Páginas

Traductor

LA VOZ DEL SEÑOR JESUCRISTO y SU SEGUNDA VENIDA


"Porque el Señor mismo con voz de aclamación, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor" (1 Tes. 4:16-17).

Esta profecía del apóstol Pablo describe cómo el arrebatamiento de la verdadera Iglesia es una parte de la Segunda Venida de Cristo. La revelación del Espíritu Santo nos muestra que esta Venida sería anticipada por el Ministerio de la palabra del Señor, manifestado en tres Fases:

1)  Con Voz de Aclamación 2) Con Voz de Arcángel  3)  Con Trompeta de Dios

La Primera Fase Voz de Aclamación es el Mensaje del Tiempo del Fin con la llegada espiritual del Esposo en forma de palabra revelada, la cual ha sido anunciada por el séptimo ángel - mensajero de Ap. 10:7. Es el Clamor de medianoche  de Mateo 25:6 y el Llamamiento de Ap. 3:18-20.

La Segunda Fase Voz de Arcángel es el ministerio quíntuple de Ef. 4:11-12 con el Espíritu de la palabra para perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del Cuerpo de Cristo.  Este Cuerpo espiritual que fue fundado el día de Pentecostés, es consumado en el Tiempo del Fin con las vírgenes prudentes que entienden correctamente la Voz de Aclamación y entran a la Boda con el Esposo.  Ver Mateo 25:10.

Y la Tercera fase es la Trompeta de Dios que sonará Su Palabra Final de resurrección, transformación y fe de rapto a la Novia-Esposa de Cristo en las voces de Sus Siete Truenos, para el encuentro con el Señor en el aire, lo cual es el arrebatamiento físico de Su Esposa.

Así es, allí están las tres Fases espirituales que anticipan la Segunda Venida de Cristo por Su Iglesia. Primero El viene con tres grandes ministerios de Su palabra por ella, hasta consumar su arrebatamiento (rapto) y luego vendrá con ella a la tierra.

Con Su Venida invisible y misteriosa de 1 Ts. 4:16-17 Cristo ya ha comenzado el proceso del arrebatamiento de Su Iglesia. La gran mayoría de cristianos evangélicos no pueden reconocer esta llegada actual del Hijo del Hombre en revelación profética y Espíritu Vivificante, a preparar a Su Iglesia para trasladarla físicamente (ver Mt. 24:27-28) a la Casa del Padre. Este traslado acontecerá antes de la gran tribulación. Después del tiempo de angustia para Jacob (Jer. 30:7)  al final de la Semana 70 de Daniel (siete años), la Aparición física (Gr.: epifanía) de Jesucristo será visible por todas las naciones, cuando el Hijo de David venga como Rey de reyes y Señor de señores con Su Esposa coronada como Reina,  a gobernar con Justicia durante mil años en la tierra (Mt. 24:29-30).
 
LA VOZ DE ACLAMACION

La Voz de Aclamación del Señor Jesucristo es la palabra revelada de Dios que fue proclamada por Su mensajero William Marrion Branham en el siglo 20. La profecía de la Escritura en el Nuevo Testamento dice así:   

"Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas" (Ap. 10:7).

El misterio de Dios, conforme a Efesios 3: 4, 6 y 9, es un misterio triple. 1) Cristo tiene que ser formado en cada escogido. 2) El Cuerpo de Cristo tiene que ser edificado con hijos de Dios transformados a Su imagen. 3) Es la Dispensación de Su Gracia a los gentiles, durante el curso de los dos mil años que han transcurrido desde el día de Pentecostés.

"Misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre;" (Col. 1:26-28) .  

"Misterio que en  otras generaciones no se dio a conocer a los hijos de los hombres, como ahora es revelado a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu: que los gentiles son coherederos y miembros del mismo cuerpo, y copartícipes de la promesa en Cristo Jesús por medio del evangelio"..."para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor, en quien tenemos seguridad y acceso por medio de la fe en él "(Ef. 3:5-6 y 10-12).

La Voz de Aclamación, en primer lugar, es un mensaje de Juicio al pecado y a la apostasía del cristianismo en la Edad de Laodicea. El mundo - iglesias está sucio con credos, dogmas y tradiciones que ha heredado de la gran ramera católica romana. Es un grito profético de advertencia, reprensión y condenación de Dios al sistema religioso nicolaíta y balaamita del hombre. 

En segundo lugar, la Voz de Aclamación es también la trompeta del evangelio original que trae a los elegidos de regreso al fundamento del Cuerpo de Cristo. Este regreso es la restauración a la FE que recibieron los apóstoles de Dios en la Primera Edad. La doctrina de la Unidad de Dios, el evangelio de Su muerte, resurrección y ascensión y la doctrina apostólica contienen la revelación de Jesucristo, el fundamento de Su Iglesia  (Mt. 16:16-18). 

En el capítulo 3 de Apocalipsis, la Voz de Aclamación de Cristo nos anuncia Su Juicio a la tibieza, la suciedad y la apostasía del cristianismo de Laodicea. El está esperando afuera del mundo iglesias si alguno cree Su Voz en su corazón y abre la puerta cerrada de su mente, que encarcela la obra del evangelio de salvación que ha creído. Solo si Cristo logra entrar en nuestro espíritu nos ayuda a salir de la confusión y el caos babilónico, nos limpia de la inmundicia trinitaria y nos libra de las plagas del mundo. Estando fuera de la dimensión laodiceana podemos entender y vivir el evangelio de Pentecostés:

"Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo" (Hch. 2:38).

SANTIFICACION  Y  FUNDAMENTACION

La Voz de Aclamación es el agua de la revelación profética para la santificación de los hijos de Dios. El nuevo nacimiento por el evangelio de Cristo (Jn 3:5) es la creación de un hombre nuevo. Pero el creyente renacido no puede entrar en el Reino de Dios sin salir del sistema babilónico, porque allí su túnica de salvación está sucia con las doctrinas hechas por teólogos nicolaítas. Para los cristianos tradicionales todo lo que es falso no les parece de gravedad. Ellos dicen neciamente en forma sentimental: 'Oh, no hay que juzgar ni hay que ser tan estrictos. Eso es dramatizar las cosas y ser fanáticos'. Ellos están completamente ciegos, siguiendo a los ciegos, sin ningún discernimiento del Espíritu. Pero los elegidos de Dios ven por el Espíritu que el cristianismo no es el Reino de Dios, ni el Cuerpo de Cristo (Ver Is. 58 y 1 Jn. 4:1-2).

El Esposo está aquí hablándonos. Aun estamos en los días de la Voz de Ap. 10:7 - la Voz de Aclamación de Cristo - que ha venido a buscar y a salvar a Sus ovejas caídas en el abismo sin fondo de la oscuridad religiosa. El mensaje nos ha sido entregado. Es tu deber y el mío recibir de todo corazón y escudriñar esta restauración de Dios, porque vamos a responder por ello. Siendo que es algo que está hecho por Cristo, tú y yo tenemos que entrar completamente en ello en forma urgente, si es que por la Gracia de Dios aun queda algo de tiempo para santificar nuestras lámparas. Con sueño, suciedad y debilidad NO se puede entrar al banquete de la Boda del Cordero para ser preparados como la Novia de Cristo. Luego, si esto de ser la Novia de Su palabra no nos sucediera ¿cómo vamos a entrar en la transformación como Su Esposa en la cámara nupcial de la Boda del Cordero?

La Voz de Aclamación es para que seas santificado de la mentalidad de Babilonia y para poner el fundamento en tu corazón. Es el paso previo para ser la Novia de Cristo.  Luego el Esposo viene a ti y te reúne con El en el banquete de Su palabra para perfeccionarte y en la Boda con Su Espíritu Vivificante para transformarte en Su Esposa. Muchos cristianos piensan que son la Novia de Cristo, pero no comprenden que ser la verdadera Novia es ser también la Esposa del Cordero. Y esto tiene que suceder aquí en la tierra antes que en el Cielo. Es porque no han entendido correctamente la Voz de Aclamación, o lo que es peor aun en muchos: no la quieren recibir y prefieren las doctrinas evangélicas sin la revelación verdadera de Mateo 25: 6 y 10. (Escudriña la parábola de Mt. 25).

Quiero decirte simplemente hermano:  Los verdaderos renacidos hemos sido restaurados a Pentecostés, a las verdades originales de la Biblia por la Voz de Aclamación, para que luego de santificarnos con su mensaje seamos bautizados por el Espíritu Santo en Cristo, el fundamento de la Iglesia verdadera y en la revelación de toda Su palabra. Ser Su Esposa significa ser Su Palabra Viviente, Su palabra revelada y Su palabra escrita, es decir, su carne y hueso. Ser constituidos como Cuerpo de Cristo a través de la misma revelación del evangelio proclamado por Jesús y Sus apóstoles, es hoy una obra pura y exclusiva del Mismo Esposo. Es el reino de los cielos en el corazón del creyente renacido. El es la Fuente del Agua de Vida que renueva el espíritu y  vivifica la simiente - palabra que el Padre implantó en Sus hijos predestinados, antes de la fundación del mundo.

"La fe viene por el oir, y el oir, por la palabra de Dios" (Ro. 10:17).

Con la Voz de Aclamación, el Señor Jesús nos revela Su palabra apostólica  del Principio para consumar, en este tiempo del Fin, el misterio de revelarse a Sí Mismo en los renacidos.  Debe quedarnos bien clara esta revelación divina. No entenderlo ha causado el tropiezo y la caída de muchos que solo han mirado la figura humana del hermano Branham y no han visto a Cristo en Su palabra hablada que está rodeando el mundo, desde mediados del siglo 20.

"Vi descender del cielo a otro ángel fuerte, envuelto en una nube, con el arco iris sobre su cabeza; y su rostro era como el sol, y sus pies como columnas de fuego" (Ap. 10:1). 

Hijos de Dios: ¡¡ Son tres Ministerios de revelación profética del Hijo del Hombre antes de Su Segunda Venida física con los santos glorificados !! = Con Voz de Aclamación para despertarnos y santificarnos del sistema eclesiástico. Ahora, con Voz de Arcángel para perfeccionarnos en Su palabra.  Y pronto nos hablará con Trompeta de Dios, resucitará a los santos que durmieron, nos transformará físicamente a los vivos y nos reunirá a todos juntos con Su fe para el arrebatamiento.

Cuando Juan el Bautista dijo: ¡He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo! (Jn. 1:29). El fue enviado para anunciar con Voz de Aclamación el mensaje precursor de la Primera Venida de Cristo,  Quien habría de llegar a la escena  como Señor y Angel del Pacto (Is. 40:3; Mal. 3:1). El profeta clamó en el desierto y llamó a los hijos de Dios para prepararlos.
Con palabra de arrepentimiento los limpió del pecado y la apostasía religiosa del judaísmo. Así los sacó de allí, los justificó y les presentó a Jesucristo como el fundamento de su eterna salvación.

En el final de la Edad de Laodicea, la misma Voz de Aclamación de Juan es el Grito (clamor profético) de medianoche  (Mt. 25:6)  anunciado por el séptimo ángel de Ap. 10:7, el profeta William M. Branham. Su misión fue traer el mensaje precursor de la Segunda Venida de Cristo y presentar al Esposo en forma espiritual como Señor y Angel del Pacto EN LA PALABRA REVELADA, que recibió de lo alto.  Cristo es el Señor como el Hijo de Dios y Jesús es el Angel del Pacto como el Hijo del Hombre. Cristo Jesús, el Unigénito y el Primogénito, nuestro Dios y Salvador. ¡Bendito sea en nuestros corazones! Ahora mismo, Su Voz de Aclamación te está llamando elegido de Dios, a que salgas de las ideas personales, de la justicia propia y de las creencias religiosas hechas por el hombre, para  que el Espíritu Santo te bautice en la revelación de toda la palabra y pueda formarse Cristo en ti. El es el Reino de Dios en el alma de Sus santos.

El Reino de Dios

A Sus discípulos en particular nos declara todo. ¿Qué es el Reino de Dios?  El Reino de Dios es el Espíritu de Cristo, la Palabra Viviente y Unigénito del Padre impartiendo Su gobierno y Su justicia en Su Iglesia verdadera. En El tenemos la herencia de Su primogenitura y la vida eterna.

El Señor anuncia Su Voz de Aclamación a esta generación actual, como allá en los días de Juan el Bautista, llamando un pueblo para Su Nombre de entre las iglesias gentiles. Lo quiere bautizar en Su obra redentora, a través de la revelación del evangelio de Pentecostés. La unión con Cristo en Su muerte, en Su resurrección y en Su ascensión constituye a Su verdadera Iglesia en el Cuerpo angelical de Cristo. Es el injerto del Olivo silvestre (gentiles escogidos) en el Olivo natural del Verdadero Israel (judíos escogidos - Ro. 11:24)  como Dios le prometió a Abraham y  lo anunció a Sus profetas del Antiguo Testamento. Todo esto es un reino de personas por medio del Reino de Dios en sus corazones (ver 1 Pe. 2:9).

"Por tanto, acordaos de que en otro tiempo vosotros, los gentiles en cuanto a la carne, erais llamados incircuncisión por la llamada circuncisión hecha con mano en la carne. En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo. Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido hechos cercanos por la sangre de Cristo. Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz, y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando en ella las enemistades. Y vino y anunció las buenas nuevas de paz a vosotros que estabais lejos, y a los que estaban cerca; porque por medio de él los unos y los otros tenemos entrada por un mismo Espíritu al Padre. Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo, en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu" (Efesios 2:11-22).


El Ministerio del ángel de Ap. 10:7 - Voz de Aclamación - a través del profeta - mensajero William M. Branham es el ungimiento del Espíritu y poder del ministerio de Elías Tisbita, para volver a los hijos de Dios en la Edad de Laodicea a la fe apostólica. 

"He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. El hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición" (Mal. 4:5-6).

LA VOZ DE ARCANGEL

Después que los llamados fuera del cristianismo organizado son restaurados por la Voz de Aclamación a las revelaciones de la Unidad de Dios, del evangelio de Hechos 2:38 y a las doctrinas de la fe apostólica original, entonces son  perfeccionados por la Voz de Arcángel en  la palabra de Dios .

Voz de Arcángel significa el Ministerio Angelical de Cristo. Como Cabeza es el Jefe de los ángeles - ministros - de Su Iglesia.  Así como hay un solo evangelio, también hay un solo Cuerpo de Cristo en la tierra. Y Su Voz está sonando a los miembros del Cuerpo, a través de Sus apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros de Efesios 4:11, para darse a conocer.  Mientras Su Voz de Aclamación nos santifica y revela el fundamento, Su Voz de Arcángel nos unge con la sabiduría y revelación del Espíritu de Cristo. Nos afirma, fortalece y establece en el fundamento y nos revela el resto de Su palabra a Sus santos Novia.  

Nuevamente os digo: las vírgenes prudentes que oyen correctamente la Voz de Aclamación y arreglan sus lámparas, es decir, santifican sus vidas y obtienen el fundamento en sus corazones, son las almas que entran en la Presencia del Esposo para recibir: 1) La perfección de su entendimiento espiritual. Este es el banquete de la palabra que nos revela la mente de Cristo (Mt. 25:10). 2) La Boda con Su Espíritu Vivificante. Esto es la revelación de la imagen de Cristo que transforma el alma del elegido.

LOS DONES DE LA ASCENSION DE CRISTO


La Voz de Arcángel trae la revelación de Su palabra, con un sonido apacible y claro hablando al corazón de cada hijo de Dios, a través de los cinco ministerios de la ascensión de Cristo. Son los cinco sentidos de la mente de Cristo: Su conciencia, Su imaginación, Su memoria, Su afecto y Su razón. Su conciencia en los apóstoles. Su imaginación en los profetas. Su memoria en los evangelistas. Su afecto en los pastores y la razón de Cristo en los maestros.  Cristo es el Arcángel de Su Iglesia. Todos los miembros del Cuerpo oyen Su Voz por medio del  Espíritu Santo. Ellos reconocen al Apóstol y Sumo Sacerdote, el Pastor y Maestro de sus almas y reciben la perfección de su entendimiento. El Esposo prepara a la Novia con la revelación de Su palabra para llevarla a la intimidad de Su carácter, que la transforma en Su Esposa.

El Señor y Angel del Pacto nos está hablando con Voz de Arcángel. 

Jesucristo es nuestro ministro del Reino de Dios. Las obras que El nos inspira son las vestiduras blancas de Su justicia. El es el refugio, la protección y la defensa de Su elegida. Los impíos y rebeldes como Coré, Datán y Abiram de los días de Moisés en el desierto (tipo de los falsos apóstoles, profetas y maestros del tiempo final) perecieron porque no tenían parte en el Reino de Dios. 

Un día de estos nuestro Señor - Angel del Pacto hará sonar la Trompeta Final y sólo podrán comprender Su sonido los creyentes que entienden y se someten hoy a Su Voz de Arcángel.  Estos santos son los que tienen la mente de Cristo y la revelación de Su palabra.


Hemos llegado en esta Hora del Fin a la instancia en que el Dios Todopoderoso, por Su Gracia nos está revelando el Reino de Su Amado Hijo. Es el cumplimiento de lo que Juan vivió en Apocalipsis 1o: 8-11, cuando el Angel Fuerte le ordenó comer el Libro de Su mano. El Libro es la Voz de Arcángel, la revelación del evangelio del Nuevo Pacto y de toda la palabra de Dios. Su mano es  el verdadero ministerio apostólico. Queda claro que todo otro mensaje y obra que no provenga del Libro de la Vida abierto en la mano del Angel Fuerte, es voz de hombre que esconde el ego carnal del pecado.

"Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis alejado del que os llamó por la gracia de Cristo, para seguir un evangelio diferente. No que haya otro, sino que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema. Como antes hemos dicho, también ahora lo repito: Si alguno os predica diferente evangelio del que habéis recibido, sea anatema. Pues, ¿busco ahora el favor de los hombres, o el de Dios? ¿O trato de agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo" (Gál. 1:6-10). 

[Nota: La palabra anatema significa maldito, o maldición. ¿Se nos puede ocurrir que Pablo era un juez dramático, exagerado y fanático según el pensamiento carnal, ciego, tibio y religioso de la cristiandad laodiceana de hoy?]


El mensaje que profetizó Juan por algún tiempo después de la visión en Patmos,  cuando salió de su exilio, fue el Libro del Angel Fuerte que había descendido proféticamente hacia este tiempo actual. Juan y el Libro se convirtieron en uno solo y allí vemos cómo el Novio Celestial consumaría la Boda del Cordero con Su Novia terrenal a través del Libro de la Vida.  Juan fue tipo de la Novia de Cristo en el Tiempo del Fin, profetizando con la Voz de Arcángel de 1 Tes. 4:16 y de Ap. 10: 8 al 11, en los ministerios de Efesios 4:11. Donde está la revelación de Jesucristo, está el alimento del creyente águila espiritual.  Su corazón y cuerpo está muerto al pecado en la cruz y su alma-espíritu resucitado y ascendido con Cristo en lugares celestiales, para salvarse a sí mismo y también  a otros si le creyeren.

"Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren" (1 Tim. 4:16).

Amados hermanos, la Voz de Arcángel del Cuerpo de Cristo es Voz de Dios y no de hombre porque nos modela a Su imagen y manifiesta Su Persona en nuestro hombre interior. El es la vida eterna de tu alma y de mi alma.

LA TROMPETA DE DIOS

La Trompeta de Dios de 1 Tes. 4:16 es la Voz Final del Señor Jesucristo a Su Esposa Gentil que sonará en el Ministerio de los Siete Truenos.  Ellos serán siete hombres ungidos y colocados estratégicamente en la tierra. Aparecerán para pronunciar revelaciones de Dios que sólo entenderá la Iglesia genuina. La Novia-Esposa recibirá un reavivamiento en el poder de la palabra de Dios en la Ultima Trompeta. Es durante un corto período de reavivamiento que los miembros del Cuerpo de Cristo recibirán su fe de rapto. Tendrán un cambio en el cuerpo. Van a recibir la sanidad total y estarán físicamente completos, antes de que la traslación tenga lugar.

"Y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo clamado, siete truenos emitieron sus voces. Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas" (Ap. 10:3-4). 

"He aquí, os digo un misterio:  No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos (en Cristo) serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de inmortalidad, entonces se cumplirá la palabra que está escrita: Sorbida es la muerte en victoria" (1 Co. 15:51-54). 

La Palabra-Esposa de la Palabra-Esposo será transformada y vestida en Lino Fino, Limpio y Blanco con su teofanía celestial semejante al cuerpo de la gloria de Cristo (2 Co. 5: 1-3 y Fil. 3:21) para dar testimonio de su justicia a su Esposo. Y El la llevará a la Casa del Padre para que reciba su recompensa (Ro. 14:10-22; 1 Co. 3:8-14; 2 Co. 5:10). Con una Corona de Vida sobre su cabeza, ella se sentará como una Esposa y Reina junto a su Esposo y Rey, el Cordero de Dios, a la cabecera de la Gran Mesa de la Cena Final del Matrimonio, en la presencia de los santos ángeles.  Las Bodas del Cordero culminarán en ese gran evento.

"El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias".

"Y cuando ha sacado fuera todas las propias, va delante de ellas; y las ovejas le siguen, porque conocen Su Voz" (Jn. 10:4).