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LA CARTA A LA IGLESIA EN LA EDAD DE LAODICEA


Apocalipsis 3:14

"Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios;"

Estamos viviendo en la Edad de Laodicea que comenzó alrededor del año 1906 y que finalizará con la venida de Cristo por Su Esposa.  Aunque el nombre de Laodicea significa "los derechos de las personas", frecuentemente fue usado en honor a ciertas damas reales. El nombre escogido por el Señor es apto para esta última Edad.  Hay indicios de muchas  "damas reales"  (grandes iglesias denominacionales), con personas adentro de ellas demandando sus derechos.  Pero el único derecho que un Cristiano tiene es lo que Dios ha declarado en Su Palabra y los Cristianos de Laodicea no lo quieren. Ellos no lo pueden decir abiertamente, pero tienen afuera el agua de la Palabra (limpieza espiritual) y la Voluntad de Dios, a tal punto que prácticamente se visten, hablan, y son como el mundo.  Ellos maldicen, juran, engañan y mienten.  Sus mujeres cortan su cabello, pintan sus caras, se ponen shorts y pantalones como hombres o visten indecentemente.  Algunos de sus hombres, con cabellos largos se comportan casi como las mujeres.  Dichos Cristianos son seducidos por espíritus de mentira (1 Tim. 4:1).  Esta última generación de la Edad de Laodicea es una generación enferma.

"El Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios" - Cristo Jesús - renunció a sus propios derechos a fin de hacer la voluntad de nuestro Padre Celestial. El fue obediente a cada Palabra de Dios y cumplió la voluntad del Padre, convirtiéndose en un cordero sacrificial viviente, llevando sobre Sí mismo los pecados del mundo a la cruz.  Derramó Su preciosa sangre y murió por la salvación de la humanidad. El conquistó la muerte para que podamos tener vida.  Leer Juan 17:4;  6:38;  5:19  Por lo tanto, nosotros le pertenecemos a Cristo. Cristo vive en nosotros. Ya no nos pertenecemos más, porque fuimos comprados con precio (Gálatas 2:20;  1 Cor. 6:19-20).  "Porque vosotros hermanos, a libertad fuistes llamados; solamente que no uséis la libertad como una ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros" (Gál. 5:13).

Verso 15:

"Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueses frío o caliente!"

Verso 16:

"Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca".

Cuando los Cristianos demandan sus derechos, la prioridad del Señor y Su Palabra son relegados a un segundo lugar, ya que sus mentes están preocupadas por sus derechos individuales.  Son tibios y no tienen correcto juicio espiritual. No son ni fríos ni calientes. Si fueran fríos o calientes, Dios lidiaría con ellos de acuerdo a eso. Pero Dios está harto de Cristianos tibios y los vomitará fuera de su boca.  Ellos pueden tener ciertos logros en sus obras para el Señor, pero Dios no está interesado en ellas.  Verdaderamente "Hay camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es sendas de muerte" (Prov. 14:12).  Amados, ¡quédense en línea con la Palabra!,  ¡no sean como la Iglesia de allá afuera en el mundo!

Verso 17:

"Porque tú dices:  Yo soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo".

¡Cómo es cierto esto!  Cuando esta Edad de la Iglesia está cerca del retorno de Cristo, se convierte vana en su apariencia.  Pero la Novia, el Verdadero Elegido, no es así.  Cada una de las "damas reales" (grandes iglesias denominacionales) compiten por la gran atención del mundo, con sus programas de iglesia, para incrementar sus miembros.  Tienen diferentes clases de actividades sociales para hacer que la gente se sienta bien.  Ellos recaudan grandes cantidades de dinero para comprar propiedades y construir grandes iglesias. Ciertamente, estas grandes denominaciones están muy preocupadas por sus riquezas y abundancia de bienes materiales que creen que Dios les está favoreciendo.  Pero se están engañando a sí mismos al pensar que las riquezas materiales son las bendiciones de Dios.  Ellos son "desventurados,  miserables,  pobres,  ciegos  y  desnudos"  (ver Sant. 5:1-3) y  ¡ni siquiera lo saben!  Qué patético es para una persona estar en tal situación y ni siquiera saberlo.  Lo mismo se aplica para la condición espiritual.  ¡Esto es simplemente tibieza!  Amado, estas iglesias organizadas se presentan religiosas.  Son el Edén de Satanás.  Y Dios los echará en la Gran Tribulación.

Verso 18:

"Por lo tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez;  y unge tus ojos con colirio, para que veas".

Nuestro Señor Jesucristo es un Dios de amor, gracia y misericordia. Antes de que traiga el juicio,  dará una advertencia y proveerá un camino de escape para aquellos que tienen un oído para oir lo que Su Espíritu dice a la iglesia.  El está aconsejando a la Iglesia a comprar de El "oro refinado en fuego".  En otras palabras,  Quiere que tengan la fe genuina que ha resistido la prueba del sufrimiento a lo largo del tiempo - Fe del Espíritu Santo en la Palabra de Dios, en Cristo Jesús y en el Ministerio de Dios para la hora presente.  No se trata sólo de evangelizar al mundo, hablar en lenguas, orar por los enfermos o hacer buenas obras, etc. sino de que Cristo revele la plenitud de la Palabra de Dios en los creyentes, para que puedan verdaderamente ver las riquezas en la Palabra y sean vestidos espiritualmente en ella.  Sin embargo, muchos Cristianos no pueden estarse quietos durante un tiempo para oir realmente y recibir el Mensaje que Dios ha preparado para ellos.  Así que,  acaban con dones falsos y con oro de tontos que no vale nada.  Pero Jesús dijo:

Verso 19:

"Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues,  celoso,  y arrepiéntete".

Sí, hay un grupo de gente a quienes Jesús ama.  Ellos se arrepentirán.  No quieren ser rebeldes para no tener que ser corregidos por Jesús.  Responderán al amor de Dios en Cristo. Escucharán la voz del Séptimo Mensajero de Dios a esta Edad de la Iglesia,  William Marrion Branham.  Recibirán y contenderán por la fe de oro genuino que una vez fue entregada a los santos en los días de los Apóstoles (Judas 3).  El camino de los creyentes no es fácil.  Sin embargo, a los creyentes fieles, el Apóstol Pedro advirtió:  "Para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo" (1 Pedro 1:7).  Amén

Verso 20:

"He aquí,  yo estoy a la puerta y llamo;  si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo".

Al llegar esta Edad de la Iglesia a su fin, vemos que Jesús ya no está en su interior.  Esta Edad de la Iglesia comenzó con una efusión de Dones de Dios.  Se suponía que esta efusión haría que ella prestara mucha atención a la Palabra de Dios.  En lugar de esto,  vemos que quiere más dones de Dios que de El mismo.  Pablo dijo que Dios da y distribuye Sus Dones, según Su Voluntad (ver 1 Cor. 12),  pero la iglesia está diciendo que todos los creyentes deben hablar en lenguas o al menos tener uno de los dones.  Por otro lado, hay quienes rechazan los dones, diciendo que ellos eran solamente para la iglesia primitiva.  Hay tanto cisma en la iglesia en esta era,  que cada asamblea organizada, en alguna manera, afirma ser la única "dama real" de Cristo.  ¿Cómo podría ser eso cuando no sólo han desplazado la Palabra, sino que la han reemplazado con los dogmas y creencias del hombre?  En lugar de adorar a Dios en espíritu y en verdad, son adoradores humanos de acuerdo con las tradiciones.  Son tan considerados con sus actividades religiosas que no se dan cuenta de que Cristo ya no está en el interior de la iglesia.  Sí, esta es la condición de la iglesia el día de hoy.  Cristo está afuera de la iglesia y El está llamando a las personas a abrir sus corazones a El.

La iglesia de hoy no tiene verdadero mensaje para los pueblos del mundo, porque Cristo ha dejado de ser en el interior de la misma.  Así, con el fin de obtener reconocimiento como un poder, las  "damas reales" se están uniendo entre sí.  Satanás planificó que eso sucediera en el siglo XX, para unificar a todas estas "nobles rameras" bajo el mismo techo del "ecumenismo" - "Un Mundo,  Una Iglesia" - para conducirlos de vuelta a su Madre, la Gran Ramera de Apocalipsis capítulo 17, que es la Iglesia Católica Romana.  No es de extrañar,  Apocalipsis capítulo 10 nos muestra que el Angel Poderoso (Quien es Cristo) juró que el tiempo ya no debe retrasarse más, para que Cristo reclame Su derecho de redención, desde que Su último Mensaje a la edad ha venido a la Iglesia y la Edad ha llegado a su fin.  A través del mensaje del Séptimo Angel a la edad,  Cristo está llamando a los elegidos de Dios a huir del sistema de la ramera.  Cada verdadero adorador abrirá su corazón para que Cristo entre.  Y la mesa celestial nunca ha estado antes tan ricamente extendida por el Señor ante los santos, como en esta última edad, en la que El festeja con ellos y ellos con El.  La Novia está volviendo a la Palabra de Dios y está siendo perfeccionada por medio de ella en este momento, a través del Quíntuple Ministerio (Ef. 4:11-16).  Cristo se está revelando a Sí Mismo en plenitud a la Novia, porque ha ungido sus ojos con colirio.

Verso 21:

"Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono".

Dios le concede a cada creyente, en forma individual, que triunfe sobre el estado de tibieza, que sea espiritualmente caliente para el Señor Jesús, que viva una vida santa, que haga la voluntad de Dios y el derecho de ser parte en la autoridad de Cristo.  Nuestro Señor Jesús, como vencedor, nos ha dado un ejemplo a seguir.  El dejó a un lado Su gloria, tomó la forma de hombre y "fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado" (Heb. 4:15, ver Fil. 2:5-11).  El triunfó y ahora está sentado con Dios en Su trono, teniendo toda potestad en Su mano (Mateo 28:18).

Verso 22:

"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

¿Has oído?  La advertencia de escuchar lo que el Espíritu está diciendo a las iglesias es la misma para todas las Edades.  No es solamente necesario escuchar, sino también es imprescindible tener un oído espiritual para oir correctamente la revelación del Espíritu Santo para la Edad.  Cristo está retirando la Dispensación de la Gracia a los gentiles, así que debemos ser más vigilantes en oración y comprender lo que el Espíritu Santo está haciendo con relación al Reino de Dios, para poder ser parte de Su plan eterno.