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LA REVELACION DE JESUCRISTO - 19


Apocalipsis Capítulo 19


El Coro Aleluya

En Apocalipsis 18:20, junto con los santos apóstoles y profetas, todo el cielo es llamado a regocijarse por la caída de Babilonia la Grande, porque Dios la ha juzgado por el modo en que los había tratado. El regocijo en el cielo se celebra por "una gran voz de multitud en el cielo".

Versos 1 y 2:

"Después de esto oí una gran voz de multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro";

"porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella".

Así es, los santos de Dios deben siempre recordar que el juicio de Dios, sobre quien El puede juzgar, es verdadero y justo. Hay un tiempo y una estación apuntados cuando Dios juzgará o recompensará a cada persona,  de acuerdo a Su sabiduría y propósito (ver Ec. 3:1). Por lo tanto, reconozcamos Su trato con los santos en este tiempo final. Aunque los materialmente ricos pero tibios espiritualmente Cristianos Laodicenses han puesto a Cristo fuera de sus iglesias, Jesús aún sigue de pie del otro lado de la "puerta", golpeando y llamando afuera a aquellos que escucharán la verdadera Palabra de Dios (Ap. 3:14-21). Las grandes iglesias organizadas, no responderán, pero un pequeño rebaño de creyentes fieles sí lo harán, porque han reconocido la parousía de Cristo por Su Verdadera Iglesia. Cristo está ahora guiando a este pequeño grupo, el cual será Su Novia-Esposa. El Espíritu de Dios ha dejado las iglesias y ahora está obrando en y a través de Su pequeña Novia. Porque Dios sólo estará en donde Su Palabra es hecha viva. "¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro".

{Nota: La frase, "una gran voz de multitud" en el verso 1 es la misma que "la voz de una gran multitud" en el verso 6. Esta multitud no es una multitud de pueblo Cristiano, sin más bien es una multitud de ángeles. Esta visión profética le muestra a Juan cómo los ejércitos celestiales de seres angelicales se regocijarán cuando la revelación profética de Jesucristo entre en el enfoque y en cumplimiento.}

Verso 3:

"Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos".

El juicio y caída de Babilonia la Grande será su final y completa destrucción. No sólo es tonto, sino erróneo enseñar que la frase - "el humo de ella sube por los siglos de los siglos" - significa que Babilonia arderá perpetuamente. El error más común es encontrar la enseñanza que, sobre sus juicios, las almas de aquellos que se asocian con la ramera, arderán continuamente en el Lago de Fuego sin fin.

"Por los siglos de los siglos" es una frase comúnmente usada y mal comprendida. Cuando alguien dice,  "yo te amo/odio por los siglos de los siglos", no significa que su sentimiento de amor o de odio durará para siempre. Cuando una persona muere y termina en el Lago de Fuego, todos sus sentimientos y emociones cesarán inmediatamente. Cuando la frase "por los siglos de los siglos" (o eternal, eterno) es usada para describir Vida, transmite el sentido de que esa vida continuará sin fin. Pero, cuando es usada para describir Muerte o Destrucción, significa que la vida cesa, o es destruida completamente para no existir nunca más. Sólo hay una forma de vida que existe eternamente, la cual no tiene principio ni fin. Esta es la Vida de Dios, el Espíritu Auto-existente. Todos los otros seres vivientes tienen un principio y un fin. Por lo tanto, uno debe tener el Espíritu de Dios, a fin de tener VIDA eterna, porque la vida sólo se encuentra en el Dios Todopoderoso. Sin el Espíritu de Dios no hay vida. El es la vida. Así que, el Espíritu de Dios no está en la MUERTE eterna. No hay un "vivir" por los siglos de los siglos en el Lago de Fuego. La Vida no existe en la Muerte. La Segunda Muerte es la aniquilación del Cuerpo y del Alma.

¡Aleluya! ¡Verdaderamente, Babilonia la Grande un día no será más, porque Dios vengará la sangre de Sus santos, que ha fluido de las manos de esta gran Jezabel (ver 2 Reyes 9:7)!

Verso 4:

"Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya!

Observe que Juan ha recorrido un círculo completo en las visiones, desde que fue primero invitado a entrar por la puerta abierta en el Cielo en Apocalipsis 4:1,  "Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas". [Juan fue previamente llevado en el espíritu a un desierto sobre la tierra (Ap. 17:3). Ahora él está en el Espíritu de Revelación y se encuentra presente una vez más en la escena celestial del Trono de Dios, los Cuatro Seres Vivientes y los Veinticuatro Ancianos.]  Y una vez más, los Cuatro Seres Vivientes y los Veinticuatro Ancianos dan Su adoración al Dios Todopoderoso (ver Ap. 4:1-11). ¡Aleluya!

Ahora, los eventos que deben tener lugar sobre la tierra, previos al regreso de Cristo como el Señor de señores y Rey de reyes, tendrán su lugar para este tiempo. Jesucristo, ahora se está preparando para descender sobre la tierra para pelear en la Batalla de Armagedón. Luchará contra todos los reyes malvados, que estarán reunidos allí, y después de esto El juzgará al mundo.

Mientras Juan continúa observando las actividades celestiales de adoración, una voz resuena.

Versos 5 y 6:

"Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes".

"Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!


"¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina!" Este es un anuncio y una exaltación de que el Señor Dios ha asumido el poder soberano de un reino. Este es el cuarto y último "Aleluya" (o "Alabad al Señor"), en las Sagradas Escrituras, lo cual apresura el reino del Señor Jesucristo. El énfasis está sobre el hecho de que la Novia de Cristo ya se ha convertido en la Esposa, y que ella se ha alistado para el gran evento final, que tomará lugar antes del regreso de Cristo a la tierra, para reinar como Rey de reyes.

La Cena de Matrimonio del Cordero

Versos 7 y 8:

"Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado".

"Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos".

Muchos creyentes de la Biblia tienen dificultades en comprender el 'Misterio del Matrimonio del Cordero', en tres pasajes particulares de la Santa Biblia. El pasaje más común está en Apocalipsis 19:9,  "Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios". Algunos teólogos interpretan esto como una invitación que es extendida a un grupo de invitados que no son miembros de la Novia. Ellos creen que el Hijo de Dios y Su Novia sólo se casarán sobre Su regreso a la tierra después de la Gran Tribulación y que este grupo de huéspedes será invitado a la fiesta, en la Cena de Matrimonio del Cordero. Ellos usan las parábolas de la fiesta de matrimonio en Mateo 22:1-14 y la parábola de las diez vírgenes en Mateo 25:1.13, para apoyar sus interpretaciones. Apuntan al hijo del rey, a la novia (implícita en la parábola) y a los invitados, en la parábola anterior. Ellos también creen que las diez vírgenes, quienes son doncellas en la asistencia a la novia, son además otro grupo de personas en la boda.

Lea Apocalipsis 19:6-9 cuidadosamente, y notará que Juan el Amado, quien fue llevado en el espíritu, vio muchas visiones maravillosas. Entre otras cosas, él también escuchó una gran voz tronando con este anuncio: "¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos". Después, el ángel que acompañó a Juan le avisó que registrara este mensaje alentador: "Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero".  Aquellos que son llamados a la cena del matrimonio son personas benditas. Son el mismo grupo de personas (los Gentiles) que aceptaron la invitación a la fiesta de matrimonio, después de que el grupo original (los Judíos, quienes fueron primero convidados) lo había rechazado, de acuerdo a Mateo 22:1-14. Y sabemos que Mateo 22:1-14 es una parábola. Una parábola en la Biblia, es una narración que presenta una verdad moral o espiritual. Para comprender esto correctamente, uno debe interpretarlo dentro del marco de su tema específico. Por lo tanto, el tema de la parábola en Mateo 22:1-14, es sobre El Rey, que preparó una fiesta de matrimonio para su hijo. No es sobre su hijo o la novia. Así como los santos de Dios son alegóricamente descriptos en la Biblia como 'piedras vivientes' o como 'diferentes miembros de un cuerpo', así también son descriptos como los 'invitados' en esta parábola.

Cuando reconocemos el uso de alegorías a lo largo de las Escrituras, podremos comprender que los santos, quienes colectivamente forman la Unica Iglesia Verdadera, son llamados la Novia de Cristo. Y cuando los santos son descriptos como la Novia de Cristo, ya no son más los Invitados. ¿Por qué? La razón es obvia. La Novia se relaciona con el Esposo, mientras que los Invitados están relacionados con la Fiesta de Matrimonio.

Pero  ahora debemos darnos cuenta de que, proféticamente, la invitación de Apocalipsis 19:9 está extendida a un cierto grupo de huéspedes benditos, quienes son invitados a la Gran Cena de Matrimonio del Cordero. (Observe que en la parábola de Mateo 22:1-14, un cierto hombre en la fiesta de matrimonio es lanzado fuera, a las "tinieblas de afuera" porque él fue visto sin el apropiado Vestido de Bodas. El, ciertamente, no es un 'huésped' bendito ni un invitado).

Ahora, Apocalipsis 19:6b-8 es una anunciación de que la Cena de Matrimonio del Cordero pronto tendrá lugar.  Algunos pueden asombrarse de que yo use el término Cena de Matrimonio del Cordero, en lugar de Matrimonio del Cordero, como está impreso en la Biblia K.J.V. (Versión King James). La palabra Griega "gamos", puede ser traducida como "un matrimonio, boda o fiesta de bodas". [En ciertas versiones de la Biblia, es traducida como 'Cena de Matrimonio' o 'Fiesta de Matrimonio']. Sin embargo, la palabra "esposa" (Gr.: "gune") apunta al hecho de que la Amada Novia (Gr.: "numphe") verdaderamente se ha convertido en la esposa del Cordero (ver Ap. 21:2,9). Otras dos oraciones apoyan este hecho - "Su esposa se ha preparado"a ella se le ha concedido que se vista de lino fino..." En la antigua boda oriental, la novia es presentada como esposa y reina sólo en la gran cena de matrimonio y nunca antes. Cuando una mujer está comprometida (desposada) a un hombre, ella es su esposa sólo potencialmente. Ella se convierte verdaderamente en su esposa sólo después de la ceremonia de la cámara nupcial.

[Nota del traductor: En la Versión Reina Valera en español, son utilizadas las palabras 'bodas del Cordero' en Ap.19:7 y 'cena de las bodas del Cordero' en Ap. 19:9. Así que 'bodas' en la V.R.V.  en español es  'matrimonio'  en la K.J.V. en inglés,  teniendo el mismo significado].

Las Diez Vírgenes en la parábola de Mateo 25:1-13 son doncellas asistentes a la novia. Ellas son llamadas 'vírgenes' en la parábola, porque en la boda oriental, las doncellas asistentes, estaban supuestas a ser solteras y más jóvenes que la novia. Eran por lo general, escogidas por la novia misma, para ser su compañía durante la boda. En el momento señalado, estas doncellas irían a saludar y a recibir al esposo, al arribo de su procesión, cerca de la casa de la novia. Ellas lo guiarían a él y a su compañía de gente al lugar donde el matrimonio y la fiesta debían llevarse a cabo. (En esta parábola, la fiesta de matrimonio era extendida por los padres de la novia). Ya que esto era usualmente realizado en la noche, las luces eran necesarias. En esta parábola fueron usadas lámparas de aceite, aunque antorchas ardientes eran más comunes.

Nuestro Señor usó a estas Doncellas Vírgenes para representar a los hijos de Dios nacidos del Espíritu. Esta parábola muestra su anhelo por el encuentro con el Esposo y para acompañarlo al Matrimonio, en donde tendrán una parte en la mesa del banquete.  Ellos son 'puros' en su fe de Cristo. Ellos son el grupo del 'trigo',  en la parábola del trigo y la cizaña, en Mateo 13:24-30. De acuerdo a la parábola, había cinco vírgenes prudentes y cinco fatuas, que salieron a reunirse con el esposo. Cuando el esposo tardaba en venir, ellas cayeron en un sueño y se durmieron (dentro del iglesia-ismo), hasta que un grito (la voz del Mensajero a la Séptima Edad de la Iglesia) las despertó a la medianoche (alrededor del año 1956). Entonces, todas ellas comenzaron a arreglar las mechas de sus lámparas (su comprensión o revelación de la Palabra). Sin embargo, sólo las vírgenes prudentes, quienes tenían aceite (Espíritu) extra en sus vasijas, fueron capaces de reunirse con el esposo y de entrar al salón del banquete, en donde la ceremonia de matrimonio fue desarrollada. Por lo tanto, los verdaderos santos de Dios son retratados en la parábola como Vírgenes, en relación a su Salvador, la Palabra Virgen.

¿Qué es entonces este "matrimonio del Cordero"? ¿Y cuándo tomará lugar?

Contrariamente a las enseñanzas de las iglesias organizadas, el "matrimonio del Cordero", realmente toma lugar aquí en la tierra y no en el Cielo. Esto es tipificado por las Costumbres del Matrimonio Oriental. De hecho, el "matrimonio del Cordero" está teniendo lugar ahora mismo. (Recuerde que éste es un matrimonio espiritual). La palabra "matrimonio" (Gr.: gamos - nupcias, matrimonio, fiesta de bodas) y "cena" (Gr.: deipnon - el banquete o principal comida), en el verso 9, muestran que ésta es la gran cena de matrimonio, el evento culminante en el Matrimonio del Cordero.

La Ceremonia de Bodas en el tiempo Bíblico, normalmente duraba por varios días. Durante la celebración del matrimonio, ocurrida en el hogar de la novia, habría mucha alegría, con fiesta y danzas. Pero la celebración del matrimonio, culminaría con la Gran Cena del Matrimonio, el evento más importante, sería llevado a cabo en el hogar del padre del novio. El novio tomaría a la novia de su hogar, después de que estuviera satisfecho de que ella cumpliera sus requisitos como una esposa. El clímax del "traslado al hogar de la novia", era un evento especial, el cual nadie que estaba asociado con el padre del novio, querría perderse. Similarmente, estando  relacionados con el Padre Celestial, ciertamente nosotros no queremos perdernos ésta Gran Cena de Matrimonio del Cordero. Amén. Esta Gran Cena de Matrimonio del Cordero tomará lugar en el Cielo, después de que los santos, quienes estén preparados, sean arrebatados al encuentro con nuestro Señor Jesucristo en el aire, y juzgados en el Tribunal (Gr.: bema) de Cristo (2 Cor. 5:10). Durante este tiempo, los últimos siete años de la profecía de las Setenta Semanas de Daniel, serán cumplidos en la tierra.

Como ya hemos visto en Apocalipsis capítulos 7 y 10, Cristo (la Palabra), ya ha venido a reclamar Su Palabra Novia. El Matrimonio del Cordero ahora está en pleno apogeo, y muy pronto llegará a la Gran Cena de Matrimonio del Cordero en el Cielo. Sin embargo, no todos los que claman ser un Cristiano "nacido de nuevo", serán escogidos para formar parte de esta gran fiesta de matrimonio en el Cielo. Esto es verdad. Nuestro Señor no está viniendo por los Cristianos de mentalidad denominacional, quienes siguen y cumplen sólo las enseñanzas tradicionales de sus organizaciones. El está viniendo (en forma física) por un grupo de verdaderos creyentes, verdaderos adoradores, que adoran a Dios en Espíritu y en Verdad. El está viniendo por aquellos que no están identificados con ningún (u organización religiosa de) hombre; aquellos que en el presente se están alistando para convertirse en Su Esposa, y cumplir con toda justicia de la Palabra de Dios (ver Mateo 3:15).

Verso 9:

"Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero.  Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios".

¡Alabado sea el Señor! Las vírgenes prudentes no fornicaron con organizaciones hechas por hombres ni con sus enseñanzas. Amén. En este momento, aquellos que están identificados con Cristo por fe y quienes serán trasladados en Su Segunda Venida (1 Cor. 15:23) ahora están en Matrimonio Espiritual con Cristo y se están alistando a sí mismos para convertirse en Su Esposa. Como el Enoc espiritual, ellos están caminando con la Palabra de Dios y ciertamente no irán a través del "diluvio" (o tribulación), sino que serán trasladados físicamente antes de que la Semana Setenta de Daniel comience.

Todos los Cristianos son como el trigo en el campo (ver Mateo 13). En tiempo de cosecha, sólo los granos de trigo completamente maduros, son separados del resto del trigo, después de que la cizaña es primero reunida y juntada para ser quemada. Este trigo son las "vírgenes" que desean encontrarse con el "esposo" e ir con él a la fiesta de bodas (ver Mateo 25). El resto del trigo es dejado en el campo para ser recogido después, cuando esté maduro.

De los Cristianos "vírgenes", sólo los prudentes, que tienen el Espíritu Santo fluyendo constantemente a través de ellos y proporcionándoles la revelación de la Palabra, serán capaces de encontrar el camino al Matrimonio del Cordero. Ellos no sólo son trigo maduro, sino que también están polinizados. Como "huéspedes invitados" individuales a la Boda, se sentarán y festejarán con el Cordero.  Pero colectivamente, ellos son la Novia de Cristo. Ahora están en medio de las festividades de la boda, mientras que las vírgenes fatuas van buscando vendedores de aceite (predicadores de la Palabra), quienes vendan el aceite "Espíritu Santo" genuino y puro (revelación de la Palabra. Para el tiempo en que las vírgenes fatuas puedan encontrar su camino al Matrimonio, será muy tarde, ya que la puerta estará cerrada. El cierre de la puerta significa que la Fiesta de Matrimonio ha terminado y que el Novio pronto tomará a la Novia al Hogar de Su Padre. Así es. Los elegidos están sellados y están listos para la traslación (cambio, Gr.: metamorphosis).

Junto con el resto del trigo en el campo del mundo, las vírgenes fatuas, tendrán que ir a través de un tiempo oscuro y difícil. En última instancia tendrán que dar sus vidas como mártires, para salvar sus almas. Este período sombrío se refiere a la Semana 70 (siete años) de la profecía de Daniel, en la cual el Espíritu Santo devolverá el Evangelio a los Judíos. Y después de que la Gran Tribulación (la segunda mitad del período de 7 años) haya terminado, las vírgenes fatuas, con el trigo maduro, serán "recogidas" (resucitadas), junto con los mártires Judíos, quienes fielmente habrán mantenido el testimonio de la Palabra de Yahwéh. Ambos grupos se presentarán ante los Tronos de Cristo y de aquellos "benditos" santos raptados (Ap. 20:1-5, ver 6:9-11). Después, colectivamente como la Novia, reinarán con Cristo por mil años. Por lo tanto, el Apóstol Juan escribió: "Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años" (Ap. 20:6).

{Nota: ¿Con qué propósito es dado el Espíritu Santo? Los Cristianos denominacionales están enseñados de que si han recibido al Señor Jesucristo como su Salvador, o si han hablado en "lenguas", entonces han recibido el Espíritu Santo. Sea lo que sea que escojan creer, el hecho es que el Espíritu Santo es dado a un Creyente para guiarlo a toda verdad y para revelarle las cosas que aún han de venir. Ese es el propósito primario del Espíritu Santo de Cristo. "Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir" (Juan 16:13). Amén.  Y en esta misma hora, a aquellos que han sido guiados por el Espíritu Santo a toda verdad, les habrá sido mostrada la misma revelación de Jesucristo.}

Ahora, durante la unión espiritual, en la 'cámara nupcial' de la gloria de la Palabra, Cristo está comenzando a conocer a Su Novia como Esposa. Y la Novia se está examinando a sí misma para asegurarse de llegar a ser una Esposa y alistarse para obtener la aprobación de su esposo. Cuando la Esposa "se ha preparado", el Esposo le dará un cambio de Vestiduras de Boda (ver Is. 61:10). La Esposa de Cristo se cambiará la túnica blanca por una de "lino fino, limpio y resplandeciente". Ese es su CAMBIO DE CUERPO, el cual muestra su justicia en el Señor, "Porque el lino fino es las acciones justas de los santos". Eso es exactamente cierto. Como una oruga, en el "silencio" de la crisálida (capullo) es cambiada en una mariposa, la Novia será transformada (Gr.: metamorphosed; ver 2 Cor. 3:18) en una hermosa Esposa, con un cuerpo glorificado como el de Cristo.

{Nota: Todos los Cristianos nacidos de nuevo poseen "vestiduras blancas" (ver Ap. 7:9-17). A ciertos Judíos les fueron dadas "vestiduras blancas" (Ap. 6:9-11). Pero sólo un cierto grupo pequeño será especialmente vestido en "lino fino, limpio y resplandeciente". Este último grupo consiste de aquellos que han tomado la justicia de Dios, recibiendo y cumpliendo Su Palabra.}

Verso 10:

"Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía".

Este ángel es uno de aquellos siete que recién han terminado de derramar las Siete Copas de plagas sobre la tierra (ver Ap. 15; 16; 17:1; 21:9). El derramamiento de la ira de Dios es el clímax de las series de eventos en los que Dios trata con la humanidad.  Después de esto, Cristo viene a reinar como Rey de reyes. Siendo subyugado por todos los eventos en este momento culminante, Juan se siente tan abrumado por el mensaje y por el mensajero,  que se arrodilla para adorar al ser angelical. Pero él fue rápidamente reprendido, porque él como Apóstol de Jesucristo debe saber que "escrito está, Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás" (Mateo 4:10).

{Nota: Como todos los cultos Cristianos falsos y el Cristianismo organizado, los cuales tuercen las Escrituras para acomodar sus enseñanzas, los Branhamitas han tomado este verso y Apocalipsis 22: 9, para enseñar que el ángel era realmente el Séptimo Mensajero a la Edad de la Iglesia, William Marrion Branham o su teofanía. Es su afirmación que las palabras "Soy consiervo tuyo" y "de tus hermanos los profetas" (ver Ap. 22:9), prueban que el ángel era el profeta Branham, o su teofanía. Ellos también citan a Mateo 18:10 para apoyar su reclamo de que la palabra "ángel" es "teofanía". Esta gente cree que las teofanías (o cuerpos celestiales) de Creyentes, existen literalmente como entidades separadas fuera del Espíritu de Dios. Torciendo las palabras en las Escrituras y malinterpretando las enseñanzas de los verdaderos siervos de Dios, equivale a hacer de la verdad de Dios una mentira. Tales enseñanzas y sus implicaciones, usualmente le causan a una persona estimar a un hombre por sobre la Palabra de Dios, lo cual no es diferente de aquellos que mantienen los credos y dogmas de su Iglesia por encima de la Palabra de Dios.}

Podemos obtener una clara comprensión de que el ángel no era un ser terrenal, sino que era un ser espiritual, que fue enviado para ser el guía de Juan, leyendo otras traducciones. El Diaglott dice: "Mira; ¡No! Yo soy consiervo contigo, y de aquellos hermanos contigo, que tienen el testimonio de Jesús; adora a Dios" (Ap. 19: 10b). La NIV pone "Pero él me dijo, ¡No lo hagas!, yo soy un siervo como tú y con tus hermanos los profetas y de todos los que mantienen las palabras de este libro. ¡Adora a Dios!" (Ap. 22:9).  En pocas palabras, el ángel está diciendo que él es un co-obrero y un siervo obrando con Juan, con todos los otros profetas y con los que llevan el testimonio de Jesucristo en sus vidas. Eso es correcto. Hebreos 1:14  pregunta:  "¿No son todos espíritus ministradores, enviados para servicio a favor de los que serán herederos de la salvación ?".

La Gloriosa Venida de Cristo con Sus Santos


Verso 11: "Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llama Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea".

Un drama comienza a develarse mientras Juan continúa mirando entusiasmado a través de la puerta abierta en el Cielo. El sol comenzó a oscurecerse como una tela de cilicio, la luna se volvió roja y se negó a dar su luz, y las estrellas empezaron a caer en tanto el Cielo era sacudido. Luego, el Cielo de repente se abrió y comenzó a separarse como un pergamino que se enrolla. ¡Y apareció un jinete en un caballo blanco! Esto debió ser una vista gloriosa para Juan, ya que todas las luces en el universo estaban 'apagadas', y la única luz que se podía ver era la que rodeaba a Cristo y a Sus ejércitos, sobre caballos blancos, partiendo desde el Cielo para la Batalla de Armagedón en la tierra. Este es el primer evento en el Día del Señor, que cumplirá la profecía de Daniel sobre la piedra golpeando, en la cual la "piedra cortada no con mano" golpeará al poder mundial Gentil, es decir, la Bestia (ver Daniel 2:34-35).

Este es el final del período de 3 años y medio de la Gran Tribulación, que es la segunda mitad de la Semana 70 de Daniel, el cual anuncia la inauguración del Día del Señor. La tierra estará en un gran caos, con las siete plagas de la Ira de Dios habiendo sido derramadas sobre ella. Pero entonces, de repente,  sobre todo el cielo oscurecido, una luz aparecerá y la atención de todas las naciones se enfocará hacia el firmamento en una escena espectacular.  Mientras el cielo se abre y es enrollado como un pergamino, ha de aparecer el Hijo del hombre sentado en una caballo blanco. "E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria" (Mateo 24:29-30).

Esto es también el Sexto Sello, que culmina con el derramamiento de la Séptima Copa (Ap. 16:17-21). "Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto; y el sol se puso negro como tela de cilicio, y la luna se volvió toda como sangre; y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte viento. Y el cielo se desvaneció como un pergamino que se enrolla; y todo monte y toda isla se removió de su lugar" (Ap. 6:12-14).  Esta escena espectacular durará todo un día, para cumplir Apocalipsis 1:7 - "He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación  por él. Sí, amén".

Cuando Cristo descienda del cielo, las naciones de la tierra estarán aterradas. "Y los reyes de la tierra, y los grandes, los ricos, los capitanes, los poderosos, y todo siervo y todo libre, se escondieron en las cuevas y entre las peñas de los montes; y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros, y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el trono, y de la ira del Cordero; porque el gran día de su ira ha llegado; ¿y quién podrá sostenerse en pie? " (Ap. 6:15-17).

Sabemos que el jinete sentado sobre el caballo blanco aquí, no es el mismo que el que fue visto después de la apertura del Primer Sello.  Este jinete llamado "Fiel y Verdadero", no es otro que el Señor Jesucristo, Quien es fiel y verdadero a Sus Promesas y a Su Palabra (ver Ap. 3:14). El otro jinete en el caballo blanco, que "tenía un arco; y le fue dada una corona, y salió conquistando, y para conquistar" (Ap. 6:2), no tenía nombre, hasta que adquirió el Caballo Pálido en el Cuarto Sello, y fue llamado entonces "Muerte, y el Hades le seguía" (Ap. 6:8).

Verso 12:

"Sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas coronas; y tenía un nombre escrito que ninguno conocía sino él mismo".

En Su justicia y con la llama de fuego de sus ojos omniscientes, Jesús, ahora viene a juzgar y a hacer guerra. Todas las naciones tendrán que someterse a Cristo y conocerle como Rey. Las "muchas coronas", significan que Cristo reinará sobre todos los reinos de la tierra, a causa de que El es el Rey de reyes.

El Señor de señores tiene un nombre inescrutable escrito (aparentemente en Su frente). Nadie conoce el misterio de este nombre, excepto El Mismo. ¿Es éste el nuevo nombre de nuestro Señor Jesucristo, que El también inscribirá sobre los miembros de Su Novia, en la Ciudad Santa Nueva Jerusalén (ver Ap. 3:12)?

Verso 13:

"Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: LA PALABRA DE DIOS.

Observe que el jinete no es llamado el Señor Jesucristo, sino la Palabra de Dios. La Palabra (Gr.: Logos - Latín: Verbum), no es Jesús (a quien los Trinitarios han situado como la Segunda Persona, en sus enseñanzas de la Divinidad como una Trinidad). Esta es la Palabra que estaba con Dios en el Principio, y la que se convirtió en  (fue manifestada en)  carne, en la Persona de Jesucristo. Como el Apóstol Juan escribió: "En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios... Y la Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre) lleno de gracia y de verdad" (Juan 1:1,14).  La Palabra de Dios es la Revelación de Dios en Jesucristo. (El es el Ungido - el Cristo). Fue la Palabra de Dios, la cual trajo todas las creaciones. Fue la Palabra de Dios, quien fue hecha carne (o manifestada en carne), para traer redención. Y esta es la misma Palabra de Dios que juzgará al mundo.  Así es, la misma Palabra regresa en el mismo Jesús el Cristo, Quien se ha convertido en Señor - el SEÑOR JESUCRISTO (Hechos 2:36). Amén.  Así es, y aquí, una vez más, vemos la gloria de Dios siendo manifestada y revelada en el mismo unigénito Hijo de Dios, el Señor Jesucristo, cuando regrese a la tierra.

La Plenitud de la Palabra de Dios en el Señor Jesucristo viene en venganza sobre Sus enemigos, en la Batalla de Armagedón y estará "vestido de una ropa teñida en sangre". El emergerá Victorioso con Su vestidura teñida en la sangre de Sus enemigos. (La descripción profética de Isaías 63:1-6, encuentra cumplimiento en estas palabras). Sí, El pisará el lagar de la furia de la ira del Dios Todopoderoso.

Verso 14:

"Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio le seguían en caballos blancos".

Observe que nuestro Señor Jesús no está regresando solo a la tierra para pelear por Israel (ver Zac. 12:14; Mateo 24:29-30; Ap. 1:7); sino que El está viniendo con sus ejércitos de guerreros. Excepto por la profecía de Enoc en Judas 1:14-15, Juan realmente vio al Hijo de Dios viniendo con Sus ejércitos, todos en caballos blancos y todos vestidos en lino fino, blanco y limpio. ¿Quiénes son éstos que le seguían en caballos blancos y estaban "vestidos de lino finísimo, blanco y limpio"? Ellos, ciertamente no son ángeles, porque los ángeles no poseen lino fino, blanco y limpio. Ellos son los santos de Dios (la Novia), quien se ha convertido en la Esposa de Cristo. Así es. Ella se ha casado con Cristo y en la presencia de los ejércitos Celestiales, ha sido declarada como Su Esposa, en la Gran Cena de Matrimonio del Cordero, justo antes de este evento. Juntos con Cristo, ellos regresan a la tierra cabalgando sobre caballos blancos, lo cual significa que tienen el poder de la Palabra para juzgar y limpiar al mundo de todos sus males. Después, reinarán con Jesucristo, su Señor y Maestro, como está prometido en la Palabra del Señor. "Después recibirán el reino los santos del Altísimo, y poseerán el reino hasta el siglo, eternamente y para siempre" (Daniel 7:18, ver cap. 17:27; 2 Tim. 2:12; Ap. 3:21; 20:6).

Una mirada cuidadosa sobre esta visión, muestra que el Capitán Jesús y Sus ejércitos no están armados, y que el Capitán Mismo es el único cuyas ropas están teñidas con sangre. Aparentemente, cuando venga a la tierra con Su Esposa y en la gloria de Dios, El sólo pisará el  lagar de la furia e ira del Dios Todopoderoso (ver Is. 63:3).  Su Esposa compartirá y se regocijará en Su triunfo. Pero, ¿qué arma usará Jesús para pelear con Sus enemigos? Como siempre, El usará la Palabra de Dios, la espada aguda de dos filos de la Palabra de Dios.

Versos 15 y 16:

"De su boca sale una espada aguda para herir con ella a las naciones, y El las regirá con vara de hierro; y El pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso".

"Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES"

El nombre "REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES" justamente pertenece a Jesucristo, Quien viene con absoluta soberanía real. El es verdaderamente el Rey de reyes y el Señor de señores. Y de la boca de Cristo aparecerá una espada aguda de dos filos (ver Hebreos 4:12; Ap. 1:16), con la cual El herirá a aquellos que subirán contra la Ciudad de Jerusalén. El terminará la Batalla de Armagedón tan rápido como empezó.

Acuérdese de Apocalipsis 14 - las cuatro fuerzas fueron soltadas para reunir a las naciones a la Batalla de Armagedón, cuando el ángel metió su hoz para juntar a las uvas y echarlas en "el gran lagar del furor y de la ira del Dios Todopoderoso". Para este momento las naciones "Diez Cuernos", ya habrán destruido a la Gran Ramera y habrán puesto sus ejércitos en Jerusalén. Con la destrucción de la Iglesia Romana Apóstata, la Semana 70 de Daniel habrá corrido su curso. Los 1260 días de la Gran Tribulación, habrán terminado. Pero aún quedan otros 30 días antes de que Cristo llegue a acabar con todo rastro de esa cosa detestable, porque los Diez Cuernos de ese sistema Bestial, aún deben ser destruidos. "Y desde el tiempo que sea quitado el continuo sacrificio hasta la abominación desoladora, habrá mil doscientos noventa días" (Dan. 12:11).

Mientras tanto, el secado del río Eufrates eliminó la barrera para el avance de los Reyes del Oriente y de sus ejércitos de 200.000.000 de fuerzas,  a Jerusalén (ver Ap. 16). Estos Reyes del Oriente encontrarán la oportunidad para moverse rápidamente a la Tierra de Israel, cuando vean la muerte de la Gran Ramera. Con la moderna tecnología de transportes de hoy, las maniobras de tropas armadas y armas pueden tomar lugar en una cuestión de horas o de pocos días.

En el Valle de Megido, el punto central de toda la Batalla de Armagedón, estos ejércitos Orientales anti - Dios y anti - Cristo, harán guerra contra las naciones "Diez Cuernos" y sus aliados, por la supremacía y control de Jerusalén. Esta guerra no durará por meses, terminará muy pronto en cuestión de pocos días. Así que, mientras que el final de los 30 días (1290 días, como fueron mencionados por Daniel, menos 1260 días de la Gran Tribulación) se aproxime, los cielos comenzarán a mostrar las distintas señales de la aparición de Jesucristo. Luego, con absoluto poder y gran gloria, Cristo aparecerá cabalgando sobre un caballo blanco, seguido por Sus ejércitos de santos, quienes también estarán sobre caballos blancos. El pisará "el gran lagar del furor y de  la ira del Dios Todopoderoso". "Y en aquel día yo procuraré destruir a todas las naciones que vinieren contra Jerusalén" (Zac. 12:9). Y la fuerza de oposición más fuerte contra Cristo serán los "diez cuernos" de la Bestia. "Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él son llamados y elegidos y fieles" (Ap. 17:14).

Cuando el Señor Jesús venga, descenderá sobre el Monte de los Olivos y causará un gran terremoto. "Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está enfrente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur" (Zac. 14:4). El peleará y conquistará sin usar una espada literal, sino usando la Palabra Hablada de Dios. El hablará la Palabra de Juicio contra todos los oponentes de Jerusalén. "Y esta será la plaga con que herirá el SEÑOR a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: la carne de ellos se corromperá estando ellos sobre sus pies, y se consumirán en las cuencas sus ojos, y la lengua se les deshará en su boca" (Zac. 14:12). "En ese día los hombres serán golpeados por el SEÑOR con gran pánico.  Cada hombre agarrará la mano del otro, y se atacarán unos a otros" (Zac. 14:13-NVI).

La Batalla de Armagedón - "La Cena del Gran Dios"

Versos 17, 18 y 19:

"Y vi a un ángel que estaba en pie en el sol, y clamó a gran voz, diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo: Venid, y congregaos a la gran cena de Dios",


"para que comáis carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes".


"Y vi a la bestia, a los reyes de la tierra y a sus ejércitos, reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo, y contra su ejército".

¡Qué invitación! Así como El ha invitado a los santos a la Cena de Matrimonio del Cordero en el Cielo, Dios preparará una gran cena e invitará a las aves del aire a reunirse para un gran festín. ¡Qué cena! , habrá "carnes de reyes y de capitanes, y carnes de fuertes, carnes de caballos y de sus jinetes, y carnes de todos, libres y esclavos, pequeños y grandes", y todos ellos yacerán en un desorden sangriento, en el campo de batalla de alrededor de 200 millas (322 kmts.) de longitud (ver Ap. 14:20). Esta mesa de cena, quedó presentada como resultado de la Batalla de Armagedón.


La Bestia y el Falso Profeta Lanzados al Lago de Fuego

Verso 20:


"Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego que arde con azufre".

Inmediatamente después de que el Señor haya vencido y juzgado a todos Sus enemigos, capturará a los dos espíritus fundamentales que han sido los principales instigadores contra  las Palabras y Obras de Dios. El capturará al espíritu de la Bestia (el cual es Anticristo - Anti Palabra), que se ha encarnado en el "Hombre de Pecado" (2 Tes. 2:4-8), la "Abominación Desoladora" (Mateo 24:15 - ver Daniel 9:27), quien comenzó su pacífica conquista como un "cuerno pequeño" (Daniel 7:24-26), cuando se apoderó de tres de los diez reinos del Imperio Romano. Después, Jesús también, agarrará al espíritu del Falso Profeta (el cual es la Segunda Bestia, que trajo falsas profecías - engaños y mentiras). El los lanzará vivos al Lago de Fuego, que está especialmente "preparado para el diablo y sus ángeles" (Mateo 25:41). Ellos no podrán volver al mundo nunca más. La Bestia destructiva (el espíritu), (Gr.: therion, animal peligroso y destructivo) que busca a los justos de Dios para destruirlos, será destruida para siempre en el Lago de Fuego (ver Daniel 7:11). El (espíritu del) Falso Profeta, que engaña a las naciones del mundo para que reverencien y se unan al sistema Bestial, será aniquilado para siempre. Todo lo que sea lanzado en el Lago de Fuego, dejará de existir de inmediato.

Verso 21:


"Y los demás fueron muertos con la espada de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron de las carnes de ellos".

Como Ananías y Safira (Hechos 5), el remanente de los ejércitos de las naciones, que se reunieron contra Jerusalén, serán muertos por el poder de la palabra hablada de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, "con la espada que salía de la boca del que montaba el caballo". Sus carnes serán comida para todas las aves de rapiña, que se reunirán allí, procedentes de todo el mundo. Estas aves limpiarán el sangriento caos de la guerra.

"Bramaron las naciones, titubearon los reinos; dio El su voz, se derritió la tierra. El SEÑOR de los ejércitos está con nosotros; nuestro refugio es el Dios de Jacob. Selah. Venid, ved las obras del SEÑOR, que ha puesto asolamientos en la tierra. Que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra. Que quiebra el arco, corta la lanza, y quema los carros en el fuego. Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra" (Salmo 46:6-10).
Autor: Apóstol Richard Gan. Publicado en su Web Prophetic Revelation. Traducido al español por betelmensaje.blogspot.com