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LA PRIMERA RESURRECCION



Apocalipsis 20:5 y 6

"Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años.  Esta es la primera resurrección".

"Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años".


¿Qué es la primera resurrección, y por qué el santo que tiene parte en ésta es llamado bendito y santo?

A diferencia de la segunda resurrección, la primera resurrección comprende tres fases.  La primera fase ya ha tenido lugar.  Lo tuvo el día cuando Jesús resucitó de entre los muertos, tres días después que fue crucificado y sepultado en la tumba.  Mientras Su cuerpo fue puesto en la tumba después de Su muerte, el alma de Cristo descendió al corazón de la tierra, conocido en hebreo como el "sheol", el lugar de los difuntos muertos.  Parado allí en medio de todas aquellas almas en la cárcel de Satanás,  predicó el Evangelio y dio testimonio de la Palabra que El fue enviado a cumplir y había consumado (ver 1 Pedro 3:19).  Luego fue directo sobre Satanás, tomó  "las llaves del infierno y de la muerte" de él (Ap. 1:18) y comenzó a abrir las puertas de la prisión de los espíritus de Sus santos.  Siendo liberados de la cautividad de Satanás, estos santos se convirtieron en los cautivos de Jesucristo (ver Ef. 4:8). Entonces sucedió algo en la ciudad de Jerusalén cuando Cristo llevó Sus santos fuera de la cárcel de Satanás.  "Y he aquí, el velo del templo se rasgó en dos,  de arriba abajo; y la tierra tembló, y las rocas se partieron; y se abrieron los sepulcros, y muchos cuerpos de santos que habían dormido, se levantaron; y saliendo de los sepulcros, después de la resurrección de él, vinieron a la santa ciudad, y aparecieron a muchos" (Mateo 27:51-53).  Estos "muchos cuerpos" de santos del Antiguo Testamento han ascendido al paraíso de Dios.  Esta es la primera fase de la primera resurrección.

Más tarde en los días del Apóstol Pablo, muchos Cristianos estuvieron preocupados acerca de sus queridos familiares difuntos, en cuanto a la resurrección de la muerte.  Estas preguntas debían ser contestadas y Dios le dio a Su apóstol una revelación concerniente a la resurrección de la Novia de Cristo.  Pablo declaró precisamente en 1 Tesaloniscenses 4:13-18:  "Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.  Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.  Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor:  que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.  Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.  Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.  Por lo tanto alentaos los unos a los otros con estas palabras" y en 1 Corintios 15:51-53:  "He aquí,  os digo un misterio:  No todos dormiremos;  pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados.  Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad".

Esas fueron las palabras de un Apóstol y ellas no habían sido escritas por cualquier persona en ningún lugar antes que él.  Y ningún hombre desafió a Pablo y le requirió por una "cita" en el Antiguo Testamento para probar su enseñanza.  Pero la revelación estaba allí; la consistencia de una Verdad Escritural estaba allí.  Así, el hombre trajo una profecía y dejó que sus palabras sean juzgadas.  Amén

Esta segunda fase de la primera resurrección todavía no ha tenido lugar.  Tendrá lugar cuando nuestro Señor Jesús venga por Su Iglesia en el Rapto.  Nosotros estamos viviendo en el tiempo final cuando este evento pronto se celebrará.  Justo antes de que Cristo venga a tomar Su Iglesia, los Siete Truenos deberán pronunciar sus voces específicamente a los santos que se han preparado a sí mismos.  Estos habrán de ser los santos que se hayan separado de las iglesias prostituidas - Misterio Babilonia - la Gran Ramera y sus Hijas Prostitutas,  y que están contendiendo por la Fe Apostólica que una vez fue entregada a los santos.  Estos santos deberán alistarse a sí mismos como Esposa de Cristo en el tiempo que los Siete Truenos deberán pronunciar sus voces.  Porque ellos han oído la Palabra Hablada de Dios para la hora y han recibido la revelación del Señor Jesucristo, ciertamente estarán listos y esperando recibir la revelación de la Verdad que los Siete Truenos deberán hablar.  

La Palabra Hablada de los Siete Truenos dará a la Novia-Esposa la Fe de Rapto para su transformación.  Ellos tendrán una reactivación y esto los ocultará de los ojos de la gente del mundo.  Entonces, los muertos en Cristo resucitarán incorruptibles de sus tumbas como testimonio a los santos vivos, quienes en un abrir y cerrar de ojos serán cambiados de la mortalidad a la inmortalidad.  Después, juntos serán arrebatados para ser reunidos con el Señor Jesucristo en el aire.

"Ellos serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años".  Esta declaración se refiere a los santos de la Gran Tribulación y conformará  la tercera fase de la primera resurrección.

Hagamos memoria.  La primera resurrección  tiene tres fases.  En la primera fase, muchos de los santos del Antiguo Testamento se levantaron durante la resurrección de Jesucristo.  En la segunda fase, los que murieron en Cristo resucitarán primero y luego juntos con los santos vivientes serán arrebatados para reunirse con el Señor en el aire.  En la tercera fase, los santos martirizados resucitarán después que haya terminado el período de la Gran Tribulación.  "Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección;  la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años".

Observe:  "Pero cada uno en su debido orden:  Cristo, las primicias;  luego los que son de Cristo, en su venida"  (1 Cor. 15:23).  Los santos que resucitarán en la primera resurrección son considerados "Bienaventurados y consagrados santos" porque tienen la seguridad de la vida eterna.  La segunda muerte no tendrá ningún poder sobre ellos para reclamar cualquier alma que se levantará en la primera resurrección.  Estas almas son puestas aparte,  separadas de las almas del resto de la humanidad.  Por lo tanto,  benditos y consagrados son estos santos porque serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con El durante mil años.  Esta es ciertamente una grande bendición de un grado superior y una completa consagración eterna de Dios.

La Segunda Muerte

¿Qué es la muerte?  La muerte es la cesación de la vida.  El hombre consiste de espíritu, alma y cuerpo.  Para decirlo simplemente, el espíritu está en el alma que existe en el cuerpo.  La Primera Muerte ocurre cuando una persona deja de respirar (el aire de vida en el cuerpo se ha ido).  El alma, junto con el espíritu,  dejará el cuerpo.  La  Segunda Muerte  ocurre cuando el alma es echada dentro del Lago de Fuego.  El espíritu  (de vida que procede de Dios) deja el alma y vuelve al Dador de la Vida, mientras el alma pecadora es quemada y destruida en el Lago de Fuego - "el alma que pecare, esa morirá" (Ezequiel 18:4).  No hay tal cosa como un infierno eterno donde se queman las almas pero no se mueren.  La vida no existe en la Muerte. La esencia de todas las almas impías y pecadoras será completamente aniquilada y totalmente consumida en el Lago de Fuego, sin existir ya nunca más.

Sí, la segunda muerte no tendrá poder sobre aquellos que serán levantados a la vida en la Primera Resurrección, porque todas estas almas resucitadas recibirán vida inmortal y no serán juzgadas ni condenadas.  Todas ellas serán dignas de ser puestas en Cuerpos Glorificados, y serán parte de la Esposa del Señor Jesucristo que gobernará con El durante mil años.  Y después de los mil años, el resto de los muertos serán  entonces resucitados y serán juzgados ante el Gran Trono Blanco.  Leer Apocalipsis 20:11-15 y Daniel 7:9-10.