarnación de Dios - Dios, "en morphe", en carne. Dios vestido en carne. Pero el Dios Todopoderoso seguía siendo Espíritu, y aunque Jesucristo continuaba siendo un hombre, El era un Dios - Hombre. El cuerpo de Jesús no es Dios; es solamente la morada de Dios, Su Templo. El es el Hijo de Dios, Jesucristo, quien murió en el Calvario y no Dios que estaba en El, siendo un Espíritu y no puede morir. Después de Su muerte y resurrección, Jesús ascendió al cielo. En Su ascensión El dijo, "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18b). Previamente a Su ascensión, Jesús no tenía "todo el poder" porque El dijo que no podía hacer nada por sí mismo, antes de que Su Padre le mostrara qué hacer (ver Juan 5:19). No es difícil ver como el Espíritu Eterno Invisible (Un Espíritu) se ha revelado a Sí Mismo en el Hombre llamado Jesucristo - "Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo" (2 Cor. 5:19a). Por lo tanto, esto cumplió la profecía de Isaías (9:6) : "Porque un niño no es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz". "E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria" (1 Tim.3:16). Entonces, cuando Jesús dijo, "Yo Soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era, y que ha de venir, el Todopoderoso", El estaba declarando la Divinidad en Sí mismo. Aunque El estaba lleno de la Divinidad corporalmente (Col. 2:9), Dios seguía siendo el Santo Espíritu Eterno e Invisible arriba, sobre y alrededor de El, a causa de que Dios es Omnipotente, Omnisciente y Omnipresente.

La Palabra (gr. Logos) de Dios, que apareció en el principio (ver Juan 1:1-4) fue Su auto revelación creativa, "el lado de Dios manifestado al mundo". Este no era otro ser Espíritu, sino Dios mismo. Hay, por lo tanto, UN ESPIRITU, UN DIOS VERDADERO. La Trinidad de Dios es un concepto pagano. La misma tuvo sus comienzos en la religión misteriosa creada en Babel por Nimrod y su madre, Semiramis. El concepto de múltiples dioses, con diferentes nombres y títulos, fue gratamente aceptado a través del tiempo por el mundo Griego y el Romano. La gente practicaba orgías sexuales, idolatría, mutilación e incluso sacrificios humanos en el nombre de sus dioses. Cuando la primera Iglesia de Roma cayó de la Gracia, también abrazó muchas prácticas paganas. Misterio Babilonia, la Gran Ramera de Apocalipsis cap. 17, no es más que la primera Iglesia de Roma - la Iglesia Católica Romana. Ella se impuso a la Palabra de Dios con sus dogmas y cambió la doctrina de la Unidad de Dios por la Trinidad de Dios en el año 325 D.C. Está demás decir que, incluso hoy, todas sus hijas rameras (iglesias organizadas) continúan abrazando el mismo dogma pagano.

El misterio de la doctrina de la Trinidad es un misterio creado por teólogos. Su presentación (que llaman interpretación) es aparentemente muy persuasiva, pero su comprensión y razonamiento son terribles, tanto que no solo engañan a otros sino que también se engañan a sí mismos. Ellos casi siempre, califican sus enseñanzas con tales palabras: "Nunca podremos comprender el misterio de la Trinidad. Debido a que somos finitos, no podemos comprender totalmente a Dios". Ciertamente, con estas tontas enseñanzas, ¿cómo podemos esperar que la gente Cristiana común entienda algo sobre Dios en el sentido espiritual, como Dios quiere que lo entiendan? Sin embargo, lo contrario es lo cierto. Las palabras del Apóstol Pablo, en Timoteo 3:16, no hacen misteriosa la doctrina de la Divinidad en ningún modo, ya que es la simple verdad. La nueva versión internacional presenta el versículo un poco mejor: "Más allá de toda duda, el Misterio de la Piedad es grande: El apareció en un cuerpo, Fue reivindicado por el Espíritu, Fue visto por ángeles, Fue predicado entre las naciones, Fue creído en el mundo y Fue recibido arriba en gloria". Por otra parte, en relación con nuestra necesidad de comprender a nuestro Dios, él escribió: "Por esta causa también yo, habiendo oído de vuestra fe en el Señor Jesús, y de vuestro amor para con todos los santos, no ceso de dar gracias por vosotros, haciendo memoria de vosotros en mis oraciones, para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de El, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que El os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" (Ef. 1:15-18).

Verdaderamente, nosotros necesitamos saber en qué creemos, a fin de no recibir una dura reprimenda de parte del Señor, tal como lo hizo con la samaritana junto al pozo. "Vosotros adoráis lo que no sabéis". La mayoría del pueblo Cristiano han sido engañados para aceptar la doctrina de la Trinidad para su salvación. Algunos principios de la fe denominacional de las iglesias, específicamente establecen que una persona no es Cristiana si no cree en la Trinidad. Pero la Biblia muestra lo contrario.

Verso 9:

"Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo".

Patmos era una pequeña isla frente a la costa de Asia Menor. Estaba alrededor de 60 a 120 km de las siete iglesias a las que Juan dirigió sus cartas. Los romanos condenaban a los criminales allí (así como los americanos los envían a la isla de Alcatraz, frente a la ciudad de San Francisco). No hubo ninguna fuga de la isla, la cual estaba infestada de serpientes venenosas y escorpiones.

San Juan tenía, probablemente, alrededor de 90 años cuando fue exiliado a la isla de Patmos. Bueno, aunque tú tengas 90 ó 9 años, Dios siempre puede probarte de que tú estás útil para servirle. Aquí vemos que Juan fue perseguido por su fe. El sabía que los verdaderos adoradores de Dios debían atravesar invariablemente, pruebas y tribulaciones, de un modo u otro, a causa de su fe. Aunque Juan estaba en graves circunstancias, él confortaba a los atribulados identificándose con ellos - "Yo Juan, vuestro hermano y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo". Aunque él estaba exiliado en aislamiento en una isla, Juan sabía que Dios tenía un propósito en todo esto y que estaba con él. "Por Jehová son ordenados los pasos del hombre, y El aprueba su camino" (Salmo 37:23).

Juan había estado mucho tiempo en soledad. Su cuerpo físico estaba prisionero, pero no lo estaba su espíritu. No teniendo nada que hacer físicamente, pasaba su tiempo en la presencia del Dios Todopoderoso, adorándole. Y estaba en tal actitud un día, el primer día de la semana, el día del Señor, cuando se convirtió en el instrumento de bendiciones a los santos de Dios. Estaba tan inmerso en el Espíritu del Señor, que el reino natural comenzó a alejarse de él y empezó a ingresar dentro de otro reino - el reino espiritual de Dios. Comenzó a escuchar y ver cosas que ningún hombre había visto u oído antes, y él "ha dado testimonio de la palabra de Dios, y del testimonio de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto" (verso 2).

Versos 10 y 11:

"Yo estaba en el Espíritu en el día del Señor, y oí detrás de mí una gran voz como de trompeta,"

"que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último. Escribe en un libro lo que ves, y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea".

El término "día del Señor" no es lo mismo que el "Día del Señor" que se encuentra en muchos pasajes a través del Antiguo y Nuevo Testamento. El término es usado sólo una vez en las Sagradas Escrituras y se entiende que significa el "primer día de la semana" cuando los santos se reunían para adorar a Dios. {Nota: Las palabras "del Señor" (gr. kuriacos) es un adjetivo que significa algo que solamente le pertenece al Señor. No tiene un equivalente exacto en español. Otra aparición está en 1 Cor. 11:20 - "cena del Señor", una ordenanza establecida por el Señor, en la que los santos debían reunirse en conmemoración de Su muerte, hasta Su regreso. La "cena del Señor" nunca es llamada la "Cena del Señor". Por obvias razones, leer Ap. 19:9,17}

G. M. Lamsa, traduce la primera parte del verso 10 como "el espíritu de profecía vino sobre mí en el día del Señor...". Contrariamente a lo que está siendo enseñado por algunos teólogos, el espíritu de Juan no fue proyectado ni teletransportado a ningún lapso de tiempo en el siglo XXI, cuando Jesús volverá a la tierra y establecerá Su Reino Milenial. Algunos, incluso, enseñan que el "Día del Señor" es el período de los mil años durante el cual Cristo reinará en la tierra. Pero el "Día del Señor", es verdaderamente el tiempo del retorno de Cristo a la tierra, al cierre de los tres años y medio de la Gran Tribulación, para pelear en la Batalla de Armagedón (Zac. 14:4; Mateo 24:29-30; Ap. 19: 11-21). Luego, después de la batalla, el Lugar Santísimo del Templo Milenial será ungido (Daniel 9:24) y Cristo juzgará a las naciones del mundo (ver Mateo 25:31-46). Tras esto, será la Era de la Regeneración (ver Mateo 19:28). Por lo tanto, el "Día del Señor" es el período de 75 días (ver Daniel 12:11-12) entre el cierre de los tres años y medio de la Gran Tribulación y el comienzo de los 1000 años del reinado de Cristo y Sus Santos.

Cuando Juan estaba en el Espíritu del Señor, escuchó una gran voz, que sonó como una trompeta justo detrás de él. La "gran voz" se identificó como la Deidad. No era otro que el Señor Jesucristo. El tiempo empezó con El y terminará con El - El "Alfa y la Omega, el primero y el último".

Las siete iglesias a las que Juan estaba ordenado a dirigir sus escritos, consistían principalmente de Gentiles convertidos. Esas siete iglesias estaban localizadas en Asia Menor (lo que hoy en día es Turquía Occidental). Recuerde, este era el año 96 D.C., alrededor de 45 años después de que el Evangelio comenzara a afectar al pueblo Gentil y a unos pocos Judíos que lo aceptaron. Dios se volvió hacia los Gentiles para tomar una Novia Espiritual para Su Hijo. El Libro de Apocalipsis fue escrito para el beneficio de la Novia, para que ella pudiera entender lo que el Señor iba a hacer en Su Iglesia, y que eventos transcurrirían durante la Edad de Gracia.

Ahora, la Edad de Gracia está dividida en siete períodos. Cada período, siendo representado por una de las siete iglesias, es revelado y evaluado por Cristo como recuerda Juan en los capítulos 2 y 3. Ellas son comúnmente llamadas las Siete Edades de la Iglesia.

Versos 12 y 13:

"Y me volví para ver la voz que hablaba conmigo; y vuelto, vi Siete Candeleros de Oro,"

"y en medio de los Siete Candeleros, a uno semejante al Hijo del Hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los pies, y ceñido por el pecho con un cinto de oro".

Cuando Juan se volteó a ver quién estaba hablando con él, vio Siete Candeleros de Oro (es decir, Lámparas). Estos Siete Candeleros de Oro son las Siete Iglesias como lo interpreta el verso 20. El Profeta Zacarías escribió en cap. 4:2: "Y me dijo: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelabro todo de oro, con un depósito encima, y sus siete lámparas encima del candelabro, y siete tubos para las lámparas que están encima de él". El aceite del depósito, fluía a través de los tubos hasta las lámparas. El aceite habla del Espíritu de Dios siempre fluyendo nuevo en la Iglesia de Cristo a lo largo de las Siete Edades de la Iglesia. El Espíritu de Cristo es la Luz del mundo; la Iglesia es simplemente la portadora de la Luz. En el medio de esas lámparas Juan vio, "uno semejante al Hijo del Hombre". Este era el Señor Jesucristo, el Hombre-Dios. Y El vestía una túnica de Sumo Sacerdote. (Observe que El no tenía una Coraza de Sentencia, El Urim y el Thummim). Esto significa que El estaba en la posición de un Sumo Sacerdote mostrando que era un Intercesor o Mediador. El aún lo es. Pero no siempre estará en esta posición de intermediario. Dentro de un tiempo futuro, regresará a la tierra como un Rey y reinará por 1000 años. Por supuesto, no estará vestido como un Sumo Sacerdote; estará vestido como un Rey.

Nuestro Señor Jesucristo tiene que cumplir lo que fue escrito de El en las escrituras proféticas contenidas en los libros del Antiguo Testamento. El tiene muchos roles que cumplir, por así decirlo. Cuando vino a la tierra, hace 2000 años, vino como Siervo-Profeta para predicar la Palabra de Dios y para servir a la humanidad (ver Marcos 10:45). El no fue más el Profeta y Siervo después de Su muerte y ascensión, pero es "el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión..." (Hebreos 3:1). ¿Ve? Ahora El es "el Apóstol y Sumo Sacerdote de nuestra profesión". Y cuando este período de tiempo termine, volverá a la tierra para gobernar y juzgar (Ap. 20:11-15). "Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya destruido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos" (1 Cor. 15:24-28). Amén. Jesucristo, entonces habrá cumplido con todas las cosas que fueron escritas de El. El será "el Omega", "el final", ya que el TIEMPO estará envuelto en la ETERNIDAD. Entonces una vez más estará sujeto al Dios Invisible, Su Padre, Quien es también Nuestro Dios y Padre - el "YO SOY" "Quien es, Quien era y Quien ha de venir", el Unico Eterno Quien es inmutable. Más Jesucristo será nuestro hermano mayor en Su cuerpo espiritual.

Verso 14:

"Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana, como nieve; sus ojos como llama de fuego;"

Esto habla de Jesucristo siendo un Juez. En sus días, el profeta Daniel también vio este mismo Juez en su visión (Dan. 7:9). Nada malvado puede escapar del escrutinio de Sus ojos de fuego ardiente - flama omnisciente - en juicio.

Verso 15:

"Y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgentes como en un horno; y su voz como el estruendo de muchas aguas".

"Y sus pies semejantes al bronce bruñido, refulgentes como en un horno". Jesucristo, el Unico con vida propia de Dios, sufrió sentencia en juicio por ti y por mí, para que no podamos ser condenados. Esta fue una prueba difícil a lo largo de todo el camino, hasta que terminó como un Cordero sangrando, derramando Su Sangre en el Calvario, completando así la expiación de Dios para nosotros. Pero muy pronto, El viene para juzgar a los que rechazaron Su oferta de salvación.

"Y su voz como el estruendo de muchas aguas". Como poderosos torrentes de agua fluyendo, arroyos corriendo y grandes lluvias derramadas, las palabras de Cristo siempre han sido el sosiego, trayendo alegría, reposo, paz y fe a los oyentes. A lo largo de los años, el sonido de Su voz, hablando a través de Sus ministros, pueden revivir a Su pueblo en el Espíritu y la Palabra de Dios. La voz es la revelación de Cristo Mismo.

Verso 16:

"Tenía en su diestra siete estrellas; de su boca salía una espada aguda de dos filos; y su rostro era como el sol cuando resplandece en su fuerza".

"Las siete estrellas son los siete ángeles (o mensajeros) de las siete iglesias" (véase vs. 20). Aparentemente, el Apóstol Juan estaba familiarizado con estas siete iglesias y sus obispos o pastores. Por lo tanto, las cartas estaban dirigidas a esos siete destacados siervos de Dios como "mensajeros", de manera que fueran concientes de la evaluación de Cristo de sus respectivas iglesias y sus condiciones. Y conociendo sus condiciones, Dios fijó un tipo que pudiera reflejar la Edad de la Iglesia en siete períodos de tiempo. Asimismo, estas siete estrellas (o mensajeros) testificaron de un gran ministerio al Cuerpo de Cristo en cada una de las Siete Edades de la Iglesia, al igual que esas iglesias locales dieron testimonio en las siete ciudades seleccionadas de Asia Menor. Cada una de esas estrellas fue un regalo especial de Dios a cada Edad de la Iglesia respectivamente.

Los dones son dados con la mano derecha. Y las estrellas que se encuentran en la mano derecha de Jesucristo, nos muestran que Dios se ocupa de las iglesias de acuerdo a Su Gracia y misericordia. A través de estos mensajeros ungidos, Dios anunció Su agudo y poderoso mensaje, el cual procedió de la boca de Cristo, y fue ejercido de manera brillante y poderosa por ellos en sus días, mediante la tenacidad de Cristo Jesús.

Versos 17 y 18:

"Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último;"

"y el que vivo y estuve muerto; más he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades".

Si el rostro de Jesucristo en toda su gloria, impactó tanto a Juan, ¿qué sería con nosotros? Así pues, seamos santos como Dios es santo.

Jesucristo una vez más se identificó a Sí Mismo como "el primero y el último". De hecho, El es "la primera y la última" persona que nació en este mundo y murió por la humanidad, y sin embargo vivió de nuevo. El es el Unico. Nadie más ha hecho lo que El hizo. No hay otra persona por medio de la cual, la humanidad pueda obtener la salvación. Dios le dio Su Espalda a Cristo, hablando figuradamente, cuando El colgaba de la cruz en el Monte Calvario, derramando Su Sangre por ti y por mí. Y porque El vivió de nuevo, nosotros también viviremos con El. Amén.

Nuestro Señor tiene "las llaves del infierno y de la muerte". "Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu; en el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua. El bautismo que corresponde a esto ahora nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como la aspiración de una buena conciencia hacia Dios) por la resurrección de Jesucristo, quien habiendo subido al cielo está a la diestra de Dios; y a él están sujetos ángeles, autoridades y potestades" (1 Pedro 3:18-22).

Si bien el cuerpo de Nuestro Señor yacía en la tumba, Su espíritu había bajado al "seol", el lugar y "prisión" de los muertos, y predicó a sus espíritus que se encontraban cautivos allí. Satanás era el "guardián" del "seol" y tenía las llaves, por así decirlo, ya que él fue el autor de la muerte. El mantenía a todos los muertos en su "prisión". Sin embargo, Jesucristo, se sobrepuso a la muerte y se convirtió en el autor de nuestra salvación. El es el autor de la vida para todos los que en El creen. El es el Señor de los Ejércitos, el Rey de la gloria Quien es poderoso en batalla (ver Salmo 24:7-10). Cristo atravesó la fortaleza de la prisión de Satanás, le arrebató las llaves de la muerte y del infierno, y abrió las puertas de la prisión que mantenía a Sus santos cautivos. Todos los santos de Dios que habían muerto desde el tiempo de Adán hasta la expiación que fue pagada por Cristo, fueron liberados de los barrotes del infierno de Satanás y se convirtieron en prisioneros de Cristo, por así decirlo (leer Mateo 27:52-53; Ef. 4:8-10).

Verso 19:

"Escribe las cosas que has visto, y las que son, y las que han de ser después de estas".

A Juan le fue ordenado que escribiera a) lo que él había visto "las cosas que has visto" - lo que nosotros leemos en el capítulo 1; b) lo que es, "las cosas que son" - esto es las condiciones de las siete iglesias localizadas en Asia Menor (lo que proféticamente refleja el Cuerpo entero de Cristo a través del período de Gracia de la Edad de la Iglesia); y c) lo que pasará después de estas cosas, "las que han de ser después de estas" - apuntando a los eventos que pasarán en el futuro posterior al tiempo de Juan. Consecuentemente, tenemos el Libro del Apocalipsis.

Verso 20:

"El misterio de las siete estrellas que has visto en mi diestra, y de los siete candeleros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candeleros que has visto, son las siete iglesias".

Este último verso se explica por sí mismo. De hecho, este es uno de los versos "llave" para la interpretación del Libro de Apocalipsis. Enseguida nos dice que las Siete Estrellas son los Angeles de las Siete Iglesias y los Siete Candeleros son las Siete Iglesias. Por lo tanto, el "misterio" se despliega para mostrarnos que habrían siete ángeles "terrenales" o mensajeros, de las Siete Edades de la Iglesia y no siete ministerios locales de las siete iglesias de Asia Menor. (Esto podrá ser mejor comprendido cuando miremos los capítulos 2 y 3 de Apocalipsis). Por otra parte, los Siete Espíritus que están frente al Trono de Dios habrían de ministrar a los Siete Mensajeros de las Siete Edades. Estos Espíritus ministrarían a sus respectivos Mensajeros en su proclamación del mensaje de Cristo para cada una de las Edades correspondientes de la Iglesia. Ellos son, además, responsables de mantener la luz ardiendo en sus lámparas a lo largo de la Edad. Estos son los primeros dos roles de los Siete Espíritus - ministrando a las Siete Estrellas con el mensaje de Cristo (la Espada de dos filos de la boca de Cristo) y manteniendo la Luz de la Verdad ardiendo y brillando en el Cuerpo de Cristo, por y a través de las respectivas Edades de la Iglesia.