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¡HABLA LA PALABRA! - 2



¡PALABRA VIVA!

Cuando Jesús vino, El también habló la Palabra de Vida. "No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios" (Mt. 4:4). Así es. La Palabra de Dios está viva y tiene un poder vivificante. De hecho, Jesucristo mismo era la Plenitud de Dios manifestada en la carne por palabras y hechos (ver Jn. 1:14). Incluso el salmista escribió: "Entonces dije: He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí; el hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón" (Salmo 40:7-8). Y el Arca del Pacto (en el Lugar Santísimo), siendo tipo de Jesucristo, también llevaba en su interior las dos tablas de la Ley, la urna con el Maná y la Vara de Aarón que reverdeció (He. 9:3-5). Pero los judíos religiosos simplemente no pudieron ver la luz de esta, porque habiéndose asido tanto tiempo de las palabras tradicionales de hombres se habían vuelto sus prisioneros.

Sin embargo, había un pequeño número de personas que tenían oídos para oír la Palabra que procedía del Dios Todopoderoso y para recibir la Verdad. Estos eran los discípulos de Juan y los discípulos de Jesús. Porque pudieron oír la Palabra, pudieron creer y recibir al que Dios había enviado (ver Jn. 6:29).

Los que creyeron que Juan el Bautista era enviado de Dios, lo recibieron. A causa de que recibieron a Juan, recibieron la recompensa de profeta (ver Mt. 10:41). ¿Qué es una recompensa de profeta? Es la mente y el espíritu proféticos para comprender los planes y los propósitos de Dios, incluyendo Su obra en sus días. Por tanto, los creyentes recibieron la Voluntad de Dios en sus días. Sí, solo aquéllos que recibieron a Juan pudieron recibir la revelación de sus palabras cuando proclamó: "Preparad el camino del Señor; enderezad sus sendas" (Lc. 3:4). "Este es el que viene después de mí, el que es antes de mí, del cual yo no soy digno de desatar la correa del calzado" (Jn. 1:27). "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo. Este es aquél de quien yo dije: Después de mí viene un varón, el cual es antes de mí; porque era primero que yo" (Jn. 1:29-30). "Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre él. Y yo no le conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu, y que permanece sobre él, ése es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y yo le vi, y he dado testimonio de que éste es el Hijo de Dios" (Jn. 1:32-34).

Cuando los discípulos de Juan recibieron la revelación del Prometido de Israel, se volvieron para seguir al que es el Camino, la Verdad y la Vida. Pero los judíos religiosos no pudieron creer en Jesús porque, en primer lugar, no pudieron creer en Su profeta Juan el Bautista. Recibir al profeta era recibir al que lo envió, porque Juan fue enviado como precursor de Su Venida. Ciertamente, "El que tiene oídos para oír, oiga" (Mt. 11:15). "La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él" (Lc. 16:16). Y así, Jesús llevó a cabo Su Ministerio para cumplir "la ley y los profetas". Con eso un nuevo orden fue establecido - un orden de gracia y también los apóstoles. "Por tanto, hermanos santos, participantes del llamamiento celestial, considerad al apóstol y sumo sacerdote de nuestra profesión, Cristo Jesús" (He. 3:1).

Los discípulos de Cristo oyeron y recibieron la Palabra hablada por Cristo durante un período de tiempo. Este fue un tiempo de aprendizaje. "El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida" (Jn. 6:63). Y después de la muerte, la resurrección y la ascensión de Jesús, los discípulos fueron llenos con el Espíritu Santo y se volvieron los Padres Espirituales de la Iglesia, mientras comenzaban a poner los cimientos de la Iglesia. Ellos fueron los Padres de la Fe. A causa del Espíritu y la Vida que habían recibido, sus ojos espirituales fueron abiertos a la Palabra. Con la unción sobre ellos, la revelación de la Palabra Escrita (del Antiguo Testamento) vino a ellos y fueron capaces de hablar la Palabra de Vida. Fueron también capacitados a hablar de "cosas que habrán de venir" (Jn. 16:13). Así como la Palabra vino a los profetas bajo la Ley, también vino a los apóstoles bajo la Gracia.

Ahora, los branhamitas pueden no estar de acuerdo con este punto de vista por causa de su (mal) entendimiento de las afirmaciones de Amós 3:7, "Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas". Incluso utilizan las afirmaciones de William Branham y dicen: "La Palabra del Señor viene solo a los profetas". Pueden citar al hno. Branham, pero ciertamente no tienen la revelación de aquéllas palabras. Si la Palabra viene solo a los profetas, ¿Por qué entonces vino la revelación de la Palabra al apóstol Pedro en el Día de Pentecostés? Leer Hechos 2. El no era un profeta. Era un apóstol. ¿Cómo sabía que el evento que tomó lugar en el Día de Pentecostés era un cumplimiento de la profecía del profeta Joel? Otra vez, ¿Ha notado usted que las epístolas que fueron escritas un tiempo después, fueron todas obras de los apóstoles? Ninguna epístola fue escrita por un profeta, porque el oficio profético en el Ministerio Quíntuple (los Dones de la Ascensión) era (y continúa siendo) secundario al oficio apostólico en la Era del Nuevo Testamento (Edad de Gracia). [Nota: El hermano William Branham no era un profeta en el Ministerio Quíntuple. El era una Estrella (un Mensajero) en la mano derecha del Señor Jesucristo (ver Ap. 1:16; 2:1). El fue un Mensajero, pero fue referido como "Profeta" porque esta palabra estaba comúnmente asociada con un siervo sobresaliente y dotado del Dios Todopoderoso, al igual que aquéllos profetas del Antiguo Testamento del calibre de Isaías, de Elías, de Ezequiel y otros. Por tanto, habló como uno de ellos].

Con el Espíritu Santo dado, los convertidos del Señor Jesucristo comenzaron a vivir por la Palabra de Dios pronunciada principalmente a través de los apóstoles. La Iglesia recibió el Ministerio de los Dones de la Ascensión de apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros para la perfección, servicio y edificación de los santos. Se esperaba que los verdaderos adoradores vivieran por la Palabra Hablada bajo el liderazgo de Cristo, hasta que alcanzaran la unidad de la fe en el conocimiento del Hijo de Dios, como personas maduras en toda la medida de la plenitud de Cristo (ver Jn. 17:22-23; Ef. 4:13; Col. 1:27; Tito 3:7). La Iglesia debía llegar al lugar de perfección para estar en unidad con la Palabra, donde podrá traer la Simiente Prometida - el regreso de Jesucristo por ella. Sin embargo, antes de que pudiese alcanzar esa perfecta unión con Su Señor y Salvador, Satanás se interpuso y la engañó así como había engañado a Eva antes que Adán pudiera tomarla para sí mismo. Entonces las epístolas fueron dadas. 

Así como la Ley no anulaba la Promesa hecha a Abraham, las Epístolas tampoco invalidaban la Promesa hecha a la Elegida de Jesucristo. La Simiente prometida a Abraham por la Palabra Hablada vino a sus simientes naturales, en el cierre de la Edad de la Ley. Similarmente, la Simiente Glorificada prometida a la Iglesia por la Palabra Hablada, vendrá a las simientes espirituales de Abraham en el cierre de la Edad de Gracia (Edad de la Iglesia).

LAS EPISTOLAS APOSTOLICAS

¿Por qué fueron agregadas las epístolas al liderazgo del Espíritu de Cristo? Como la Ley, éstas también fueron dadas por causa de las transgresiones. (Lea las instrucciones de Pablo con respecto a los fornicarios y a las falsas enseñanzas en la Iglesia - 1 Co. 5). Las epístolas eran como un transporte para mantener al pueblo en EL CAMINO hasta la venida de la Simiente Prometida, hasta el regreso de la Palabra Hablada - la Simiente Original, al pueblo al que fue hecha la Promesa de que la Vida sería manifestada en ellos (Ef. 4:8-16).

Sí, Israel transgredió y le fue dada la Ley. De la misma manera, la Iglesia también transgredió. Cuando bajó su guardia, Satanás inmediatamente reptó entre los adoradores y trajo con él el espíritu del Nicolaísmo. Las enseñanzas de los nicolaítas pronto influenciaron al pueblo y con el paso del tiempo sus obras malignas fueron aceptadas. Con estas falsas enseñanzas, la cizaña no tardó en aparecer. La Iglesia no solo tenía "otro Evangelio", sino que también había transgredido contra la Verdad y el Espíritu (ver Gál. 1:6-7).

Ciertamente, Dios sabía que la Iglesia erraría, así como sabía que Israel sería transgresor. Entonces la Iglesia fue enviada a lo largo de la "Edad de la Iglesia" durante un tiempo designado de prueba. La Ley fue dada a Israel para guardarlo hasta que la Simiente Prometida por la Palabra Hablada viniera a justificarlo. Así también las epístolas apostólicas fueron dadas a la Iglesia como una herramienta de "supervivencia" (ver 2 Tim. 2:15). Fueron apuntadas a guardar a los creyentes a través de la Edad de Gracia (Edad de la Iglesia) hasta que la Palabra Prometida (Cristo, la Simiente Original de Dios) venga por la revelación de la Palabra Hablada para develar la plenitud de Cristo en ella, como fue hecho en el Día de Pentecostés. El Libro de Apocalipsis fue el último regalo de las revelaciones de Dios a la Iglesia.

Entonces, alrededor de veinte años después de aquel memorable Día de Pentecostés, cuando el Espíritu de Vida fue dado a los verdaderos adoradores, las epístolas fueron dadas a la Iglesia. Y durante un período de tiempo los hechos y las enseñanzas de los apóstoles fueron escritas por la  inspiración del Espíritu Santo y esparcidas con el propósito de guardar a los santos de Dios en "el Camino" (ver Hch. 24:14; 1 Co. 4:17; 2 Pe. 1:12).

Los apóstoles fueron movidos por el Espíritu Santo a escribir las epístolas a las varias iglesias y a ciertos cristianos para ayudarlos en su caminar con Cristo. También escribieron para corregir ciertas enseñanzas y doctrinas erróneas. Ciertamente ellos no se dieron cuenta de que estaban escribiendo la "Biblia". Sabían que el Antiguo Testamento que poseían eran escritos sagrados y que fueron "inspirados" por Dios, pero verdaderamente no pensaron que sus cartas eran también "inspiradas" por el Espíritu cuando se pusieron a escribirlas, aunque las consideraban muy importantes para ser leídas por todos los cristianos (1 Tes. 5:27; Col. 4:16). Tan importantes eran las cartas, que todas las instrucciones eran llevadas a cabo por las iglesias, tanto así que tenían sus "ancianos", "diáconos" y sus "gobiernos". Así como Israel guardaba las "instrucciones" de la Ley, también la Iglesia guardaba las "instrucciones" de las epístolas.

Sin embargo, la Palabra Hablada es aún la Simiente Original (He. 1:1-2). El ministerio de la Palabra Hablada fue esencial para la Iglesia (Ef. 4:8-16). Así como fue en el Primer Pacto (bajo el Antiguo Testamento), también sería en el Segundo (bajo el Nuevo Testamento) - que la Palabra Prometida debe regresar a aquéllos a quienes fue hecha la Promesa. Como fue revelado por los apóstoles, los "padres" de la Iglesia, el Ministerio Quíntuple fue necesario para traer a los santos al lugar de perfección para la Fe de Rapto (Ef. 4:8-16). Y todo esto tuvo que venir por la Palabra Hablada del Espíritu a través del orden de los apóstoles, los profetas, los evangelistas, los pastores y los maestros. Pero esto solo podría venir al final de la Edad de Gracia, de la misma manera que la Promesa dada a Abraham, el "padre" de Israel, vino en la plenitud del tiempo hacia el final de la Edad de la Ley.

EL LIBRO SELLADO - EL LIBRO DE LA REDENCION

Desde que la Iglesia entró en la "Edad de la Iglesia", las epístolas apostólicas han guardado a los verdaderos santos nacidos de nuevo a través de varios períodos oscuros y dificultosos, en los que la apostasía y muchas clases de obras demoníacas se movieron rampantes. Desde la caída de la Verdad en los primeros días (2 Tes. 2), hasta el apartamiento de la verdadera Fe en estos tiempos postreros (1 Tim. 4), ha llegado la hora para la manifestación de la Promesa hecha a los santos del Señor. Juan el Bautista fue enviado con el espíritu de Elías con un mensaje para introducir la presencia de la Palabra a los elegidos de Dios, al final de la Edad de la Ley. Similarmente, William M. Branham fue también enviado con el espíritu de Elías con un mensaje para introducir la presencia de la Palabra a la Novia de Cristo, en el final de la Edad de la Iglesia. (Así como el primer precursor fue el heraldo del Primer Advenimiento de Cristo, también el segundo precursor fue heraldo del Segundo Advenimiento de Cristo). Con el mensaje vino el ministerio de la Palabra Hablada para traer la restauración de la Novia de Cristo a la Palabra Original, para su perfección. La Palabra Original es la Palabra Hablada. La verdadera Iglesia tiene que regresar a la Palabra Original, que es la Simiente Original. 

Ambos profetas - mensajeros de Malaquías 4:5-6 fueron enviados con la unción del 'espíritu de Elías' sobre ellos, para hacer volver el corazón del pueblo de Dios de la religión formal sin vida a la Verdad. La prédica de Juan el Bautista fue para "volver el corazón de los padres [religiosos del Judaísmo] hacia [la Fe de] los hijos [quienes eran el pueblo común convertido al Evangelio]" (Mal. 4:5-6a, ver Lc. 1:13-17). Pero el mensaje de William Branham fue de restauración. El clamó para hacer volver "el corazón de los hijos [de Dios] hacia [la Fe de] sus padres [apostólicos del Evangelio]" (Mal. 4:5-6b, ver Lc. 17:22-30; Ap. 10:7). El grito del mensaje vino en 1956. Ese fue el cumplimiento del "grito de medianoche" en la parábola de "las diez vírgenes" (Mt. 25:1-13). Alrededor de siete años después, en 1963, la revelación de los Siete Sellos (del libro de Apocalipsis) fue develada (abierta) a la Novia. Los santos han recorrido un largo camino desde que las epístolas apostólicas fueron dadas a la Iglesia para transportarlos y guardarlos en "el Camino". Han sido alrededor de 2000 años. 

Con los Siete Sellos revelados en 1963, el Libro Sellado en la mano de Dios (Ap. 5), es ahora un "librito" abierto en la mano del Angel Fuerte (quien es Cristo personificado). Apocalipsis 10 muestra a Cristo viniendo a la tierra para reclamar lo que le pertenece. El "librito" es el "título de propiedad" para la redención de la tierra y de todo lo que le pertenece a Cristo. Contiene los detalles de la redención y los nombres de los redimidos. Es básicamente "el Libro de la Vida" del Cordero de Dios, y Cristo mismo es el "Libro de la Vida" así como también es el "Pan de Vida" del Cielo, (Jn. 6). El es la epístola leída por todos los hombres - "He aquí, vengo; en el rollo del libro está escrito de mí" (Sal. 40:7, ver He. 10:5-7; Lc. 24:27). Cristo Jesús es la Palabra de Vida. El es el LIBRO SANTO. Y si tú no eres nacido de nuevo de Su Palabra y del Espíritu de Su Vida, no eres una parte de El, no eres una parte de la Palabra y no eres parte del Libro de la Vida. Por tanto, tu nombre no será hallado en "el Título de Propiedad" - el Libro de la Redención. 

Alegóricamente, la Palabra (Libro) de Vida es Cristo mismo cumpliendo los requisitos (preestablecidos por Yahwéh, el Propietario de la Tierra) para recuperar lo que el primer Adán perdió. Cristo ha pagado plenamente la deuda de la redención y por tanto tiene el derecho de abrir y revelar la plenitud de los contenidos del Libro, y así reclamar con toda justicia lo que le pertenece. Amén.

[Nota: Con respecto a Apocalipsis 10, algunos predicadores del Mensaje del Tiempo de Fin están enseñando que el "librito" es el "evangelio y las epístolas" del apóstol Pablo y que ha sido especialmente dado para que la Novia Gentil lo coma. Esta es una pobre exégesis. La enseñanza de dos evangelios separados entre sí (uno de Pedro y otro de Pablo) niega el evangelio común de Cristo para todas las razas de la familia de Dios - "Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación; ...porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu" (Ef.2:14,18-22). Estos predicadores también enseñan que la puesta de Su "pie derecho sobre el mar y Su pie izquierdo sobre la tierra" por parte del Angel Fuerte (Poderoso) representa la Primera y la Segunda Venida de Cristo (o que la Palabra vino a la Iglesia en el año 33 y que regresó en 1963), respectivamente. Este es otro caso de pobre exégesis. ¿No fue tomado el apóstol Juan en el Espíritu en Ap. 4 para mostrarle las "cosas que serán después de estas", es decir, después del año 96? ¿Cómo puede la puesta del "pie derecho sobre el mar" representar alguna clase de venida de Cristo entonces o en el año 33? Uno debe comprender el orientalismo y la tipología de la Biblia para entender los simbolismos de "derecho", "izquierdo", "pie", "mar" y "tierra"].

Por tanto, la visión en Ap. 10 muestra a Cristo con el "librito" abierto en Su mano, revelándose a aquéllos que le pertenecen. El viene por medio de la Palabra Hablada. La "parusía" de Cristo ha comenzado (1 Tes. 4:16). "Con voz de mando" (un grito a través de Su profeta - mensajero), ha llamado a Su Novia a salir fuera de Misterio Babilonia. El "grito" fue el "clamor de medianoche" (de Mateo 25:6). Este fue un tiempo de oscuridad espiritual así como también el tiempo del anochecer, un buen momento para el banquete y la boda. Cristo entonces tomaría a Su Novia para Sí Mismo en unión espiritual. La puerta de la Fiesta de Bodas permanecerá abierta hasta que la última virgen prudente (quien completará a la Novia), con el aceite correcto (de revelación) entre para tomar su legítimo lugar en la mesa del banquete. 

Sí, bajo el liderazgo del Espíritu Santo la Novia ha sido restaurada a la Palabra y con los Siete Sellos revelados - por la Palabra Hablada - ahora está sentada bajo la unción de un "ministerio perfeccionador" - el Ministerio Quíntuple (Ef. 4:11-16), encabezado por los apóstoles. Estos "Dones de la Ascensión" son dados a ciertos hombres ungidos que son ministros capacitados de Dios para reconciliar al pueblo de Dios con la Palabra y para perfeccionarlo por medio de la Misma. Estos ministros de Dios cumplen el "predica la Palabra" (de 2 Tim. 4:2). Esto es, "predican el logos", la revelación de la Palabra, porque tienen el Ministerio de la Palabra Hablada, un Ministerio Viviente, de un Dios Viviente. Ellos no andan meramente citando las Escrituras o las afirmaciones de un profeta o siervo de Dios. Tienen la verdadera revelación de la Palabra, por así decirlo. "Id, y puestos en pie en el templo, anunciad al pueblo todas las palabras de esta vida" (Hch. 5:20, ver Je. 23:28-29).

EL MINISTERIO APOSTOLICO DEL TIEMPO DEL FIN

El Ministerio Apostólico del Tiempo del Fin difiere del Ministerio Apostólico Temprano en que no tiene la misma clase de impacto que este tuvo, cuando los apóstoles del primer siglo predicaron el Evangelio al mundo por primera vez. El primer grupo de apóstoles habló la Palabra y estableció la Iglesia sobre 12 piedras fundamentales. Todas las revelaciones de Cristo fueron habladas y reveladas en aquel entonces. Luego fueron escritas y plasmadas en las epístolas. Pero con la partida de los apóstoles, hombres sagaces y engañosos vinieron en medio de la Iglesia y comenzaron a derribar las piedras fundamentales. Con el tiempo, los fundamentos apostólicos quedaron tan desplazados y destruidos que la Iglesia  se convirtió en nada más que una institución de tradiciones religiosas hechas por hombres. La Iglesia Católica Romana es la "madre de todas las abominaciones", transgresora contra la Palabra de Dios y las iglesias denominacionales organizadas son sus "hijas". Sí, la Iglesia Católica Romana es la "Madre de las Rameras", quienes son las iglesias denominacionales (Ap. 17:5). Por esta razón, la Novia debe separarse de esta masa fermentada y regresar a la Palabra Original - no sólo a la herramienta de "supervivencia" que es la Palabra Escrita, sino a la Palabra Hablada que la perfeccionará y traerá a la completa madurez en Cristo, para la traslación. 

Así como la Iglesia de Cristo comenzó y fue establecida por el Ministerio Apostólico, terminará también establecida por el mismo Ministerio. Los Apóstoles del Tiempo del Fin sostendrán las riendas de la Palabra y pondrán a la Iglesia en línea con la revelación de la Misma. Ellos reubicarán las 12 piedras fundamentales apostólicas que fueron quitadas y destruidas por las religiones organizadas. A diferencia de los apóstoles del primer siglo, estos postreros no se arrojan al mundo para sembrar la Simiente del Evangelio y establecer iglesias, ya que la Edad de Gracia se está cerrando. Por alrededor de 2000 años el mundo ha oído el Evangelio de una u otra manera, pero la Iglesia ha estado alejándose de la Verdadera FE, incluso en estos "tiempos postreros" (1 Tim. 4:1-3). Esta es la Edad de Laodicea (Ap. 3:14-22) cuando el espíritu del mundo induce incluso a las iglesias a tener sus "derechos", y a hacer lo que crean correcto, solo porque dicen: "Soy rico, y me he enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad". ¡Pero no saben lo "desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo" que son! Y Cristo no puede tomar a una iglesia como esta para ser Su esposa. El Espíritu del Señor no puede ignorar esta condición miserable y continuar sembrando la Simiente del Evangelio. Hay un tiempo para sembrar y un tiempo para recoger la cosecha. ¡Y esta es la hora de juntar la cosecha, de recoger los granos! Leer Mt. 13:24-30. Así es, tal como Jesús salía de en medio del bullicio de la predicación en público y revelaba secretamente los misterios y las verdades a sus discípulos, así también está haciéndolo con Su verdadera Elegida en esta última hora. ¿Por qué? Porque Dios atesora Su PALABRA sobre Su NOMBRE (Salmos 138:2, ver 12:6; 119:11, 158, 162). Por tanto, Dios tiene que poner de nuevo a la verdadera Iglesia en orden con la Palabra y hacer que sea enternecida bajo el "Hijo" (la Palabra de Dios) antes de que Cristo pueda concederle la posición de sentarse junto a El en Su Trono. 

EL CREDO VERSUS LA REVELACION

Muchos cristianos no pueden recibir ninguna revelación, ya sea porque no la creen o bien porque solo se agarran de la Biblia como un credo. No creen que Dios aún está hablando y que hay todavía misterios ocultos en la Palabra para ser revelados. Obviamente no son nacidos de la Palabra de Vida. "¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido" (Is. 8:20). Si fueran nacidos de nuevo tendrían esa Simiente Palabra en el corazón, que respondería de "fe en fe" en la "verdad presente", que Cristo habla "hoy" (He. 3:7; 2 Pe. 1:12; Ro. 1:17; 1 Jn. 3:9; 1 Pe. 1:23). La Simiente Palabra es el "Logos", la revelación de Cristo quien es la Simiente Original de Dios; y es recibido por oír la Palabra a través del ministerio de la Palabra Hablada. "En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios...En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres" (Jn. 1:1,4). 

Por supuesto, los verdaderos siervos de Dios sólo hablarán la Palabra bajo la unción del Espíritu, para revelar las verdades escondidas. Recuerde que la Palabra Hablada debe ser sustentada por la Palabra Escrita, porque la Palabra Escrita fue dada como un "transporte" de la revelación de la Palabra Hablada. La Palabra no fue escrita antes de ser primero hablada. La revelación de lo que fue primero hablado ha sido sellada en la Palabra Escrita hasta el final de la Edad de la Gracia. Y ahora estamos en el final de la Edad de la Gracia. 

El hablar la Palabra (la Escritura) no está sujeto a ninguna interpretación privada. No es asunto de un predicador (si es un siervo de Dios) decir: "Esta es mi opinión, mi propio consejo, mi propia apreciación y mi propia deducción". Eso fue lo que hizo Satanás cuando vino a tentar a Jesucristo, después de El haber hecho ayuno por cuarenta días y cuarenta noches:

"Entonces Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el diablo. Y después de haber ayunado por cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. Y vino a él el tentador, y le dijo: Si eres hijo de Dios, dí que estas piedras se conviertan en pan. El respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que procede de la boca de Dios. Entonces el diablo le llevó a la santa ciudad, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres hijo de Dios, échate abajo; porque escrito está: A sus ángeles mandará acerca de ti, y, en sus manos te sostendrán, para que no tropieces con tu pie en piedra. Jesús le dijo: Escrito está también: No tentarás al Señor tu Dios. Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares. Entonces Jesús le dijo: Vete, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, y a él sólo servirás. El diablo entonces le dejó; y he aquí vinieron ángeles y le servían" (Mt. 4:3-11).

Desafiando la proclamación Mesiánica de Jesús, Satanás, que lo había tentado durante Sus cuarenta días de ayuno (ver Mr. 1:13), hizo un intento final para hacerlo caer después de Su prolongado ayuno. Sin embargo, Jesús citó la Escritura para mostrarle que el hombre necesita más que solo su alimento diario; que debe alimentarse continuamente de "toda palabra que procede de la boca de Dios" - la Palabra Hablada. Satanás captó de una lo que dijo Jesús, la necesidad por la Palabra (esto es, el hombre debe creer la Escritura). Entonces regresó a Cristo con la Palabra Escrita. Observe cómo citó fuera de contexto el libro de Salmos, solo para ajustarlo a su propósito. Pero no pudo engañar a un hombre espiritual que conocía la revelación de las Escrituras. Consecuentemente, se puso tan molesto y desesperado que tentó a Jesús ofreciéndole sus posesiones de autoridad, poder y dominio a cambio de adoración. ¿No es éste el espíritu de muchos "grandes y poderosos" predicadores, hoy?

Después de casi dos años y medio de ministerio con Sus discípulos, "Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros Jeremías, o alguno de los profetas" (Mt. 16:13-14). Observen que estas eran las percepciones de los judíos. Pero lo más importante para Jesús era la percepción de los discípulos sobre El, después de haberlo estado siguiendo muy de cerca por un período considerable de tiempo. Entonces, "El les dijo: Y vosotros, ¿Quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios Viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón Barjona, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella" (Mt. 16:15-18). 

¿Qué fue lo que causó que Pedro confesara a Jesús como el Cristo, el Hijo del Dios Viviente? Definitivamente no fue porque era judío o porque tenía algún conocimiento religioso o intelectual. No, eso no tiene nada que ver. Pedro no tuvo nada que ver. Fue una revelación del Dios Todopoderoso, dada a él. Pedro había oído la Palabra Hablada en el ministerio de Jesús y fue capaz de recibir la revelación cuando en su momento fue dada. Y esto es "Sobre esta roca" - "sobre esta revelación" - que Cristo construye Su Iglesia. No es "sobre Pedro" ni "sobre Jesucristo" que Cristo construye Su Iglesia. Observe que usted no podría hallar una Escritura específica en el Antiguo Testamento para probar esta revelación de Pedro. Pero su validez está sustentada por la Palabra Escrita de que un Mesías sería enviado a Israel y que haría ciertas cosas. Las Escrituras también afirman que Dios abrirá el corazón de Su pueblo para comprender tal regalo maravilloso que le será dado - pero ¡Requiere una revelación de Dios para tener los ojos abiertos a la verdad! La fe de un verdadero creyente no es una fe ciega. La fe en Cristo no es una confesión religiosa. No puedes creer hasta que no tengas una revelación de Dios. Sin una revelación no puedes hacer una verdadera confesión; solo puedes hacer y harás una mentira. 

LA ULTIMA TROMPETA

"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:16-17).

Lo que el apóstol Pablo había hablado proféticamente por revelación, fue mostrado simbólicamente al apóstol Juan en una visión en la isla de Patmos. 1 Tes. 4:16-17 y Ap. 10 son paralelos. Muestran el misterio de la Segunda Venida de Cristo. Para entender este evento, usted tiene que entender Su Primera Venida. Tiene que considerar la "parousía" (una palabra griega frecuentemente traducida como "presencia, venida", pero muchas veces mal interpretada). Usted tiene que considerar no sólo a la PERSONA, sino también la PALABRA que trae a la PERSONA; la PALABRA que pavimenta el camino para la gloriosa entrada de la PERSONA. La "parousía" comienza con la palabra siendo enviada (a un pueblo particular en un lugar en particular) y termina con la entrada de la persona que envió la palabra (a ese pueblo en particular en ese lugar en particular). 

Hay tres fases en la Venida del Señor Jesucristo para reclamar la tierra y todo lo que le pertenece. Cristo vendrá primeramente "con un GRITO", en segundo lugar "con Voz de ARCANGEL" y por último "con TROMPETA de Dios", antes de que los santos sean trasladados (o raptados). Para los cristianos nominales, la Escritura de arriba simplemente significa que habrá alguna clase de grito angelical y un sonido de trompeta (sonada tal vez por el Arcángel Gabriel), que serán oídos por los cristianos antes que sean tomados en el Rapto. Pero tan cierto como los religiosos judíos fallaron en ver cómo el Señor Jesucristo vino la primera vez, así también los cristianos religiosos de hoy fallarán en ver cómo nuestro Señor vendrá a tomar a Su Novia.

El Angel Fuerte (Poderoso) personifica a Cristo. Observe, El desciende a la tierra "con un GRITO" - esto es, "con un mensaje 'clamor de medianoche' " para llamar afuera a la Novia (ver Mt. 25:1-13). El utiliza un precursor (quien fue el profeta - mensajero William Branham). Este es un Ministerio de la Palabra Hablada. El Ministerio del GRITO saca a la Novia afuera de "Misterio Babilonia" - afuera de "Laodicea" - hacia Cristo la Palabra. Este es el principio del 'Ministerio de Coronación' de Cristo para Su Novia. 

Después de que la Novia haya sido introducida a reunirse con la Palabra Ungida, el precursor (como Eliezer y Juan el Bautista) habrá completado su obra e ido a descansar (Gn. 24; Jn. 3:29). La Novia y la Palabra (- Esposo) entonces entran en la tienda (la Cámara Nupcial [Heb.: "Chuppah"] de la Palabra) donde "con VOZ de Arcángel" Cristo le hablará. Observe que sólo hay dos personas "en la tienda" - la Palabra - Esposo (Cristo) y Su Novia - a solas. El precursor (mensajero) no está "en la tienda". Esta es la unión invisible del Esposo Celestial y la Novia Terrenal. Y hay una atmósfera totalmente diferente "en la tienda". Cristo le habla a la Novia a través del Ministerio de los Dones (Quíntuples) de la Ascensión, de los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros. Este es un Ministerio de la Palabra Hablada. El Ministerio de la VOZ de ARCANGEL trae a la Novia al estado de perfección, esto es, completa madurez en la revelación de la Palabra. Ella se vuelve la Esposa y se alista para la ida al Hogar, a la Casa del Padre del Novio - esposo, para la Gran Cena de Bodas del Cordero. [Nota: Sabemos que la MUERTE yace 'dentro' del campamento de "Misterio, Babilonia la Grande". Los elegidos son llamados a salir fuera de allí. Sin embargo, la MUERTE yace también 'afuera'. No hay verdadera seguridad ahí. La muerte espera por aquéllos que se demoran mucho tiempo 'afuera' y por aquéllos que no siguen las instrucciones para reunirse con el Novio Esposo "en la tienda". (¿Cuánto tiempo puede durar el aceite del elegido antes de que se halle buscando más, para que le muestre el camino hacia la boda? Cuando muchos creyentes están perdidos en la oscuridad significa la muerte). A menos y hasta que entre rápidamente "en la tienda", no habrá seguridad y no habrá vida, sino sólo muerte 'afuera' de la "tienda"]. 

Ahora, cuando la puerta de la Boda esté cerrada, la Esposa de Cristo estará totalmente sellada adentro (como una oruga sellada dentro de un capullo). Ella es alistada. Entonces "con TROMPETA de Dios", Cristo le dará la última Palabra para la "fe de rapto" que traerá "un cambio" de su vestido de bodas - de un blanco atuendo de salvación a uno de fino lino de justicia, limpio y blanco, por causa de la SEÑAL que ahora posee (ver Ap. 3:18). Esta será la culminación del 'Ministerio de Coronación' de Cristo. Los Siete Truenos (7 hombres ungidos de Dios) pronunciarán las mismas palabras que el apóstol Juan oyó en su visión en la isla de Patmos, pero que no le fueron permitidas registrar. Este es un Ministerio de la Palabra Hablada. El Ministerio de la TROMPETA revitalizará cada parte (cada miembro) de la Esposa (física y espiritualmente), antes de que sea levantada para el cambio - "En un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad" (1 Co. 15:52-53). Será un gran reavivamiento para la Esposa de Cristo, pero el mundo no sabrá de esto. Y después de su muy corto período de reavivamiento, un gran estruendo vendrá una bella mañana, con la salida del sol. De la Presencia del Señor, vendrá el cuerpo celestial (Palabra) de la Novia y la tomará. Entonces, igual que una mariposa que emerge de su capullo, después de haber pasado a través de una transformación, la Novia (- Esposa) se 'metamorfoseará' y emergerá de "la tienda" (que yace detrás del velo interior) donde ella habrá estado sellada todo este tiempo, espiritualmente hablando. Ya no llevará más las ropas blancas de salvación, ¡sino que será vestida con un lino fino, limpio y blanco de Justicia! ¡Será puesta en inmortalidad y volará a reunirse con su Señor y Rey en el aire! ¡Aleluya!

LOS SIETE TRUENOS

Cuando el apóstol Juan vio los Siete Truenos en su visión, también escuchó sus voces, pero le fue prohibido escribir lo que había escuchado. La razón, como nosotros sabemos, es para guardar esto en secreto de Satanás, quien siempre ha sido un impostor y un hacedor de problemas para los planes y propósitos de Dios. Como tal, este MISTERIO aún debe ser revelado a la elegida de Cristo, y lo será en su debido momento. Su significado será conocido alrededor del tiempo en que el Señor Jesús aparezca para tomar a Su Novia. Cuando los Siete Truenos pronuncien sus voces, será  el último 'toque de diana' a la Novia. Será la ULTIMA TROMPETA de Dios, coronándola para el Rapto. [Nota: De acuerdo a algunos piramidólogos, la piedra de corona (piedra angular) era esculpida de un bloque de piedra de siete estratos o capas]. "Y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:16b-17, ver 1 Co. 15:52). ¡Amén! 

Los siete ungidos son vistos también mencionados por el profeta Zacarías en su libro. En Zac. 4 vemos una doble profecía concerniente a la Casa de Dios, el candelero de oro de siete lámparas y los dos olivos. Y habían dos hombres que tuvieron roles prominentes en el regreso de Israel a su patria para restaurar la ciudad de Jerusalén y su templo. Ellos fueron Josué, el sumo sacerdote y Zorobabel, el administrador civil (o príncipe). Ambos tipificaron al Señor Jesucristo en Su obra ministerial de Sumo Sacerdote y Príncipe. Así como lo natural tipifica lo espiritual, podemos ver a Cristo llevando a cabo estos roles en los últimos días mientras el Israel espiritual (la Iglesia espiritual) regresa a la Palabra Prometida y es levantado como la Ciudad Santa, Nueva Jerusalén. Pero observe cuidadosamente los siguientes versos:

Zac. 3:8: "Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el RENUEVO". 
Zac. 3:9: "Porque he aquí aquella piedra delante de Josué; sobre esta única piedra hay siete ojos; he aquí yo grabaré su escultura, dice el SEÑOR de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día". 
Zac. 4:9: "Las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán; y conocerás que el SEÑOR de los ejércitos me envió a vosotros".
Zac. 4:10: "Porque los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alegrarán, y verán la plomada en la mano de Zorobabel. Estos siete son los ojos del SEÑOR, que recorren toda la tierra".

Sentados frente a frente  con Josué habían siete hombres - "tus compañeros que se sientan ante ti: Porque son hombres simbólicos". "Estos hombres fueron hombres maravillosos" (Trad. Lamsa), "hombres que son una señal" (Ed. Bethel), "hombres de buen presagio", (RSV), "hombres simbólicos de cosas por venir" (NVI), y "hombres que son una señal o presagio [tipo de lo que está por venir]" (Amplificada).


William F. Beck tradujo la frase como la que sigue - "Por favor escucha, Josué, oh sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan ante ti. Ustedes hombres están puestos para algo maravilloso que haré, porque traeré Mi Siervo, el Renuevo" (una traducción americana). Puesta ante Josué y los hombres que se sientan con él, había una piedra con siete ojos que poseía una inscripción. (Todo esto tiene sentido compuesto. Hay un rol en la frase "grabaré su escultura". Ciertamente Dios oculta Su Verdad mientras la revela). 

Ahora, ¿qué significan estos hombres, proféticamente, con respecto a la Iglesia? Simplemente muestran que hay una REVELACION (la piedra "grabada con una escultura" - "grabaré [Heb.: pathach] su escultura") puesta ante nuestro JOSUE (Jesucristo el Sumo Sacerdote) y que ciertos hombres ante El serán los ojos de esa REVELACION. Dios abrirá o liberará (de la misma palabra hebrea: pathach) la inscripción de esa piedra en la mano de Cristo Jesús, no como 'Josué el Sumo Sacerdote', sino como 'Zorobabel el administrador' o 'Zorobabel el Príncipe'. En el día de las pequeñeces (esto es, este período de la última generación, no el período de los dos mil años de la Edad de la Iglesia), nuestro ZOROBABEL sostendrá la "plomada" (de esa "piedra") y junto con "esos siete" hombres maravillosos (los "siete ojos", ver Zac. 4:10), que se regocijarán de verla en Su mano, grabará (Heb.: pathach, apertura plena) la escultura y administrará esa revelación alrededor del mundo antes de que Dios tome el Evangelio para devolverlo a Israel. Amén.

Consideremos algunos ejemplos que muestran el poder de la Palabra Hablada de Dios para traer la VIDA de la PROMESA DE DIOS. 

ABRAHAM y SARA

Basado en la promesa de Dios de que él sería una gran nación con un gran nombre, Abram creyó y salió de su patria y de su parentela con su esposa, sus siervos y sus bienes (ver Gn. 12). Abram era hechura de Dios (ver Ef. 2:10). Dios estaba haciendo una obra en él y a través de él. Tenía 75 años y su esposa, Sarai, tenía 65. En aquéllos días, la expectativa de vida de una persona andaba entre los 180 y los 120 años, y después declinó hasta menos de 120, en la generación de los hijos de Israel. Abram y Sarai estaban en la mitad de su vida. Aunque Sarai era estéril, aún era joven y hermosa. Por esa razón, durante su viaje en Egipto, Abram temió y le pidió a Sarai que mintiese a Faraón por su propio bien. 

Diez años habían pasado desde que Abram y Sarai dejaron su patria en Ur de los caldeos (ver Gn. 16). Ella aún era incapaz de concebir. Ahora tenía 75 años, pero todavía no había alcanzado la menopausia. En su impaciencia, persuadió a Abram para que tomase a su criada egipcia, Agar, como concubina para traer el hijo que Dios les había prometido. (Dios nos ayude a no ser impacientes y a tratar de hacer Su plan en nuestro propio modo presuntuoso. La paciencia es una gran virtud. Debemos comprender que el tiempo está en las manos de Dios y que El llevará a cabo Su propio Plan y Propósito para nosotros. Sin embargo, frecuentemente los cristianos han tratado de hacer la obra por Dios. Y esto no ha traído otra cosa que desastres).

Catorce años después, a la edad de 99 años, Abram todavía se aferraba a la Palabra de Dios prometida. Sabía que tarde o temprano la Simiente Palabra debía manifestarse de acuerdo al tiempo de Dios. Entonces, un día el Dios Todopoderoso le habló. El tiempo había llegado. La Simiente Palabra de promesa plantada en el seno de Abram por los últimos 24 años, había crecido bien y estaba lista para producir la Simiente de Vida - la "simiente" que Dios le había prometido. Por tanto, con la "vida" en camino, el Dios Todopoderoso cambió los nombres de Abram y de Sarai por Abraham y Sara, respectivamente, (ver Gn. 17). Yahwéh entonces estableció un pacto con Abraham y le dio la Palabra Hablada de promesa de que en el próximo año, en el tiempo apuntado, su esposa le daría un hijo que sería llamado Isaac. Un símbolo del pacto fue obtenido y sellado por la sangre de la circuncisión ese mismo día.

Ocho días después la Promesa de vida, Yahwéh mismo, regresó a Abraham. Tenía que regresar porque la VIDA (Gr.: Zoë) estaba en el Pacto de Sangre que había establecido con él. El Señor y Sus arcángeles, Miguel y Gabriel, le visitaron como mensajeros en forma humana. Observe que "Abraham y Sara eran viejos, de edad avanzada; y a Sara le había cesado ya la costumbre de las mujeres" (Gn. 18:11, ver v. 12). Sara ya había entrado en sus años de menopausia. Tenía 89 años. Sí, ambos eran viejos, arrugados y desapasionados. Pero el Señor, que había hablado unos días antes a Abraham, ahora 'tronó' y 'pronunció' ante ellos (también Sara, que estaba en la tienda detrás de Abraham) que "al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo" (Gn. 18:14). 

¿Podrían Abraham y Sara tener placer (que Sara pudiese concebir un niño)? Para ser capaces de tomar parte de éste debían ser jóvenes y fuertes otra vez. Sus cuerpos tenían que ser cambiados - sí, devueltos a la condición de su juventud y fortaleza. Todo en sus cuerpos debía ser renovado, regenerado, revivido y resucitado, a fin de traer el hijo prometido. ¿Y había algo tan difícil para el Señor (proveer "fe de rapto" a su hijo e hija, Abraham y Sara)? 

El Señor lo había pronunciado. Y así fue. Los cuerpos de Abraham y Sara pronto comenzaron a cambiar. Se volvieron jóvenes una vez más. No tomó años o meses para que la Palabra Hablada de Dios tomara efecto. Esto es evidente por el hecho de que Abimelec, rey de Gerar, fue atraído hacia Sara y tuvo el deseo de tomarla para él (ver Gn. 20), igual que lo había hecho el Faraón de Egipto unos 20 años antes (ver Gn. 12:14). Sí, aunque Sara tenía 89 años, no era 'una anciana'. Se veía joven y hermosa como una 'doncella' en la flor de su vida. Y en menos de 3 meses concibió un niño y dio nacimiento a Isaac el siguiente año, de acuerdo a la Palabra del Señor y al tiempo señalado de vida, cuando Abraham tenía 100 años de edad.

LA VIRGEN MARIA

"Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel" (Is. 7:14). 

La promesa de Dios de la venida del Mesías a Israel fue dada a Isaías. El la profetizó y luego la registró en un rollo de pergamino. Pero la vida de la Palabra prometida debía ser hablada en el tiempo señalado (la plenitud del tiempo) a una virgen, así como fue hablada a Abraham y Sara. Deben haber existido muchas vírgenes en Israel esperando y velando para ser la 'madre' del niño santo. Y a menos que un mensajero se aproximara y le diera a la virgen designada la Palabra Hablada de Vida, ella no podría concebir y dar a luz el hijo. Amén. Así es; ninguna virgen, ni siquiera María quien fue escogida, podría repentinamente haberse encontrado con el niño prometido sin haber recibido la Palabra Hablada del Señor. Por tanto, el mensajero Gabriel, fue enviado a hablar la Palabra a la virgen María quien gratamente recibió la Palabra de Vida. Recibió la Palabra por fe. No fue ciega a la Palabra Hablada, porque ciertamente no era una mujer que caminaba en la oscuridad religiosa (de la tradición). Dios estaba haciendo una obra en ella (ver Juan 6:29). Ella vio la revelación y dijo: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra" (Lc. 1:38). ¡Qué éxtasis! ¡Qué rapto! ¡Qué revelación!

HABLA LA PALABRA

La Piedra de Corona ha venido a coronar a la Novia. Descendió con el mensajero de Dios, William M. Branham, a la Edad de Laodicea. Al mensajero le fue dado un mensaje para llamar a la Novia fuera de la oscuridad de las tradiciones religiosas y ponerla de vuelta en la Fe de los padres apostólicos. Con ese mensaje, la pequeña Novia luego siguió a la Palabra (- Esposo) y entró con El "en la tienda", así como hizo Rebeca después que fue presentada a Isaac por Eliezer, el siervo del padre de Isaac, Abraham. La Novia Terrenal y el Esposo Celestial están ahora en unión espiritual. Esta es la Boda del Cordero de Dios. Y cuando la Novia se haya convertido en la Esposa y se haya alistado, la tercera y última fase del ministerio de Coronación la sellará completamente "en la tienda" para coronarla para su 'Rapto' al Hogar del Padre Celestial, para la Gran Cena de Bodas del Cordero (Ap. 19:6-9). Los Siete Truenos vendrán y revelarán el secreto de Dios a la Novia en ese pequeño cuarto privado de la tienda. La pronunciación de los Siete Truenos culminará con la Novia recibiendo la "fe de rapto" en la Palabra y Vida del Señor Jesucristo. 

En el ministerio de William Branham hubieron 'Tres Jalones'. El 'Primer Jalón' desenmascaraba enfermedades a través de una señal en su mano. El 'Segundo Jalón' fue el don de discernimiento de los pensamientos secretos del corazón. Este fue el mismo don que manifestó Jesucristo durante Su ministerio terrenal. El 'Tercer Jalón' fue la manifestación de la Palabra Hablada - 'habla la palabra'. 

El regreso del ministerio de la Palabra Hablada a la Iglesia, para preparar a la Novia de Cristo, comenzó con el mensajero a la 7ma. Edad de la Iglesia. Este fue un ministerio 'Habla la Palabra de Vida' a la Novia. A medida que la vida espiritual era impartida a la Novia Espiritual por el hablar de la Palabra de Vida (la predicación de la Palabra de Vida), Dios concedió una manifestación  física de la misma, como una vindicación del ministerio de la Palabra Hablada. 

William Branham tuvo cinco experiencias de la manifestación de la Palabra Hablada. Cada vez que la Voz del Señor le ordenaba verbalmente "habla la palabra", ocurría exactamente como había sido hablado. Primero, fue enviado a "hablar la palabra" a un pequeño pez muerto que volvió a la vida. En segundo lugar, tres ardillas fueron llamadas a existencia. En tercer lugar, dos hijos de la hermana Hattie Wright recibieron eterna salvación por la Palabra Hablada después del pedido de ella. Cuarto, la tormenta desapareció y el sol brilló de acuerdo a la Palabra Hablada. Quinto, la desaparición de un tumor en el ovario izquierdo de su esposa por la orden de la Palabra Hablada.

Relatando estas cinco experiencias (en su mensaje "Mirando hacia Jesús"), el hermano Branham dijo: "Así como el Primero y el Segundo jalón fueron identificados, también el Tercero ha sido identificado". Dijo "...cuando cese la presión, ustedes verán manifestarse en la plenitud de su poder, lo que han estado viendo temporalmente". 

Desde la partida del hermano Branham en 1965, aún debemos ver esto "en la plenitud de su poder". Sin embargo, la presión de las iglesias organizadas del mundo ciertamente se ha vuelto más apretada. No pasará mucho tiempo hasta que la plenitud del 'Tercer jalón' venga con los Siete Truenos, manifestando un ministerio fugaz de la Palabra Hablada. Pero desde 1965 hasta el tiempo actual, creo que hay ciertos ministros verdaderos ordenados que han sido llamados al ministerio de la "Palabra Hablada" y que han experimentado personalmente Su manifestación.

El ministerio de la "Palabra Hablada" es el hablar de la Palabra de Dios bajo el ordenamiento y unción de Dios. Es un ministerio del tiempo del fin distintivo y único. Tal no puede ser llevado a cabo por el mero deseo del hombre. Solo porque un hombre se "siente guiado de Dios" para ser un predicador, no quiere decir que sea un ministro en el ministerio de la "Palabra Hablada". Estos hombres que conocen prácticamente cada detalle de la vida de William Branham, un mensajero - estrella de Dios, y que están dotados con todos sus sermones, no son necesariamente ordenados de Dios. Tales predicadores solo son dignos de un centavo la docena. Los "Verdaderos" predicadores son ordenados y llamados de Dios. Los apóstoles, seguidos por los profetas (del Nuevo Testamento), son especialmente ordenados para empuñar la Palabra y confirmar la Verdad. Sin embargo, estos dos ministerios han sido muy mal interpretados por la mayoría de los seguidores del Mensaje del Tiempo del Fin, quienes creen que todos los ministerios (del Ministerio Quíntuple) deben enseñar exactamente lo que el mensajero - estrella enseñó (de acuerdo a las cintas grabadas), no agregando ni sustrayendo de las palabras y afirmaciones de sus mensajes.

Muchos cristianos creen que tienen todo derecho de invocar las promesas de Dios. Piensan que solo deben "hablar la palabra" y ordenar a las enfermedades y a los pecados retirarse, o que pueden clamar por riquezas y bendiciones materiales para sí mismos cuando quieran. Sí, los cristianos tienen todo derecho a reclamar las promesas de Dios, pero estas no pueden ser reclamadas por una orden, sino por fe. Uno solo debe pedir por fe en el Nombre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo y nuestro Padre celestial suplirá nuestra necesidad. En su ministerio, el hermano Branham oró por muchas personas pero no todos fueron sanados. William Branham no era el sanador. Dios era el Sanador. Orando por las personas, el hermano no "habló la palabra" como hizo en sus experiencias con la Palabra Hablada, porque la manifestación de la Palabra Hablada fue totalmente diferente. Un cristiano no recibe el poder de "hablar la palabra" por una oración o deseo personal. El poder para "hablar la palabra" de vida sólo viene por una orden verbal directa de la Voz del Dios Viviente. 

TESTIMONIO

Como un ministro ordenado de Dios, llamado al ministerio de la "Palabra Hablada", he tenido una experiencia de la manifestación de la Palabra Hablada.

Yo estaba en Bombay para una convención en diciembre de 1989. Mi joven hijo, Zoel, estaba conmigo. Una noche, anterior a los días de la convención, un ministro y su esposa nos llevaron a un pequeño restaurante hindú para cenar. En los días siguientes, tuve diarrea y debí ir al baño varias veces. Sin embargo, me recuperé de esta condición después de dos días. Mi hijo de 13 años parecía estar bien hasta la siguiente mañana, cuando tuvo que saltar de la cama y correr al baño para arrojar todo en el sumidero. No lo hizo a tiempo y su vómito cayó por toda la pared, el sumidero y el piso del baño. Yo también quedé shokeado al ver unas ropas interiores que él había lavado y colgado para secar durante la noche. Su sábana estaba sucia con manchas fecales. Me dijo que durante la noche tuvo algunos episodios de vómitos y ataques de diarrea que fueron incontrolables. Juntos oramos y encomendamos su salud al Señor. Por el resto de ese día él estuvo todo el tiempo yendo y viniendo del baño, devolviendo, sentándose en el inodoro, lavándose y limpiándose. Yo le dí unos medicamentos, pero su estómago solo los devolvió. Incluso no podía soportar nada de comida. La condición de Zoel se mantuvo mal por los próximos dos días. Su sábana estaba sucia y hedionda. El baño tenía manchas de vómito en la pared, el inodoro y el piso. Durante la convención, lo vi sentado al final del pasillo por un rato y luego corriendo al baño, en el corredor de abajo, antes de regresar a su asiento.

A eso de las diez en punto, en la noche del tercer día del malestar de Zoel, el ministro y algunos otros creyentes subieron a mí, después de terminada la reunión y dijeron: "La condición de Zoel no es buena. Debemos llevarlo a ver a un especialista". Pero el especialista en el que siempre he confiado era el Señor Jesucristo. Eso siempre estuvo en mi corazón. Yo les dije: "Lo hemos encomendado al Señor, incluso durante las últimas reuniones, y este es el tercer día. Yo le daré a Dios hasta la noche y esperaré hasta mañana, y si la condición de Zoel permanece igual, entonces lo llevaré a un especialista". Luego llevé a mi hijo al restaurante de la YMCA (Asociación de Jóvenes Cristianos, por sus siglas en inglés), donde se llevaba a cabo la convención. El aún no podía comer y solo tomó un poco de sopa. Yo estaba molesto por su dolencia. Incluso mientras yo estaba sentado comiendo, tuvo que ir al baño un par de veces. No había podido retener la sopa que había tomado.

Después de la cena, nos dirigimos a nuestro cuarto que estaba en el alojamiento metodista, cruzando la calle. Eran casi las 11.30 p.m. y yo estaba desmayado de cansancio. Entonces, tomé un baño rápido. Fui a mi cama y puse mi cabeza sobre la almohada, pero mi hijo solo se quedó sentado en su cama, abrazando la almohada y sintiendo gran incomodidad en su vientre. Yo le insté a que se acostara y tratara de dormir algo. El me dijo: "No puedo, papá. Cuando pongo mi cabeza en la almohada, siento muchas náuseas y seguramente devolveré todo". 

Cansado como estaba, me levanté de mi cama y me senté en la suya. Tomándolo en mis brazos, oré por él y le dí unas palmadas para que se acostase. Faltaban casi cinco minutos para la medianoche cuando volví a mi cama y enterré mi cabeza en la almohada. Yo estaba somnoliento. 

A medianoche, la presencia del Señor vino y se estuvo en el centro de la habitación (que estaba al pie de mi cama) y me desperté con esta orden: "¡Habla la Palabra!".

¡Aquéllas tres palabras, oh mi Dios! Con los ojos entreabiertos miré a la Presencia que estaba al pie de mi cama, me senté, puse los pies en el suelo, caminé hasta la cama de mi hijo, estiré la mano y la puse sobre su estómago. Yo hablé: "¡Vómito, detente...diarrea, detente...en el Nombre del Señor Jesucristo!" Entonces regresé a mi cama. Estaba tan excitado y ansioso de ver la manifestación que me dije: "Me levantaré a las seis de la mañana y revisaré a mi hijo". Entonces estaba otra vez somnoliento. 

Sorpresivamente, me levanté exactamente a las seis de la mañana. Miré a mi hijo y él estaba durmiendo plácidamente. Me acerqué a su cama y cuidadosamente deslicé mi mano debajo de él, para ver si la sábana estaba húmeda y sucia. Esto fue algo que no hubiese hecho sino hubiese tenido la fe. Estaba seca. Caminé hasta el baño y me alegré al ver que la pared, el inodoro y el piso estaban secos y limpios. Además, no vi su ropa interior colgada para secar. Como todavía estaba cansado, volví a la cama para dormir un poco más y me dije: "Me levantaré a las ocho". (Usualmente trato de descansar y dormir más cuando tengo que ministrar por largas horas durante varios días de reuniones). 

Cuando me levanté justo a las ocho, mi hijo no estaba en su cama. Revisé la sábana y estaba limpia y seca, así como también el baño. Abrí la puerta y le pregunté a un empleado de servicio que pasaba por ahí, si lo había visto. El respondió: "Oh, su hijo; estuvo muy enfermo los últimos días, pero ahora está muy bien. Ya ha tomado su desayuno, uno muy grande, y ha subido a la azotea para mirar el volar de las águilas". Susurré una oración de acción de gracias al buen Señor. 

FE DE RAPTO

En el ministerio de William Branham, él frecuentemente refería la "Palabra Hablada" a lo siguiente: el Tercer Jalón (que es relativo a la Apertura de los Sellos y a la Venida del Señor), la Visión de la Tienda, la Espada del Rey, el Séptimo Sello y los Siete Truenos. Todos estos tienen que ver con el rapto de la Novia. El sentía que los Siete Truenos ciertamente le darían a la Novia la fe de rapto.

Santos de Dios, tenemos que "ascender" en la Palabra, igual que Juan el Amado. La Espada del Rey es nuestra guarda y fortaleza, mientras alineamos nuestra fe con las doctrinas apostólicas. Pero el Tercer Jalón nos arrastra al pequeño cuarto, detrás del velo interior. Ahí "en la tienda" de Su gran Amor y de la revelación de Sí Mismo, el Rey Jesucristo está esperando para transformarnos. Seremos madurados "en la tienda" de Su Amor y Fortaleza. Al darnos a El, nuestras personalidades serán moldeadas por las santas manos del Maestro. Es "en la tienda" que la Novia tendrá su reavivamiento y el cambio de su cuerpo en secreto. El secreto será revelado cuando el "silencio" del Séptimo Sello haga entrar a los Siete Truenos, quienes pronunciarán sus voces y "hablarán la Palabra" para darle a la Novia la 'fe de rapto'. Sí, los muertos en Cristo resucitarán primero y la Novia Viviente será transformada. 

CONCLUSION

"Y tronó desde los cielos el SEÑOR, y el Altísimo dio su voz" (2 Sam. 22:14). 

Amados, la elegida de Dios pronto tendrá un reavivamiento - corto, rápido y perfecto. Porque todos los que estamos establecidos en la verdad presente bajo el Ministerio Presente, seguramente vendremos a completa madurez y estaremos listos para oír la última revelación del Señor Jesucristo. Como está prometido en la Palabra Escrita, en la última trompeta del Señor "No todos dormiremos; pero todos seremos transformados" (1 Co. 15:52); ciertamente, los Siete Truenos vendrán y pronunciarán sus voces a la Virgen Novia (- Esposa) de Cristo para darle la 'fe de rapto' y entonces todos seremos transformados. Sí, en el tiempo señalado, nuestro cuerpo físico atravesará por una transformación a fin de reunirnos con la Vida (nuestro cuerpo 'Palabra' celestial, ver 2 Co. 5:1-2) y para recibir al prometido Hijo de Dios, Jesucristo, Quien viene a reunirse con nosotros en el aire.

La Simiente Palabra que Dios plantó, muy pronto traerá muchas semillas. Regada diariamente por el Ministerio de la Palabra Hablada ("si oyereis hoy su voz"), la Simiente ha crecido a través de varias etapas y está casi lista para estallar sus frutos, para traer la manifestación de los hijos de Dios. Abraham y Sara recibieron la Palabra Hablada, así también la Novia. Sus nombres fueron cambiados. De igual modo, cada miembro de la Novia tendrá un nuevo nombre. Los cuerpos físicos de Abraham y Sara fueron renovados, regenerados, revividos y resucitados para traer vida y el hijo prometido; así también lo hará toda la asamblea de los verdaderos adoradores del Señor. E igual que la virgen María, que recibió la revelación de la Palabra Hablada del Hijo de Dios prometido, también la recibirá la elegida. 

Uno de estos días el Amor Divino vendrá. "En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros" (Jn. 14:20). Estas palabras de nuestro Señor Jesús pronto vendrán a plenitud en nosotros, la Novia, mientras esperamos "la adopción, la redención de nuestro cuerpo" (Ro. 8:23). La Piedra de Corona, la Piedra Angular, está viniendo para coronar a la Novia - Esposa. Sí, ella tendrá un "reavivamiento" por un corto período de alrededor de 40 días (ver Hch. 1:3), cuando los Siete Truenos aparezcan en la escena para "hablar la palabra" - la última revelación del Señor para los santos. Este es el gran "silencio" del Séptimo Sello. En esa hora una"total sanidad" del Cuerpo de Cristo tendrá lugar. Los cuerpos afligidos y desparejos de los santos vivientes serán restaurados por completo por la revelación de la Palabra Hablada de Dios. Brazos crecerán a aquéllos que no los tengan. Ojos serán restaurados a aquéllos que una vez no tenían. Los cuerpos naturales físicos de los santos serán restaurados completamente, antes de su gloriosa transformación. ¡Aleluya! ¡Qué gran "reavivamiento" será! y del mundo oculto estará. Amén.

Entonces una gloriosa mañana, con la salida del sol (alrededor de las 6 en punto), el Cuerpo Palabra de la Novia o Cuerpo Celestial (llamado "teofanía" por el hermano Branham), descenderá a la orden de la Palabra Celestial de Dios sobre ella y la tomará. La gloriosa Palabra en ella - que es su "cubierta, protección y defensa"  - emergerá de su ser y "en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijón? ¿Dónde, oh sepulcro, tu victoria?" (1 Co. 15:52-55). ¡Aleluya! ¡El cuerpo de carne y sangre dará paso a un cuerpo espiritual glorioso!

Amado, la coronación final de la Novia para su Rapto hacia la Gran Cena de Bodas del Cordero, está a la vuelta de la esquina. Por tanto, velad y orad. Y aquéllos de ustedes que sean perezosos, ¡Despierten, antes que sea demasiado tarde! La hora es más avanzada de lo que pensamos. Amén. ¡La culminación de la promesa de Dios de la Palabra Hablada está viniendo a la VIDA! 

"No hay nada que pueda darte Vida, sino la Palabra hablada de Dios. Este es el único camino por el que la Vida viene - es a través de Su Palabra hablada" (Hno. William Branham, "Aquí hay un Hombre que Puede Encender la Luz").