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EL ANGEL FUERTE y SU CUERPO TERRENAL



'En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios...y la Palabra fue hecha carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad' (Jn. 1:1,14).

'La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Vé y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y él me dijo: Toma, y cómelo; y te amargará el vientre, pero en tu boca será dulce como la miel. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, y lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes' (Ap. 10:8-11).


Este mensaje contiene la revelación de cómo Cristo, el Angel fuerte se  vuelve carne y hueso en estos últimos días. Cuando hablo de Cristo y del Angel fuerte aquí, no estoy hablando de Jesús, nuestro Señor, con Quien nos reuniremos en el aire en una forma física, sino que estoy hablando de Su Esposa que se ha vuelto carne de Su carne y hueso de Su hueso, y es llamada por Su Nombre. El Angel fuerte está descendiendo del cielo y lo vemos empezando Su obra en nuestro espíritu, a través del mensaje precursor de Su Segunda Venida que es la Palabra Hablada del séptimo ángel de Ap. 10:7, profeta a la Edad de Laodicea con el Espíritu y poder de Elías, el hermano William M. Branham. Eso nos restauró al Padre en el Principio y nos convirtió en la Novia de Cristo por medio del evangelio original (Mal. 4:5,6b) para también redimirnos del mundo religioso denominacional. Pero cuando entramos en Ap. 10: 8 al 11 vemos a Juan tomando el Libro Pequeño (librito), siendo él un tipo de la Esposa de Cristo.

Juan empezó a profetizar en Efeso hasta su muerte, después de su exilio en la isla de Patmos. Esto muestra lo que la Esposa de Cristo está haciendo ahora. Y a nosotros, Su Esposa, nos es dado todo lo que estaba en el cuerpo en el que Jesús vivió cuando estuvo aquí, en Su paso por la tierra. Lo que Ap. 10:8-11 nos está mostrando es que hemos llegado al lugar en donde la Palabra Hablada como fue anunciada en todas las Edades, ahora se ha convertido en la Palabra Viviente - Espíritu Vivificante - en nosotros (ver 1 Co. 15:45). En otros términos, fue hablado entonces...pero es la Palabra Viviente ahora. Esa es la diferencia entre la Palabra Hablada y la Palabra Viviente. Así, pues, como Jesús, en esta hora solamente las vírgenes prudentes de Mateo 25:10 somos los que nos hemos convertido en la Palabra Viviente de Dios. Los profetas del Antiguo Testamento tenían la Palabra Hablada y ellos hablaron la Palabra de Dios. Ahora, nosotros no sólo hablamos la Palabra de Dios, sino que somos la Palabra Viviente de Dios. Y de esto trata  Ap. 10:8-11.

Nos reuniremos con Jesucristo en el aire como la Palabra Viviente. Sí, El estará en un Cuerpo visible para Su Esposa. Pero hoy, antes de eso, El está volviendo en el Espíritu (el Angel fuerte) como un Cuerpo en el que somos bautizados antes del Rapto. Somos bautizados en ese Cuerpo y hechos el cuerpo visible del Angel fuerte en la tierra. Ese es Cristo y Su Esposa, volviéndonos uno. El matrimonio espiritual está ahora completo. El es esa Palabra que estaba con el Padre en el Principio y eso somos nosotros. Es la plenitud del varón perfecto Cristo Jesús de Efesios 4:13-16. Pero, ¿cómo toma Cristo carne humana? El envía el Espíritu de la Palabra, el cual es Su Cuerpo espiritual. El mismísimo Espíritu de Cristo desciende en forma angelical. Este es el Cuerpo espiritual en el que debemos ser bautizados. Ser bautizados en el Cuerpo de Cristo no es solamente haber recibido el Espíritu Santo, sino que es una consumación del plan de Dios. Están aquellos que han sido bautizados con el Espíritu Santo (vírgenes fatuas - santos de la Tribulación) pero no están bautizados en el Cuerpo de Cristo. En la lámpara de su mente tienen conocimiento de la Palabra Hablada y un poco de aceite  - Espíritu Santo, pero su corazón es una vasija vacía del aceite (Mt. 25:3). Haber sido bautizados en el Cuerpo de Cristo significa que tú te has dado por completo al Señor, estando casado con El. Eres uno con El. Tú no existes, sólo existe el Angel fuerte - Cristo la Palabra Viviente.

En Juan 1:1, leemos: 'En el principio era la Palabra, y la Palabra era con Dios, y la Palabra era Dios', y en el verso 14: '...y la Palabra fue hecha carne'. Esto significa que la Palabra era alguna otra cosa que no era carne. La Palabra era Espíritu, pero debía tomar carne y huesos. Lo que estamos viviendo en esta hora es la Palabra tomando carne y huesos...Hueso de Su Hueso, Carne de Su Carne, Palabra de Su Palabra y Espíritu de Su Espíritu. Por eso es que El puede poner Su mismísima Mente en tí, y tú no puedes funcionar bien en este Cuerpo de Cristo sin la Mente de Cristo. El te da Su Mente, Sus Atributos y la sangre de Cristo fluye por tus venas cuando eres bautizado en el Cuerpo de Cristo. Aquí no estoy hablando sobre la química de la sangre - veamos la diferencia. La misma sangre de Jesucristo fluye a través de tus venas si caminas en luz como El está en luz y la sangre de Jesucristo te limpia de todo pecado. La química de la sangre pagó el precio. La Biblia dice que 'El ofreció un sacrificio y nos perfeccionó para siempre' en Hebreos 10:14. Así que esa sangre (química) fluyó de Sus venas hasta la Tierra, pero la Vida que estaba en la sangre regresó a los creyentes. La química de la sangre ya no existe, pero la Vida de esa sangre es tan fuerte hoy como entonces.

Eso fue lo que ocurrió cuando Jesús clamó con una gran voz y dio el Espíritu. El dio Su Espíritu, el Espíritu Santo que regresó en la fiesta judía de Pentecostés y esa es la sangre que limpia tu alma. No ha habido ninguna sangre llevada al cielo, no en la forma química, sino que solo la Vida que estaba en la sangre es la que fue elevada. Eso es lo que está en ti. La sangre de Jesucristo fluye a través tuyo desde el hombre espiritual. La Vida de esa sangre fluye a través de ti, pero no la química de la sangre. Había una Vida en esa sangre, y eso es lo que tú recibes cuando te arrepientes de tus pecados. Eres nacido de nuevo por la sangre de Cristo, no por la química, sino por el Espíritu del Dios Vivo. Por eso es que la Palabra dice 'ningún hombre viene a Dios si el Espíritu de la sangre no le trae', porque la sangre no existió en ninguna otra forma después de la crucifixión. ¿Qué era la Vida que estaba en esa sangre? Era Vida Eterna. De otro modo, tendríamos que tener la química de esa sangre con nosotros hoy, a fin de vivir para siempre con vida eterna. Jesús dijo: 'Yo no tengo que morir. Yo podría llamar a doce legiones de ángeles'. El podría haber destruido a todos aquellos hombres y haberse salvado a Sí Mismo, pero El dijo: 'Yo, para esto he venido al mundo'.

¿Eres tú capaz de decir: Para esto he venido al mundo: Para ser testigo, en estos últimos días, de las grandes cosas que Dios está haciendo? ¿Eres capaz de ser testigo de que Jesucristo aún vive, y de que tiene un cuerpo físico en la tierra hoy, y de que tú has sido bautizado en El? El Angel fuerte ha tomado carne y huesos. Eso es cuando tomamos el Libro Pequeño. Cuando lo comemos hemos probado que el Señor es misericordioso. Comemos la Palabra Viviente de Dios, no páginas sueltas de la Biblia. La mano del Angel fuerte significa Su Ministerio Quíntuple de Efesios 4:10-12. De este ministerio sale la revelación de la Palabra Original dándonos el Libro Pequeño, el cual es el Espíritu Vivificante de Cristo  '...Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles...' (Hch. 2:42). Tú debes comer el Libro Pequeño de la mano del Angel fuerte, lo cual es obedecer a Su Ministerio para ir más allá como Novia del Evangelio y ser la Esposa de Cristo. '...Vino el esposo; y las que estaban preparadas entraron con él a las bodas; y se cerró la puerta' (Mt. 25:10b). Entraron en la intimidad del Esposo, para comer de Su mano el Libro Pequeño y obtener el vestido de bodas de la Palabra Viviente.

EL ARBOL DE LA VIDA

La Palabra Viviente es el Espíritu de Cristo. Dios puso el Arbol de la Vida en el huerto del Edén, y el Arbol del Conocimiento del bien y del mal. El Arbol del Conocimiento del bien y del mal era muy visible y al alcance de la mano. Uno podía aproximarse a él porque era el conocimiento humano de lo bueno y de lo malo, y el hombre era un ser físico. Dios les dijo 'No coman de éste árbol conforme a la palabra de la serpiente'. El aún no les había dado la orden de comer del Arbol de la Vida en el huerto para tener hijos con vida eterna, porque eso debía venir después, si ellos esperaban al Señor para que les diera las instrucciones. El Arbol del Conocimiento y el Arbol de la Vida debían funcionar juntos (debían estar conectados) al igual que marido y mujer. La palabra escrita y la palabra espiritual debían estar unidas, porque Pablo dijo en 2 Co. 3:6, 'la letra de la palabra mata (y eso es lo que hizo el Arbol del Conocimiento del bien y del mal, al no haber sido conectado al Arbol de la Vida), pero el Espíritu (el Arbol de la Vida) da vida'. 

Dios hubiera venido a Adán y Eva y les hubiera dicho: 'Es el tiempo. Unanse conforme al Arbol del Conocimiento junto al Arbol de la Vida  y produzcan hijos con vida eterna'. Entonces, al creer y obedecer esa Palabra Hablada implicaría que fueran uno con Cristo, el Espíritu de la Palabra Hablada.  Pero la serpiente (quien era una criatura semejante al hombre, una bestia del campo y no un hijo de Dios, era tan cercano a la familia humana que pudo poner su simiente en Eva, para comenzar su descendencia) vino y dijo: 'Yo sé cómo hacer esto sin esperar la revelación de Dios', mostrando que era un engañador. Así también, los fariseos tenían un sistema religioso y estaban comiendo del Arbol del Conocimiento del bien y del mal, cuando Jesús vino con el Arbol de la Vida. Su sistema religioso dijo: 'Este hombre es del diablo', dándonos a saber que ser religiosos no es tener salvación. ¿Has leído bien...? Ser religioso no es tener salvación. Esto requiere a Cristo viviendo en ti, de ahí es de donde viene la salvación. Los judíos religiosos eran muy auto justos y eso hizo que Jesús se viera como un pecador ante sus ojos, porque El se juntaba con publicanos y pecadores. El comía con ellos, El se sentaba a la mesa con ellos y comía y bebía lo que estaba ante El.

Una de las cosas que tenían contra Jesús era: 'Es un bebedor de vino y un glotón', pero El no hizo nada en forma desproporcionada. Sin embargo, esa era la crítica religiosa contra El. El hecho es que el modo en que El vivió y operó comparado con lo que ellos creían que era correcto, le hizo ver muy mal a sus ojos a tal punto que dijeron: 'El es del diablo'. Dijeron todo esto porque Jesús no era religioso. El no encajaba en su molde y no vestía sus ropas sacerdotales con todos sus títulos. ¿Puedes ver a Jesús vestido como un hombre común yendo tras los religiosos con sus ropas, títulos y rituales? El no usaba grandes palabras, por eso es que el pueblo común le oía placenteramente. Bueno, El no es religioso. El no fue religioso entonces y no lo es ahora. El no usaba ninguna ropa sacerdotal y Su Esposa no las está usando ahora. Ella está vestida en lino fino, limpio y blanco, y esa es Su Justicia. Ella sabe que esto no es ningún atuendo natural, sino que son ropas espirituales: es la Justicia de Dios.

EN EL CORAZON DE LA NOVIA - ESPOSA

El Angel fuerte ha tomado carne y huesos. El tiene una mente. Es Cristo en tí, la Esperanza de Gloria...y hay una dieta especial para ti. Es el Libro Pequeño. Solo piensa que fue reservado en los Cielos a lo largo de las Siete Edades de la Iglesia. Esta revelación del matrimonio estaba sellada en los Cielos. Estamos obteniendo lo que era inobtenible porque estaba sellado en los Cielos con Siete Sellos. El Cordero reveló los Sellos y trajo el Pequeño Libro a la Tierra. Ahora lo tenemos en nuestras manos y lo estamos comiendo, porque Su verdadera Novia se ha vuelto Su carne y Sus huesos (Esposa). En Efesios 5:30 dice: '...porque somos miembros de Su cuerpo, de Su carne y de Sus huesos', es decir, nosotros. No solo se refiere a nuestra alma. Nuestra alma nunca es referida como carne y hueso. El alma es la persona interior del espíritu. Pablo habló sobre la lucha del hombre interior contra  las tinieblas, pero esto nos está hablando sobre carne y huesos, lo cual está representado por nuestro corazón. Ella es Carne de Su Carne y Hueso de Sus Huesos. Esto significa que somos Su Esposa, que somos parte de El. El ha descendido y ha compartido con nosotros, a nuestro corazón y cuerpo de carne y huesos, todo lo que tiene, y somos herederos de Dios juntamente con Cristo.

Hay un versículo en Apocalipsis 10:1 y quiero mostrarles qué es lo que descendió del cielo para que puedan tener esto. Dice: 'Vi descender del cielo a otro ángel fuerte (Cristo mismo en forma angelical) - ahora observe...vestido con una nube...esto significa que El se esconde del mundo. Pero nosotros tenemos ojos que ven a través de las nubes. Y con el arco iris sobre su cabeza (puedes ir al capítulo 4 de Apocalipsis para ver Quién es el que está con el arco iris alrededor de Su cabeza) y su rostro era como el sol y sus pies como columnas de fuego'. Ahora, si lees Apocalipsis 2 y 3 se pueden ver estas identidades de Cristo en cada Edad de la Iglesia. No solo ha regresado sino que nos ha traído algo. Oh, aquí viene El portando un Don. El nos trae el Libro Pequeño. Observe, nadie en el Cielo era digno de tomarlo, nadie en ninguna parte, así que todo estaba perdido sin El. Pero aquí viene un cordero ensangrentado mostrando lo que Cristo hizo en el Calvario. El tomó el Libro de la Redención, desató los sellos, lo reveló y tomó de él la porción que era para Su Esposa, que es llamada el Libro Pequeño y lo trajo a la Tierra. Entonces la voz de Dios en los cielos habló de nuevo, viendo El hacia abajo y nos envió a tomar la Palabra Hablada por el Ministerio  del Angel fuerte (Ap. 10:8) para transformarnos en la Palabra Viviente y poder aceptarnos como la Esposa de Cristo.

Le dijo a Juan (quien representa a la Novia Gentil llamada a ser la Esposa de Cristo)...'Toma el libro pequeño de la mano del ángel fuerte y cómelo y será dulce en tu boca como la miel, pero cuando lo hubieres comido amargará tu vientre' (Ap. 10:9). ¿Por qué? porque a medida que te has despertado puedes ver a todo el mundo religioso en la oscuridad, no siendo parte de la Esposa de Jesucristo. Adán y Eva no sabían en qué situación se encontraban hasta que se dieron cuenta. Comprendieron que algo había pasado. Hay un Mensaje que ha venido a despertar a un pueblo en esta hora, y nos hemos despertado y podemos ver. Comprendemos que la religión en la iglesia del mundo no es el Cuerpo de Cristo. Hemos despertado a la Verdad, comemos el Libro Pequeño. Así es como el Angel fuerte tomó carne y huesos y se ha hecho visible. En este Cuerpo El te dio Su mente. Te dio Sus dones. Te dio Sus atributos y es Cristo caminando aquí. Jesús dijo: 'Las obras que yo hago, vosotros también las haréis e incluso mayores que éstas haréis'. El le estaba hablando a los judíos, Sus hermanos en aquel momento. Pero nosotros fuimos injertados y esto ha venido a los Gentiles. Gracias a Dios por la Palabra, y nosotros somos la Palabra. Estábamos en El. ¿Cuándo? en el Principio. ¿Quién era Jesús? El era la Palabra hecha carne. ¿Quiénes somos nosotros? Somos la Palabra hecha carne. Y luego el Espíritu desciende y unge la Palabra, lo cual es la unción del Angel fuerte sobre nosotros, mientras comemos el Libro Pequeño y profetizamos (Ap. 10:11). 

El Cuerpo de Cristo en la tierra es el Angel fuerte que ha tomado carne y huesos en un matrimonio.