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UN CIELO NUEVO Y UNA TIERRA NUEVA


Apocalipsis capítulo 21:

Verso 1:

"Vi un cielo nuevo y una tierra nueva;  porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más".

A pesar de lo que los científicos y los escritores de ciencia ficción pueden teorizar del vasto universo que Dios ha creado, solamente el planeta tierra está ordenado a ser habitado. La tierra es el gran campo de pruebas para los ángeles y los seres humanos, que son dos grandes criaturas de Dios creadas en Su imagen y semejanza.

Para que podamos apreciar el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva, es importante para nosotros conocer una pequeña historia de nuestra tierra.  Vamos a examinar primero la cronología de los eventos como están registrados en la Biblia pertenecientes al cielo y la tierra en un período llamado EL PRINCIPIO que podrían haber sido miles de millones de años en el pasado. El profeta Isaías dijo que "...El es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada la creó" (Is. 45:18).  Y los descubrimientos arqueológicos han señalado hacia una era cuando dinosaurios y criaturas erguidas como el hombre vagaban sobre la tierra.  Fue una era anterior a Génesis 1: 2 que dice: "Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas".  Se ha denominado como la Era Prehistórica. La tierra creada comenzó en buen estado y condición, y estaba destinada a ser una habitación para que todas las criaturas vivieran en armonía durante esa Era Prehistórica.

Cada criatura creada en la imagen y semejanza de Dios está dotada con la facultad de elegir entre lo recto y lo errado. Ninguna de ellas está programada a ser un robot. Los ángeles, siendo creados a imagen y semejanza de Dios, han sido probados en su elección. ¿Y qué mejor lugar que el planeta tierra podría existir para realizar esa prueba?  El cielo, al ser la morada de Dios, no podía ser utilizado para ese propósito.

Satanás,  ya era un ángel caído cuando entró al Huerto del Edén plantado para Adán y Eva. Evidentemente, él había sido probado en algún punto de tiempo en épocas anteriores y, habiendo fallado en la prueba, fue arrojado a la tierra como está registrado en Isaías 14:12-14 y Ezequiel 28:11-17.

En Juan 8:44, Jesús dijo (a los Judíos incrédulos): "Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso y padre de mentira". Diciendo eso, El no se estaba refiriendo al asesinato de Abel por Caín, la simiente de la Serpiente, ni del engaño de Satanás en su propio (de Satanás) Huerto de Edén sobre esta misma tierra.

En Ezequiel 28, cuando el profeta Ezequiel estaba profetizando, él no solamente estaba reprendiendo al rey de Tiro, un hombre de grandeza terrenal que amaba glorificarse y exaltarse a sí mismo, pero también a Satanás, cuando dijo:  "En Edén, en el huerto de Dios estuviste" (v. 13). Pero, por favor observe que este Huerto de Edén, que fue hecho para ese Príncipe Angelical antes de su caída, era un huerto de piedras preciosas y no un huerto de vegetación.  El huerto de Adán era un jardín de árboles frutales y plantas. La palabra "Edén" simplemente significa "una delicia" o "paraíso". Todo en ese huerto de piedras preciosas fue hecho para ese querubín ungido. Todas las piedras preciosas eran su cubierta - su gloria. El fue elevado a un lugar de autoridad - "Yo te puse sobre el santo monte de Dios" (v. 14). "Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad" (v. 15). El fracasó en la prueba y cayó. De Lucifer - "Hijo de la mañana" - él comenzó a ser conocido como Satanás, el adversario de Dios.  

Cuando los setenta discípulos regresaron a Jesucristo después de su misión exitosa, ellos estaban llenos de tanto júbilo, que el Señor les previno diciéndole: "Yo veía a Satanás como un rayo cayendo desde el cielo" (Lucas 10:17-18).  Sí, Satanás se exaltó a sí mismo y cayó de su primer estado, y  "fuiste echado abajo a la tierra, tú que debilitabas a las naciones" (Is. 14:12).

Es evidente que Lucifer, que previamente tuvo el poder y el control sobre este planeta tierra, ha estado luchando muy duro para recuperar el control del hombre sobre él, el nuevo gobernante que ha sido designado para gobernar en su lugar desde la re-creación. El ha estado tratando, por todas las formas y medios, de lograr su ambición. Sus mentiras y planes malvados han llenado la tierra con todas las formas de pecados y violencia. Oh, ¡qué diablo! ¡El hace todo lo posible para destruir todo lo que Dios ha creado! ¡Sí, él es el dios de esta edad malvada!

Sí, Lucifer era perfecto cuando fue creado. Pero él no se contentó con sus posesiones y estatus. Parece que él se aburrió con esa posición y comenzó a albergar una secreta ambición de ser como el Altísimo (Is. 14:14).  Dios sabía eso y comenzó a tratar con él. Fue entonces cuando iniquidad se encontró en él y empezó a causar 'guerra' entre las grandes criaturas de la tierra. ¡Muerte! ¡Asesinato! ¡Destrucción! ¡Entonces, Lucifer se convirtió en asesino!

Y cuando Dios lo confrontó, él dijo su primera mentira. El no permaneció en la verdad. Así es. "El fue asesino desde el principio y no mora en la verdad, porque no hay verdad en él".

La tierra estuvo en un estado de confusión y caos. Todas las criaturas se encontraron luchando entre ellas y matándose, lo cual causó estragos en el medio ambiente que les rodeaba. Los despojos, junto con los cadáveres en descomposición provocaron un cambio en la condición climática del planeta y todo lugar terrestre fue devastado. Finalmente, Dios decidió detener el gran espectro de destrucción. Todo lo que hizo fue 'apagar' el sol y eso fue la causa de que toda la tierra se congelara. Entonces, el príncipe angelical caído fue despojado de toda autoridad y dominio.

Todos los ángeles que siguieron el liderazgo de la maldad de Satanás cayeron con él. Los ángeles que fueron fieles a Dios se mantuvieron a Su diestra para llevar a cabo la ejecución de Su plan.

No hay período de tiempo registrado en Génesis 1:1 respecto de la creación de Dios del cielo y de la tierra. Los eventos que ocurrieron  no son registrados en ese versículo. (Obviamente, para ocultar la verdad a los hombres sabios y entendidos).  El proceso podría cubrir fácilmente aiones de tiempo.

La Caída de Satanás había provocado la triste condición de la tierra como está registrado en Génesis 1:2a.  No había luz. Estaba vacía y desordenada.  "Y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas" y Dios comenzó a recrear la tierra (en seis días) para ser habitada de nuevo. Esta vez los animales fueron creados más pequeños que antes. "Y Dios dijo, Hagamos al hombre a nuestra imagen y después a nuestra semejanza..." (Gén. 1:26).  Y al HOMBRE le fue dado dominio sobre toda cosa viviente que se movía sobre la tierra. Este fue EL PRINCIPIO del hombre creado un poco menor que los ángeles, pero que fue coronado de gloria y honor, y establecido sobre las obras de las manos de Dios.

La tierra fue creada en un estado perfecto. Rotaba sobre su eje que era perpendicular al sol, de manera que cada lugar en toda la tierra estaba cubierto diariamente con 12 horas de luz y 12 horas de noche.  Giraba alrededor del sol en 360 días al año - un círculo perfecto. No había lluvia; la tierra era regada por un rocío (Gén. 2:6). Realmente estaba en un cielo (o una fuente) de agua que actuaba como un invernadero que interrumpía los rayos de calor no deseados, proporcionando una temperatura constante alrededor de toda la tierra (Salmo 104:5-6 - ver Job 38:9a).  Sin embargo todo este estado perfecto llegó a su fin cuando el pecado entró y en los días de Noé, Dios separó las fuentes de las aguas y envió un gran diluvio sobre la tierra para juzgar a los malvados (Gén.  6).  Cuando el agua sobre la tierra comenzó a evaporarse,  Dios no la volvió a poner en los lugares originales donde pertenecía. La tierra también fue reformada por los movimientos del suelo, causados por la enorme cantidad de precipitaciones, de tal manera que grandes 'cuencas' fueron creadas para contenerla. Desde entonces dos tercios de la tierra han sido cubiertos con ella. Debido a la desigual distribución de los continentes y del agua, la tierra comenzó a inclinarse. Esta inclinación de la tierra causó un retraso en su rotación y, como tal, su translación alrededor del sol aumentó a 365 días y 1/4 al año. Sin embargo, cuando Juan vio el Cielo Nuevo y la Tierra Nueva, él realmente vio la tierra restaurada a su perfecto lugar original, con un nuevo cielo (el firmamento) alrededor de ella. Juan dijo que no había más mar, es decir, que no había más grandes mares u océanos, como los que tenemos hoy.  Por supuesto, la nueva tierra tendrá lagos de agua y ríos fluyendo. ¡Alabado sea el Señor! ¡La antigua tierra (presente) pronto se irá!

Verso 4:

"Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron".

Dios renovará todas las cosas en el cielo nuevo y en la tierra nueva. El cielo (atmósfera, firmamento), será completamente limpiado de todas las corrupciones y poluciones, tales como gases pútridos, agentes químicos destructivos, y toda substancia sucia y contaminante, que ensucia el aire. La superficie geográfica de la tierra será completamente alterada. Los grandes mares (océanos) de agua, que cubren alrededor del 71 % ya no existirán más. Pero habrá ríos y fuentes de agua, lagos y pequeños mares. La mayoría de las superficies de agua regresarán a la expansión de los cielos, para envolver la tierra (como una vestidura) para enfriarla como era en los días antes de que "fueran rotas todas las fuentes del gran abismo", y fueran abiertas "las cataratas de los cielos", y en la generación de Noé (Gén. 7:11).  Las ciudades llenas con las infraestructuras de los edificios, los caminos, las maquinarias y las millones de personas, serán cosa del pasado. Las cosas hechas por el hombre, que destruyen el ambiente de un modo u otro, cesarán de existir en la Era Eternal del Cielo Nuevo y la Tierra Nueva.  El antiguo estado de las cosas pasará y todo rastro de maldad, pecado y muerte será removido. Un nuevo orden completo de cosas vendrá a existencia con la nueva creación. El hombre, una vez más estará en armonía con el nuevo medio ambiente y con todas las creaciones de Dios. La naturaleza y sus productos serán la esencia de toda vida. Todas las cosas existirán de acuerdo a las leyes del Arbol de la Vida. Ninguna simiente de discrepancia volverá a existir jamás, como en los días de Adán y Eva. Por lo tanto, no habrá muerte, violencia, opresión ni miseria que lleve al dolor, tristeza y lágrimas.

Verso 5:

"Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas".

Sí, una vez más toda la tierra será un paraíso, una delicia, un Edén al Señor Dios Todopoderoso. Amén. Ciertamente podemos confiar en las palabras del Dios Eterno, el Verdadero y Fiel, sentado sobre el Trono Celestial.

Versos 6 y 7:

"Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tuviere sed, yo le daré gratuitamente de la fuente del agua de la vida".

"El que venciere heredará todas las cosas, y yo seré su Dios, y él será mi hijo".

 Aquí, el Dios Todopoderoso reafirma Su promesa de una nueva creación para Sus hijos, cuando dice,  "Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin". ¡Así es, Santos de Dios, simplemente considérenlo hecho! Las promesas de Dios nunca fallan. Como el Alfa de la vida y de la creación, Dios es la Omega de lo mismo. El principio y el fin convergen para formar el círculo de la eternidad. Lo que debía haber sido al principio, es ahora en el final. Todas las cosas son como El las ha ordenado antes de la fundación del mundo.

Por lo tanto, como hijos de Dios continuemos bebiendo del agua de la fuente de vida, la cual fluye tan libremente desde el Trono de Dios. Seguramente, nuestro Señor nos ayudará a vencer a esta presente edad malvada, para que podamos heredar todas estas cosas, que El nos ha prometido en Su Hijo Jesucristo. Porque es en Cristo Jesús que hemos vivido una herencia, un Nombre excelente, por el cual nos convertimos en hijos e hijas del Dios Viviente en Su Reino Eterno (Hebreos 1:4; 1 Pedro 1:4; Ef. 1:1-23).

EL DIA DEL JUICIO DE DIOS

2 Pedro 3: 7 - 9 al 14

"Pero los cielos y la tierra que existen ahora, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos".

"Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas. Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡cómo no debéis vosotros andar en santa y piadosa manera de vivir, esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos, encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!"

"Pero nosotros esperamos, según sus promesas, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales mora la justicia. Por lo cual, oh amados, estando en espera de estas cosas, procurad con diligencia ser hallados por él sin mancha e irreprensibles, en paz".