Páginas

Traductor

EL BAUTISMO EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO


 
"...Y el que es justo, sea todavía justificado; y el que es santo sea todavía santificado" (Ap. 22:11).

"Pero el que no tiene estas cosas tiene la vista muy corta; es ciego, habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados" ( 2 Pedro 1:9) .

En este Tiempo Final los verdaderos creyentes de la Biblia deben escudriñar la armadura espiritual del evangelio apostólico. La verdad del bautismo en el Nombre de Jesucristo es nuestra santificación y reconciliación con Dios por el perdón de los pecados,  para que Cristo pueda bautizarnos en el Espíritu Santo y en la revelación de Su palabra. El bautismo es la unión del creyente con la muerte del Cordero y con Su resurrección.

"Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo" (Gálatas 6:14).

El evangelio nos revela que todo lo que hizo Jesús en la cruz, en el sepulcro, en lo profundo de la tierra y después que Se levantó de la muerte, es  nuestra salvación y vida eterna (Juan 3:16). 

"Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado será salvo; mas el que no creyere será condenado" (Marcos 16:15-16).

El bautismo en el Nombre de Jesucristo es el BAUTISMO ORIGINAL que fue practicado por los Apóstoles. Esto no es algo nuevo, pero si miras cuidadosamente las Escrituras, encontrarás que no hay ninguna persona que haya sido bautizada en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Por 330 años, después de Cristo, todo el mundo fue bautizado en el Nombre de Jesucristo. Luego, los cristianos romanos se organizaron, se volvieron la denominación católica, y entonces empezaron a bautizar en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Las referencias que dan los libros de la Historia de la Iglesia, pueden probar todo esto. Pero hay algunos que pueden ser encontrados en la librería pública:

"Diccionario de la Biblia - Scribners" - Vol. 1, pg. 241
"Enciclopedia Canney"- pg. 53
"Nueva Enciclopedia Internacional" - Vol. 22, pg. 476
"Diccionario de la Biblia" - James Hastings

Estos trabajos y otros, prueban que el bautismo en agua en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo es una TRADICION DEL HOMBRE, iniciada por la Iglesia Católica Romana, y luego adoptada por todas las otras denominaciones protestantes y evangélicas. ESTO ES UN ERROR Y UN BAUTISMO FALSO.

Como sabemos, cientos de años después de haber venido la Iglesia Católica Romana, Martín Lutero vio en ella muchos errores en sus doctrinas, pero él continuó bautizando en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo. Hacia el año 1525, los Anabaptistas vieron que estaba mal bautizar niños pequeños y comenzaron a bautizar por inmersión a los adultos. ("El crecimiento de la Iglesia Cristiana" por Nichols, pg. 231 (en inglés). En los años 1700, John Wesley recibió más luz de las Escrituras, pero continuó con la fórmula bautismal de la Iglesia Católica.

Después los Evangélicos 'Pentecostales' vinieron, y la gente fue llena con el Espíritu Santo, pero la mayoría siguió con lo mismo, y ha sido así hasta ahora. Entonces, por más de 1600 años hemos tenido un bautismo que no es el que fue realizado en el principio - Este comenzó bien, pero la Iglesia Católica Romana lo cambió.

La Iglesia Católica Romana cambió la fórmula que fue usada originalmente y también el método o modo de bautizar. Después de que Pablo, Pedro, Jesucristo y otros padres de la iglesia primitiva, se fueron, la Iglesia Católica Romana comenzó a bautizar a los niños de la gente por rociamiento sobre la frente, en sus cabezas, usando el título "nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo".

En Hechos 2:38, nosotros leemos: "Arrepiéntanse, y cada uno de ustedes sea bautizado en el Nombre de Jesucristo, para que les sean perdonados sus pecados", pero ¿cómo puede un niño arrepentirse, cuando él no sabe qué es el pecado y que él es un pecador? Qué parte del bautismo católico romano está errado? ¡Está todo mal! Cada parte del mismo está errada. No hay tal cosa en la Biblia. ¿Dice la Biblia que bauticemos niños, cuando ellos no saben que son pecadores y por supuesto, no pueden arrepentirse? La parte del agua de este bautismo, también está errada. No debemos rociar a los niños ni a los adultos, pero sí debemos sumergir en el agua a la gente. Pero no se deben sumergir niños, además del riesgo de que se ahoguen.

La parte hablada, también está mal. Entonces, todo ese bautismo está errado. De hecho, la gente que ha sido bautizada de ese modo, no está bautizada en lo absoluto porque eso no es ESCRITURAL. Luego, cada parte de ese bautismo está totalmente errada.

Pero, desde que tenemos la revelación del bautismo cristiano verdadero, el cual es Escritural, sabemos qué es lo cierto y absoluto. Entonces, nosotros bautizaremos a la gente que esté totalmente consciente de que son pecadores y que esté completamente dispuesta a arrepentirse de sus pecados. Sea un joven o un adulto, estamos para bautizarlos en el Nombre de Jesucristo, que es la UNICA FORMULA BAUTISMAL ESCRITURAL. Las Escrituras indican, con respecto a la inmersión, estar totalmente sumergido en el agua, lo cual está escrito en:

Mateo 3:16: "Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él".

Hechos 8:38: "Y mandó parar el carro, y descendieron ambos al agua, Felipe y el eunuco; y le bautizó".

Romanos 6:4: "Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por medio del bautismo". El bautismo es el entierro 
del pecador arrepentido juntamente con Jesús,  porque ha muerto al pecado con Jesús en la cruz.

Cada persona que fue bautizada en la Biblia, por lo menos hay 8012 mencionados, fueron TODOS BAUTIZADOS EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO.

Hechos 2:38 - Hechos 4:10-12 - Hechos 8:16 - Hechos 10:48 -  Hechos 19:3-6 - Hechos 22:16

Si tú revisas las enseñanzas de Pedro, y también de Pablo, verás que ambos enseñaron y practicaron el bautismo en el Nombre de Jesucristo. Si alguien puede desechar las enseñanzas de éstos dos hombres, entonces está desechando toda la Biblia.

Es esencial que seamos muy cuidadosos con las Escrituras, en lugar de las tradiciones del hombre. Note Gálatas 1:11-12: "Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio que ha sido anunciado por mí, no es según el hombre; pues ni lo recibí, ni lo aprendí de hombre, sino por revelación de Jesucristo". (Leer también el verso 16 y también notar Gál. 1:8-9). "Pero, aún si nosotros o un ángel del cielo os anunciare otro evangelio del que os hemos anunciado, sea anatema".

Por lo tanto, todo ministro que bautice gente en el Nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo, está maldito, de acuerdo con las enseñanzas de Pablo, pero ellos no lo saben. Algunas personas que son creyentes inseguros, prefieren creer a Jesús antes que a Pedro, pero Hechos 1:1-2 dice que Jesús, a través del Espíritu Santo, les dio mandamientos a los Apóstoles; teniendo las llaves del Reino, también se las dio a Pedro. "Y a ti daré las llaves del reino de los cielos; " (Mateo 16:19) Pedro ordenó a la gente a bautizarse en el NOMBRE DE JESUCRISTO, en Hechos 2:38 y 10:48.

Juan 16:12-13 dice: "Aún tengo muchas cosas que deciros, mas ahora no las podéis llevar. Pero cuando viniere aquel Espíritu de Verdad, él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir".

En este pasaje, vemos que los Apóstoles no entendieron muchas cosas en el tiempo que Jesús estuvo con ellos en la tierra, pero el Espíritu Santo se las mostró después de que Jesús se había ido. En otras palabras, NUEVAS verdades les fueron reveladas por el Espíritu. Ver también en Juan 14:26, donde Jesús les prometió que el Espíritu Santo les enseñaría todas las cosas. El Espíritu les reveló y les puso bien en claro a los Apóstoles, que el Nombre (no títulos) del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo era Jesucristo.

En adición a las 8012 personas que mencionamos antes, vemos en Hechos 18:8, que luego de escuchar las enseñanzas de Pablo, Crispo el Principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa, y muchos de los Corintios que le oyeron, creyeron y fueron bautizados. Nosotros sabemos que Pablo enseñó el bautismo en el Nombre de Jesucristo. En Hechos 19:1-7 donde los Efesios que creyeron y habían sido bautizados en el bautismo de Juan el Bautista, fueron rebautizados en el Nombre del Señor Jesús, después de oír la enseñanza de Pablo en cuanto a eso.

De nuevo, en adición a las 8012 personas mencionadas, vemos a Felipe bautizando a un número de personas en el Nombre de Jesucristo, en Samaria. Ver Hechos 8:5,12,16 y cuando Simón el hechicero fue bautizado (verso 13).

Con respecto a las palabras que Jesús habló en Mateo 28:19 "Por tanto, id, y doctrinad a todos los gentiles, bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo", Padre, Hijo y Espíritu Santo son todos títulos, no son nombres. Hay un incontable número de 'papás' que son llamados 'padre' cada mañana, pero éste es un título y cada uno de éstos padres tiene su nombre personal. El NOMBRE del Padre, Hijo y Espíritu Santo es JESUCRISTO. Note que en Isaías 9:6, el Hijo fue llamado "El Todopoderoso Dios, el Padre de la Eternidad", y en Juan 5:43 Jesús dijo: "Yo he venido en el NOMBRE DE MI PADRE".

Quiero traer su atención a Filipenses 2:9-11: "Por lo cual Dios también le ensalzó a lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre; para que en el Nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y de los que están en la tierra, y de los que están debajo de la tierra"; "y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para la gloria de Dios Padre".

Note especialmente el verso 11 que dice que toda lengua confesará a ese NOMBRE. Toda lengua y toda rodilla confesará que Jesús es el Señor, y que su Nombre, el cual es Jesucristo, es el Nombre sobre todo NOMBRE.

Además, en Colosenses 3:17  Pablo enseñó: "Y todo lo que hacéis, sea de palabra, o de hecho, hacedlo todo en el Nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por él". Y si nosotros agradecemos a Dios por nuestro pan cotidiano en el Nombre de Jesús, oramos por los enfermos en el Nombre de nuestro Señor Jesús, echamos los demonios en el Nombre de Jesucristo, y saludamos a los santos en el precioso Nombre de Jesucristo, etc., con más razón debemos tomar el Nombre de Jesucristo por medio del bautismo en agua.

En el acto del bautismo, el creyente tanto en palabra como en hecho, confiesa y acepta el Nombre del Señor Jesucristo. Sabemos que estamos viviendo en un día de preparación para aquellos que estarán en el rapto. La Novia viviente de Cristo aceptará todas las verdades que están en la Biblia. Pero aquellos que creen ser de la Novia y no lo son, creerán mentiras y tradiciones. Toda la gente denominacional estará en contra de tal BAUTISMO, aunque tienen que aceptarlo y admitir que sus enseñanzas están equivocadas. Pero esto es lo que no harán.

De todos modos, aquellos que preparen a la Novia estarán abiertos a recibir toda instrucción en la Justicia de Dios y dispuestos a ser corregidos. Nosotros debemos ser corregidos si es que somos hijos de Dios. Así como aquellos que tienen familia deben corregir e instruir a sus hijos, lo cual es un signo de que los aman, así también debemos permitirnos ser corregidos por la palabra de Dios.

Si nos tomamos el tiempo para mirar los versos de las Escrituras y oramos sobre ellos, ciertamente el Señor nos revelará Su palabra. Es esencial que nos aseguremos que nuestras vidas están viviendo en completa obediencia a la palabra.

LA DOCTRINA DEL BAUTISMO 

"Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, habéis obedecido de corazón a aquella forma de doctrina a la cual sois entregados" (Romanos 6:17) .

En Mateo 28:19 vemos que Jesús le dio el mandamiento a sus Apóstoles de adoctrinar a los que creyeran en Su Nombre, después de que les fuera predicado el evangelio. "Así que, los que recibieron su palabra, fueron bautizados..., y perseveraban en la doctrina de los apóstoles..." (Hechos 2:41-42).  Acerca de la doctrina del bautismo en agua en el Nombre de Jesucristo, el Espíritu Santo nos escribió la revelación a través del Apóstol Pablo:

"¿No sabéis que todos los que somos bautizados en Cristo Jesús, somos bautizados en su muerte?"
(Romanos 6:3). 

Los creyentes romanos recibieron el entendimiento  de la palabra que habían obedecido y tomaron conciencia de la salvación del alma. En este último tiempo las fuerzas de oscuridad están procurando obstaculizar la mente de los hijos de Dios, para que no conozcan la verdad del evangelio. Es la presión demoníaca de la apostasía en el mundo iglesias.  Abundan los cristianos 'nominales'  cegados por el espíritu del sistema religioso organizado mundial, el cual es 'Misterio, Babilonia la Grande,  la Madre de las Rameras y de las Abominaciones de la Tierra' (Apocalipsis 17:5). Es el espíritu anticristo que está captando a la gente en las organizaciones que han fundado los hombres (Is. 60:1-2). Ellos no han hecho más que contender contra el  fundamento sobre el cual fue edificada la verdadera Iglesia, porque modificaron el evangelio. Sus caminos y obras indican que no han sido levantados ni enviados por Jesucristo. Por tanto, cosecharán su mala siembra.

Pero, hay creyentes sinceros buscando la verdad de Dios que están contaminados con el espíritu babilónico anticristo y desean limpiarse, aunque no saben cómo lograrlo (Ver Ap. 3:14-22) .  La actividad del enemigo es contra la reverencia y temor de Dios en miles de cristianos. Les ha causado la tibieza y el conformismo que tienen de mantenerse en sus propios sentimientos y experiencias. Tu  liberación de maldiciones y plagas va a llegar con el regreso honesto y  de todo corazón al mismo evangelio que el Maestro ordenó por medio de sus Apóstoles.

¡Hijos de Dios, salgan de Babilonia y conviértanse al evangelio apostólico para ser de Jesucristo y nacer de nuevo completamente !

"Y oí otra voz del cielo, que decía: Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas" (Ap. 18:4).

"Yo te amonesto,
que de mí compres oro afinado en fuego, para que seas hecho rico, y seas vestido de vestiduras blancas, para que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas" (Ap. 3:18) .

"No tomarás el Nombre del Señor tu Dios en vano" (Exodo 20:7) .

Para los creyentes que ya se han bautizado correctamente y para los que habrán de hacerlo, en el capítulo 6 de Romanos se encuentra la doctrina del bautismo en el Nombre de Jesucristo. No se trata de una ceremonia religiosa, donde las personas solamente toman un baño por inmersión para cumplir con la letra de la Biblia. Eso le sucedió a los creyentes de Roma. Es evidente el esfuerzo adoctrinador del Apóstol Pablo, para despertarlos a que asumieran una nueva conciencia respecto al bautismo bíblico en agua.

Debemos pensar que estando a dos mil años de la experiencia de ellos, durante ese tiempo han venido muchos ataques demoníacos contra el bautismo original del evangelio. Mas gracias a Dios que nos ama a Su pueblo. Porque en esta hora esas tinieblas han pasado. El bautismo en el Nombre de Jesucristo es anunciado y podemos conocer su doctrina. Es la doctrina de la Santificación. Santificación es limpieza y separación del pecado, de las mentiras religiosas y sus maldiciones para la reconciliación con Dios del creyente que ama a Su Señor y Salvador.

Hermano y amigo, hay un poder escondido en la palabra de la cruz. Hagamos nuestras las palabras espirituales del apóstol Pablo: "No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree" (Romanos 1:16). Porque el evangelio no consiste en las creencias religiosas del mundo iglesias, sino en el poder salvador, sanador y transformador del alma. 

El arrepentimiento genuino que produce el Espíritu Santo en el creyente le convence que debe renunciar a la incredulidad y justificarse delante de Dios.  Entonces, ¿adónde irá por fe para hallar la Justicia que necesita y la reconciliación con el Padre eterno? 

La respuesta es: 

1) Creer en Jesucristo. 

"Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo"  (Romanos 5:1).

2) Obedecer el verdadero evangelio.

"Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano" (1 Cor. 15:1-2). 

El verdadero evangelio de la Biblia que justifica y santifica al creyente son las palabras siguientes:

"Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el Nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch. 2:38)

"Porque somos sepultados juntamente con El para muerte (separación de la vida pecaminosa) por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida" (Romanos 6:4).

Para que los hijos de Dios no fuéramos santificados las tinieblas de satanás introdujeron el falso bautismo trinitario y aun el menosprecio y negación a este glorioso mandamiento del Señor Jesucristo. 

Porque es el poder santificador y reconciliador de Jesucristo para que el  justificado reciba el Espíritu Santo en su alma.

Nuestra fe en la sangre de Cristo y el arrepentimiento es para justificación. Pero la reunión completa con Su muerte es en el sepulcro para nuestra santificación. Todos las personas que se han arrepentido de haber pecado están muertos con Jesús allí en la cruz. Pero los bautizados en Su Nombre están muertos también con Jesús en el sepulcro, para que Su resurrección se manifieste en ellos y nazcan de nuevo. Su muerte fue nuestra muerte. Jesús no tenía que morir por El Mismo, pero por nosotros El entregó Su sangre sin mancha y sin contaminación para destruir el pecado y toda maldad serpentina en nuestras vidas.

"Y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado" (1 Juan 1:7).

"Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para que nos perdone nuestros pecados y nos limpie de toda maldad" (1 Juan 1:9).

Es a través del mandamiento del arrepentimiento y bautismo en Su Nombre que somos reunidos con el Señor en Su muerte, sepultura y resurrección.

¡ENTONCES EL SEÑOR JESUCRISTO SE CONSTITUYE EN NUESTRO FUNDAMENTO, LA ROCA DE NUESTRA SALVACION  Y  VIDA ETERNA!

Los hijos de Dios que por Su Gracia aceptamos y obedecimos Hechos 2:38, estamos:

1)  Justificados por la fe en Su sangre y el arrepentimiento.

2) Santificados por el bautismo en Su Nombre Jesucristo y reconciliados con Dios en la muerte de Su Hijo.

3) Resucitados juntamente con El por el don del Espíritu Santo. Somos nuevas criaturas consagradas a la perfección del entendimiento de Su palabra, para poder crecer y madurar.

"Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere: la muerte ya no se enseñoreará más de él. Porque al haber muerto, al pecado murió de una vez; más al vivir, para Dios vive. Así también vosotros, PENSAD que ciertamente estáis muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro" (Ro. 6:9-11) .

El bautismo en agua en el Nombre de Jesucristo es la demostración hacia Dios nuestro Padre de haber creído que Su Hijo murió por nuestros pecados, resucitó y ascendió para nuestra salvación y vida eterna. 

"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos" (Hch. 4:12).

Pertenecer al Nombre de Jesucristo es el gran mandamiento del Eterno, porque encarna en el creyente el poder de Su muerte sobre el pecado, el mundo y las tinieblas. La eficacia de la palabra del bautismo es confirmada y glorificada por el Espíritu Santo, que actúa en nosotros haciéndonos UNO con Su resurrección y ascensión.

"El cual, fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación" (Romanos 4:25) .

CONCLUSION

Cree en el Señor Jesús resucitado y únete por fe con Su obra expiatoria y redentora obedeciendo el bautismo en el Nombre de Jesucristo, para nacer de nuevo y entrar en el Reino de Dios (Leer Marcos 1:15). 

"El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece y yo en él" (Juan 6:56) .
   
"Soy el que vivo, y he sido muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos. Y tengo las llaves de la muerte y del infierno"  (Apocalipsis 1:17-18) .


El malhechor se convirtió
Pendiente de una cruz;
El vio la fuente y se lavó,
Creyendo en Jesús.

Y yo también mi pobre ser
Allí logré lavar;
La gloria de su gran poder
Me gozo en ensalzar.

¡¡Eterna fuente carmesí!!
¡¡Raudal de puro amor!!
Se lavará por siempre en Tí
El pueblo del Señor.